Joaquín POV
La graduación paso antes de que me diera cuenta y pronto volví a compartir los mismos pasillos que mi alfa, nuestra dinámica no cambio en nada, él me ignoraba cuando nos cruzábamos y yo suspiraba a su alrededor, pero en realidad no estaba prestando mucha atención al tema, porque mi mente solo podía divagar en porque todos mis compañeros habían recibido su celo en el verano y yo seguía sin sentir nada.
Mi madre trato de explicarme que no todos íbamos al mismo ritmo y la enfermera de la escuela no me dio una mejor respuesta, así que estaba perdiendo la paciencia, necesitaba mi maldito aroma para atraer a mi alfa de una maldita vez, porque si volvía a percibir el desagradable aroma a cereza iba a saltar por la ventana hasta su cuarto, para obligarlo a bañarse en cloro.
―Joaco, a ti te estaba buscando. ―la voz de Andrés me erizo la piel por el susto, llevaba cinco minutos parado frente a mi casillero sacando los libros del primer periodo para cambiarlos por los del siguiente modulo y mi mente estaba perdida en lo mucho que odiaba a la amiga de Emilio, no esperaba semejante grito a mi lado.
―Me asustaste. ―susurré cerrando mi casillero y colgándome la mochila de nuevo.
―Lo siento, es solo que estoy algo apurado. ―murmuró siguiéndome por el pasillo, asentí sin mucho interés, su aroma a chocolate alteraba mis sentidos. ―Sé que no has tenido tu celo aún y el equipo de futbol necesita un aguador. ―me detuve en mitad del pasillo mirándolo confundido, no entendía como esas dos cosas se conectaban, pero por supuesto esa parte de mi mente obsesionada con el celo, decidió que eso era más importante.
― ¿Quién te dijo que no he tenido mi celo? ―murmuré frunciendo el ceño, él sonrió encogiéndose de hombros.
―Tu aroma, no ha cambiado como el del resto. ―respondió rápidamente. ―Precisamente por eso creo que podrías ayudarnos, los alfas jamás tomarían ese puesto y los betas no tienen la mejor relación con el equipo, así que solo nos quedan los nuevos omegas, pero si llegan a olvidar sus supresores podrían distraer a todo el equipo en mitad del juego. Tú eres perfecto para el puesto. ―arrugue la nariz tratando de sacarme ese aroma de encima, siempre que Andrés estaba cerca por demasiado tiempo sentía que apestaba a él todo el día. ― ¿Qué dices? Podrás ir a los juegos fuera de la ciudad con nosotros y conocerás a un montón de gente.
―No quiero. ―murmuré dando un paso atrás, no iba a soportar trabajar a su lado, iba a pegarme su aroma para siempre y Emilio no iba a darse cuenta que era su destinado.
―Por favor, Joaquín, al menos por unos cuantos partidos. ―negué lentamente mareado por lo fuerte que se estaba volviendo su aroma.
―Emilio ya ni siquiera juega con ustedes. ―murmuré pegándome a los casilleros, los pasillos estaban casi vacíos ahora, así que su aroma se estaba volviendo el único que era capaz de percibir por la cercanía.
Emilio había dejado de jugar apenas entro a la preparatoria y sinceramente era mi único interés en la cancha, así que poco me importaba llevarles agua a un montón de alfas que ni conocía.
―Si aceptas no tendrás que ir a gimnasia en todo el semestre. ―exclamó sonriente, realmente él no me conocía, gimnasia era de mis clases favoritas, negué de nuevo rogando que me dejara tranquilo y se llevara su aroma a otra parte. ―De acuerdo, solo el partido de esta semana, por favor. Después buscare a alguien más.
―Solo esta semana. ―murmuré rendido, ahora seguro tendría su aroma pegado todo el día, él sonrió encantando. ― ¿A qué hora debo estar ahí?
―El sábado a las seis y el viernes a la diez de la mañana. ―exclamó emocionado, fruncí el ceño confundido.
― ¿Por qué el viernes?

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Instinto
FanfictionEl día que Joaquín recibió sus resultados, dio un pequeño grito de felicidad, pocos querían ser un Omega, pero él ansiaba serlo. El día que Emilio se enteró que era un Alfa, quiso quemar el mundo entero. Joaquín quería a ese rebelde Alfa desde que t...