Creada para amarte/TERMINADA✔

Capítulo 20: Nuestro secreto {LucAri💟}

La historia llego a las veinte
mil lecturas 💫
Muchas gracias 💟
{LucAri💙} es el nombre de la pareja ♥️
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Vanessa POV:
El juez considero que debía haber una tercera audiencia, quizás gané la mitad de la herencia. Del fin al cabo Ariadna no es una Conté y yo sí.

- Ya viste Lucas, el juez cree que debe estudiar más la situación, creo que saldré ganando- Digo arrogante.

- Mi padre te deshedero y punto, no hay más remedio mi querida hermana- Lucas respondió con la misma arrogancia que yo.

Luego se desaparece por la puerta, seguro se subió a su deportivo y se fue para la casa o quizás se fue por alguna prostituta. Al llegar a la casa no veo a Ariadna, Lucas no está y noto a Perfecta muy calmada. Que cosa más rara. ¿Por qué la vieja solterona esta tan calmada si su bebita esta desaparecida?

Aquí hay algo raro y lo voy a averiguar...

- Perfecta- esta voltea y me mira- ¿Y Ariadna? ¿Dónde está que no la e visto?

- Oh decidió no perder el tiempo en ese juicio- en su rostro se dibuja una sonrisa cínica- Se fue a la chacra de su mejor amiga- es lo último que dice para subir las escaleras con elegancia como si de una princesa se tratase.

Vieja mañosa, encima ridícula. Mauro aparece en la sala y casi muero de un susto.

- Casi me matas de un susto- dije asustada.

- Perdón señorita- se disculpa- Sólo quería saber si nesecitaban algo más.

- Sí, quiero que me lleves a un shopping- dije con autoridad, tomo mi bolso y salgo de la casa con éste detrás.

- Sí señorita.

- Dime Vanessa- digo tomando el cuello de su camisa acercandolo a mí.

~ Minutos después ~

- Baja tu también- le ordeno a Mauro.

- ¿Yo señorita?

- Sí tú, quiero que me ayudes a elegir ropa.

- Señorita yo no sé nada de eso- se niega. Doy la vuelta, abro la puerta del auto.

- Bájate- repito, éste se baja y entramos al lugar- ¿Éste cómo me queda?

- Todos le quedarían bien- afirmo.

- ¿Todos? ¿Estás seguro?-  elevo una ceja.

- Claro señorita.

- Me los probare a todos- le informo a una empleada del lugar.

Me dirijo a uno de los cambiadores y me pruebo un vestido color salmón.

- ¿Qué tal me veo?- dije al salir.

- Hermosa- dijo Mauro desde un sillón morado.

Y así fui probandome ropa a lo largo de dos horas. Terminé por comprar un vestido plateado y el vestido color salmón, más una cartera color blanca, dos pares de tacones, azules y negros, más unos perfumes y maquillajes.