2 años después
Joaquín POV
Las nochebuenas decoraban perfectamente la entrada a nuestra casa y Emilio se había encargado de colgar un montón de luces por toda la fachada apenas llegamos al pueblo.
Junto a Eli nos habíamos mudado a un pequeño apartamento en Boston para poder estudiar en la universidad, Emilio se había tomado un año después de su graduación, pues no quería irse sin nosotros y yo tenía que terminar la preparatoria, así que durante ese tiempo nos dedicamos a arreglar la casa, no teníamos que hacer cambios en la construcción, sino más bien redecorar para hacerla nuestra, lo primero fue el cuarto de nuestra cachorra, queríamos que se quedara con la que fue mi habitación, ambos lo veíamos como el lugar donde nuestro amor inicio y el ciclo natural era que el producto de ese amor se adueñara del lugar.
Así que pintamos las paredes, compramos una cuna y pusimos fotos de nosotros para decorar, también teníamos un par de muebles para guardar sus cosas y pequeños animalitos de peluche que nuestros amigos le habían regalado.
Elizabeth había tenido la suerte de ser una cachorra consentida, los chicos se desvivían por querer tenerla al menos un rato en brazos y su abuelos no dejaban de comprarle obsequios con la excusa de que era navidad, los regalos de la mamá de Emilio no me sorprendieron, pero los de su padre sí que lo hicieron, no había oído nada de ese hombre en doce años y de pronto estaba ahí con una caja llena de cosas para nuestra hija.
Emilio me explicó que había comenzado a trabajar en su empresa durante mi embarazo, su relación no era la mejor, aun tenían heridas sin sanar, pero le había prometido darle una oportunidad después de que se enteró que él había pagado todos los gastos del hospital, incluyendo nuestra habitación privada. Fue hasta ese momento en nuestras vidas en que me di cuenta que nunca pregunte qué paso con su padre y esa noche después de que nuestra cachorra se quedo dormida, me contó su versión de la historia.
― ¿De verdad tenemos que hablar de esto? ―murmuró atrayéndome hasta sentarme en su regazo. ―Tenemos un par de horas hasta que Eli quiera comer y se me ocurren cosas más interesantes que hacer con ese tiempo. ―añadió recorriendo mi cuello con sus labios, suspiré acurrucándome en su pecho.
―Puedes tratar de convencerme, pero tarde o temprano vas a tener que contarme lo que paso. ―respondí envolviendo su cuello con mis brazos, él suspiró pesadamente y me reí dejando un beso en la comisura de sus labios. ―Soy tu omega, puedes contarme cualquier cosa y yo voy a estar para ti sin importar nada. ―susurré mirándole a los ojos.
―Lo sé, bonito, pero son cosas de las que no me gusta hablar. ―murmuró llevando sus dedos a mis chinos, mientras con su mano libre me sostenía por la cintura.
―Estuve ahí cuando se fue ¿recuerdas? Entonces no ocultabas lo que sentías. ―mi alfa sonrió casi con tristeza, había pasado mucho tiempo desde aquella conversación en los escalones del pórtico.
―Sé fue porque embarazo a una omega de su trabajo. ―confesó finalmente tomándome por sorpresa, la sonrisa triste se quebró un poco más. ―Una omega que según él era su destinada y se lo dijo a mi madre porque iban a tener un cachorro, él trato de ocultarlo, pero mientras hablaba de ellos su rostro brillaba. ―suspiró evadiendo mi mirada, pero podía sentir el dolor en su corazón. ―Ellos no sabían que estaba espiando su conversación, así que lo escuche y lo vi hablar de su nueva familia, con ese maldito aroma a felicidad que no podía esconder, sentí como si no fuéramos suficientes para él.
―Ay Milo. ―exclamé rodeándolo con mis brazos para quitar ese olor a tristeza.
―En ese entonces no sabía que eran los destinados, pero los odie desde ese momento, porque le dieron una salida fácil para lo que nos había hecho, mi madre no podía enojarse porque no fue su decisión, sino de su alfa y teníamos que aceptarlo sin más. ―murmuró con el ceño fruncido, de pronto era ese niño enojado con la vida de nuevo. ―Fue como ser remplazado por una mejor versión, un cachorro que sí era de su omega. Él llamaba cada día para saber de mí y le enviaba mensajes a mi madre pidiéndole que me permitiera salir con él, pero yo no quería verlo, tenía miedo a que me presentara a su nueva familia. Con el tiempo dejo de insistir y aceptó mi decisión, pero el daño estaba hecho.

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Instinto
FanfictionEl día que Joaquín recibió sus resultados, dio un pequeño grito de felicidad, pocos querían ser un Omega, pero él ansiaba serlo. El día que Emilio se enteró que era un Alfa, quiso quemar el mundo entero. Joaquín quería a ese rebelde Alfa desde que t...