Emilio POV
Pasamos el fin de semana en mi casa como habíamos acordado, Andrés llamó a Joaquín cada noche para preguntarle cómo estaba y mi castaño le explicó que estaba bien, nadie aparte de mí sabía que él estaba en celo, así que ninguno podía comprender la necesidad de mi omega de permanecer a mi lado, incluso para mi madre era extraño que Joaquín buscara mis brazos una y otra si al despertar no me encontraba a su lado, teniendo en cuenta que éramos solo amigos, pero yo lo estaba disfrutando, me gustaba mimarlo y consentirlo.
El lunes por la mañana llegamos juntos a la escuela, me había encargado de que desayunara bien antes de salir de casa y llevaba su almuerzo en la mochila, de verdad quería que mejorara así que iba a poner todo de mí para que lo hiciera. No les pasó desapercibido a sus amigos que llegara conmigo y no con Andrés, Diego nos miró curioso, pero realmente no se detuvo demasiado tiempo sobre nosotros, a diferencia de Azul, ella tenía razones de más para odiarme, así que no podía juzgarla por la mirada que nos dio, pero mi alfa odio que el cuerpo de mi castaño se encogiera después de eso.
― ¿Quieres entrar ya? ―pregunté observando su rostro ligeramente sonrojado, faltaban unos veinte minutos para la hora de entrada y estábamos parados al lado de mi camioneta tomados de la mano ya que no podíamos hacer mucho más sin llamar más la atención, incluso cuando podía ver en sus ojitos que quería que lo abrazara.
Su celo había pasado y estaba más tranquilo, pero ahora que estábamos unidos era imposible que mi bonito omega no deseara que estuviera mimándolo todo el tiempo.
―No. ―susurró mirándome con sus ojitos suplicantes, suspiré atrayéndolo a mi cuerpo, sus amigos habían entrado y no había señales de Andrés en el estacionamiento, así que si alguien decía algo al respecto podía fingir que mi castaño tenía frío y yo solo quería calentarlo. ―Los amigos se abrazan todo el tiempo. ―murmuró como si tratara de convencerse de que esa era otra de las cosas que podíamos hacer tranquilamente en la escuela.
Lleve a mi castaño a su clase un rato después prometiéndole regresar por él como todos los días, habíamos hablado sobre que tenía que volver a casa ese día después de clases y él no estaba muy feliz con la noticia, pero no teníamos otra opción así que la acepto a fuerzas haciéndome prometer que estaríamos juntos tanto tiempo como fuera posible antes de que tuviera que ir a dejarlo.
Una vez llegué a mi salón me encontré con Andrés, él y yo compartíamos un par de clases juntos, pero los lunes solo teníamos esa primera hora, así que tendría que hablar con él ahora sobre los supresores de Joaquín, le pedí que saliéramos al pasillo un minuto y por suerte el maestro anunció que llegaría unos minutos tarde, por lo que podríamos hablar tranquilamente, pero apenas mencione mi plan, él explotó.
―Él necesita los supresores. ―exclamó con firmeza mirándome como si fuera un completo idiota. ―Sé que no le gustan, pero no podemos solo quitarle el tratamiento así, no sabes cómo va a reaccionar su cuerpo.
Andrés venía de una familia de doctores y él anhelaba ser uno algún día, no era extraño que analizara esa clase de cosas más a fondo de lo que cualquiera lo haría, pero me molesto un poco que siguiera insistiendo en algo que claramente dañaba más a Joaquín de lo que podría ayudarlo.
―Hable con él, si durante la semana su cuerpo necesita los supresores va a regresar al tratamiento sin preguntas, si seguimos forzándolo a hacer algo que no quiere vamos a terminar por lastimarlo. ―murmuré tratando de ser lo más razonable posible. ―Sé que te preocupa, tampoco es mi primera opción, me da miedo que algo salga mal en esta semana, pero no quiero verlo llorar a diario por tener que tomar algo que claramente le da miedo.
― ¿Cómo vamos a saber que está bien y que no nos está diciendo lo que queremos escuchar para que no tenga que volver a los supresores? ―fruncí ligeramente el ceño como si fuera obvia la respuesta.
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Instinto
FanficEl día que Joaquín recibió sus resultados, dio un pequeño grito de felicidad, pocos querían ser un Omega, pero él ansiaba serlo. El día que Emilio se enteró que era un Alfa, quiso quemar el mundo entero. Joaquín quería a ese rebelde Alfa desde que t...