Creada para amarte/TERMINADA✔

Capítulo 49: ¡Vas a firmar!

Ya setenta mil
Muchas gracias 💙
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~ Al día siguiente ~

Mauro POV:
Ya tengo en manos el papel del divorcio firmado por ese imbécil, solo falta que llegue Ariadna y ella firme. No creo que se niegue a firmar, yo le diré que es él quién quiere divorciarse, no dejaré que sepa que fuí yo el que interpuso  la demanda. De hecho estoy en su casa esperándola, seré el hombre más feliz cuando sea libre, por fin. Hace algunos días le dije todo lo que por ella sentía y le pedí una oportunidad. Ari dijo que lo iba a pensar, pero con esto le daré un empuje y me aceptara, de eso estoy seguro.

Camino de un lado a otro, estoy ansiosa de que ya asome ella por aquí. Tocan el timbre de la casa de Lucia, no me emociono, ya sé que no es Ariadna, pues tiene llave y no tocaría el timbre. Abro la puerta y encuentro con una cara conocida, la cual me desagrada y me gustaría no volver a ver nunca.

—¿Qué haces acá? —preguntó de mala gana.

—Vine a ver a Ariadna —dijo la estúpida de Vanessa.

—No creo que quiera verte —le contestó eso para que se valla de una vez.

—¿Y quién lo dice? ¿Tú por casualidad? —dijo arqueando una ceja y dándome un empujón para pasar, cosa que logra.

¡Tengo que sacarla de aquí! ¡Ya!

—Ella no está.

—No te creo —niega con la cabeza —¡Ariadna estoy aquí! —grito mientras yo la quería agarrar de los brazos.

—No está, lárgate.

—Eres tan ridículo —escupió esa arpía.

—Ustedes son los ridículos, ese idiota tuvo que aceptar que ella me prefiere, además de que nos pertenece toda la fortuna Conté —dije disfrutando este momento que tanto espere, vengarme de ese par de mimados.

La perra miserable esa, ni siquiera se inmutó, simplemente se río de costado como la alquiler que es.

—Me das pena —musitó con una sonrisa estúpida en su cara —¿Sabes por qué? —hizo una pequeña pausa y luego continuo tirando veneno —Primero porque no tendrás a Ariadna, ni vas a quedarte con nuestro dinero utilizando a mi sobrino y por último, nosotros salimos ganando y tú saldrás perdiendo.

Esas idioteces de Vanessa me dieron ganas de golpearla, así no sea hombre, me está dando igual, no le conviene a esta provocarme.

—No voy a caer en tu treta, no es mi culpa que estés ardida porque te boté como la basura que eres —dije para darle un golpe bajo.

Pero mi sonrisa se desvanecen cuando parece no afectarle mis palabras, la odio.

—Ya sabremos quién sale perdiendo —le da unas palmadas a su bolsa color durazno —Cuando Ari vea esta prueba del ADN que se hizo con Lucas, vamos a ver si desiste de su amor por su esposo —remarco la última palabra.

—Eres una perra —maldigo.

—Lo sé y no te culpo por odiarme, porque eso hace la gente patética como tú —dijo tratando de humillarme —Con tu permiso, tengo que hablar y salvar el matrimonio de mis hermanos —dijo con aires de superioridad.