Creada para amarte/TERMINADA✔

Capítulo 37: Me equivoqué contigo ⚠️

Pasamos las cincuenta
Mil lecturas 🌹
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Vanessa POV:
Despacio voy abriendo los ojos, siento una puntada en el vientre, no me preocupa porque es leve. Observo un poco más el lugar y me encuentro en una camilla de hospital. Me desesperó cuando me doy cuenta que la familia sabe lo que hice. Me siento muy mal porque fueron ellos seguramente los que me trajeron. Lágrimas salen de mis ojos al recordar todo lo que hice, lo que pasé, pues el remordimiento no me deja en paz. La puerta de la habitación se abre, quiero esconderme, meter mi cabeza bajo la tierra pero no podía. Era Ariadna quién estaba ahí, ella me mira y siento que está desilusionada de mí. No me gusta eso, ella camina hasta mí despacio, me mira con pena y yo no sé que decir.

- ¿Cómo te sientes?- pregunta ella con voz suave.

- Bien- no puedo sonreír.

- Sabés por qué estás aquí ¿verdad?

- Sí, pero no quiero hablar de eso- digo mirando a la ventana.

- Tenemos que hablar- dice sentándose- Es importante que hablemos, sabés Lucas esta muy enojado, furioso.

- ¿Conmigo?- digo asustada.

- No lo sé, pero si mucho con el patán que seguramente te dejo- dijo Ariadna como si ella lo supiera todo.

- Ariadna yo, yo soy la culpable de todo- confieso.

- No, no digas eso, yo sé que esa no es la verdad, dime porque hiciste lo que hiciste con tu hijo- dice poniéndose un poco más sería.

- Soy un desastre como persona y si, tienes razón, el patán no quiso saber de mí ni de mi hijo- digo sumamente deprimida.

- Quiero saber todo- dice Ariadna firme. Tomo aire para amarme de valor y contarle todo a Ariadna.

~ Flashback ~

- ¿Tanto dinero?- digo sintiéndome estafada.

- Lo toma o lo deja, hay muchas más pacientes detrás de usted- dijo la recepciónista de esa clínica.

- Lo tomo, aquí tiene- saco dinero de mi bolsa y lo pongo sobre el escritorio.

Esta lo cuenta, tanto que parece una de esas sinvergüenzas.

- Está bien, tenga- me da un torno, soy la número cinco- Pasa por esa puerta- dijo señalando una puerta de madera, la cual está algo deteriorada.

Entro por ella, hay dos filas de sillas, pero solo hay dos mujeres sentadas. Me siento en una de las dos filas, tres sillas me separaban de una de las mujeres. Ambas parecían tener mi edad, una puerta se abre y llaman a ese par de chicas, un miedo me invade. Solo me quedaba esperar mi turno, sin dudas yo era una cobarde que se justificó diciendo que era un desastre. Mi excusa y motivo también fue Mauro, en este momento siento que la culpa es compartida. Pero no puedo hacerme cargo de un niño, no estoy lista. Debo ser una basura pero no tengo el valor de salir adelante con él o ella.

~ Cuarenta minutos después ~

Estoy sumamente nerviosa, hasta me estrese, siento ganas de huir. La puerta por la que entré se abre y era una chica como de unos dieciséis años aparece. Su barriga es algo grande, diría que está de cinco meses. Si piensa abortar es algo riesgoso y más estando de tantos meses. Ella se sienta a una silla de mí y no sé porque pero decido hablarle.