Creada para amarte/TERMINADA✔

Capítulo 23: Soy adulta 💅

La historia llego a las veintiséis
mil lecturas 💙
¡¡Muchas gracias!!
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Perfecta POV:
Salgo de la casa y me subo al auto, voy a visitar a don Fausto, Matías es mi chófer como siempre. Prefiero a Matías y no a Mauro, a veces desconfío de ese muchacho que Ariadna trajo a la casa.

- Señora, ¿desea que hagamos algún tipo de paradas?- preguntó Matías mirándome- Recuerde que muy pronto será el cumpleaños del señor Fausto.

- Oh dios- tapo mi boca horrorizada- Olvidé eso y además no traigo tanto dinero.

- ¿Quiere regresar a la casa?- pregunta- Estamos a diez minutos de la casa.

- Sí, regresemos- Matías y yo pegamos la vuelta.

Al llegar a la casa, Matías se estaciona al frente de la casa. Bajó del auto y entro a la casa en silencio, no quiero molestar. Estoy a punto de subir las escaleras cuando siento ruidos extraños provenientes de la cocina. Decido ir a inspeccionar y me encuentro con lo peor, con algo que jamás esperé ver nunca en toda mi vida.

- ¡Ariadna!- grite fuerte.

Ariadna estaba vulgarmente sobre la mesada, un poco más desnuda y lo peor es ese degenerado de Lucas tocándola como un pervertido. Estos al oír mi grito se separan, Ariadna baja de la mesada bajo mi mirada de horror.

- Señorita Perfecta- susurró totalmente sorprendida.

Voy hasta ella sin pensar y tiro bruscamente de su brazo sin importarme lastimar su brazo.

- Cómo te atreves- dije soltandole un bofetón.

Su mejilla queda impactada por el golpe y roja. Mi mano chocar con su rostro se oye en toda la cocina. Inmediatamente Ariadna rompe en un llanto.

- ¿Por qué me pega?

Nunca me atreví a tocar su bonito rostro, pero hoy, hoy fue la excepción. Traicionó mi confianza, me mintió y eso jamás se lo perdonaré, eso no es lo que yo le inculque de niña.

- ¡¿Qué por qué te pegó?! ¡No seas cínica!- dije fuera de mis casillas queriendo darle otra bofetada pero Lucas interviene parando mi mano.

- Usted no es nadie para golpearla- dijo apretando mi muñeca con fuerza.

- No te metas- me suelto de su agarré- Eres un desgraciado, un desvergonzado, un pervertido.

En ese momento quería tomar un cuchillo y acabar con ese miserable, con ese vago.

- Usted no tiene ningún derecho sobre nosotros, usted ya hizo su trabajo- dijo para luego irse.

Miro a Ariadna la cuál se toca la mejilla, esta muy hinchada. Me acerco a ella, me siento mal. No debí abofetear a mi niña, fue un exabrupto de mi parte. Pero por otro lado se lo merece.

- Ariadna déjame ver- intento ver su carita.

- ¡No te atrevas a tocarme!- dijo enfuscada y sale de la cocina.

- ¡Ariadna!- grito.

Esta se voltea bruscamente hacia mí y me mira como si me odiara, es una sensación tan terrible.

- ¡Soy adulta Perfecta!- grito.

Jamás me levanto la voz, nunca.

- No me levantes la voz, muchacha desvergonzada.