Creada para amarte/TERMINADA✔

Capítulo 34: Una mentira piadosa 🙊

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Vanessa POV:

- Se veía tan linda- susurró Ariadna mientras Perfecta desaparecía.

- Ahora que se fue, tú y yo tenemos que hablar- le digo muy seria.

- ¿Y de qué tendríamos que hablar tú y yo?- preguntó acercándose.

- Creo que deberías saberlo- arqueo una ceja.

- Deja el rodeo y dime- dijo Ariadna ya cansada.

- ¿Qué pretendes hacer con Lucas?- digo enfrentandola- ¿No ves que se está volviendo un alcohólico por tu culpa?- digo muy molesta.

- Qué estás diciendo- dice con un tono de reproche- Sí Lucas bebe, es porque él lo decidió- dijo queriendo evadirse de la responsabilidad.

- Tú serás la única culpable de todo, si algo le pasa a Lucas por vivir borracho.

- Que Lucas decida por su vida, yo nada puedo hacer- dice cortante.

- Espero y digas eso cuando a mi hermano le pasé algo por tu culpa.

- A Lucas nada va a pasarle.

- ¿De verdad lo crees?- me acerco más a ella- ¿Qué piensas que hará Lucas cuando toda la herencia de papá quede en tus manos? Cuando no pueda olvidarte ¿qué va a hacer?- sus ojos se cristalizan y yo siento que algo le movi.

- ¿Qué pretendes Vanessa?

- Que no seas estúpida y te des cuenta que Mauro no merece que lo ilusiones. Lucas te ama y tú a él, ¿qué sentido tiene seguir con esto?- preguntó molesta.

- La verdad que tú no tienes nada que opinar- dice muy molesta.

- Por supuesto que sí, tú vas a llevar a Lucas al límite. La verdad es que me parece una idiotez lo que haces.

- No voy a seguirte escuchando- dijo está muy molesta.

- No lo hagas, tú sabrás lo que haces- niego con la cabeza- Luego no digas que nadie te aviso- le pasó por el lado muy molesta.

Llegando a las escaleras, siento un mareó. Alcanzó a agarrarme de la escalera, Ariadna me sujeta del otro lado.

- ¿Estás bien Vanessa?- preguntó Ari.

- Me siento mareada- dije tratando de respirar y negando con la cabeza.

- Ven, te llevaré a tu habitación y si es necesario llamaré al doctor- dijo Ariadna ayudándome a subir las escaleras.

- No Ariadna, no es necesario- le pido mientras subimos.

Nos adentramos en mi habitación y me ayuda a acostar. Está se sienta sobre la cama y suelta un pequeño gruñido.

- No debiste ayudarme, no es bueno para mí sobrino- su cara de dolor oculta algo.

- Seguro fue una patadita- sonríe forzosa- Llamaré al médico.

- No, siéntate- la detengo- Me siento mejor, de verdad. Quédate aquí un momento, descansa- está me obedece.

- ¿Verdad qué te sientes mejor?- cuestiona.