Joaquín POV
Me quede parado en mitad del pasillo, mirándolo fijamente, mi omega gimoteo herido, él no tenía nada que hacer aquí. Su aroma era más fuerte ahora, no sabía exactamente que había cambiado, pero a mi omega no le gusto, lo que antes habría calmado el miedo, ahora solo creaba uno nuevo, sus palabras se repetían una y otra vez en mi cabeza hasta volverse insoportable el tener que verlo.
Mi mamá siempre creyó que él era una buena persona, al igual que yo pensaba que sus tercos comentarios eran producto de la separación de sus padres y su rebelde personalidad, hasta el último momento creyó que él era al menos mi amigo, pero él nunca me considero algo en su vida.
Solo era el chico de al lado obsesionado con él.
Comenzó a caminar en mi dirección y mi omega dio un paso atrás, ya no era lo mismo, no deseaba su toque, ni su calor, mucho menos su aroma, todo me recordaba mi patética obsesión con alguien que nunca pudo quererme de vuelta. Su cuerpo se tensó a unos pasos de distancia y sentí el aroma de Andrés envolverme, hasta que me envolvió entre sus brazos dulcemente.
―Vamos. ―susurró en el tono dulce que sabía me relajaba, tome su mano aferrándome a su meñique y me llevo hasta la primera fila donde Azul y Diego nos esperaban. Blue tomo mi mano entrelazando nuestros dedos y recosté mi cabeza en el hombro de Andrés, mientras él pasaba su brazo por mi espalda.
El frío no desapareció, pero al menos no me sentía solo.
Después del servició muchos de los presentes se despidieron, quedando solo las personas más cercanas para llevarla al cementerio, su lugar sería al lado del de mi padre, donde los dos podrían descansar juntos. Andrés nos llevó a los tres en su auto, sus padres se irían aparte y pude ver como Emilio ayudaba a su madre a subir a su camioneta.
Me pareció una broma cruel que el clima fuera tan fresco y las flores brillaran tanto en aquel lugar, seguro mamá diría que era una mañana preciosa de primavera. Una vez que terminó, las personas comenzaron a despedirse, dándome palabras de aliento, la madre de Emilio se quedo hasta el final, me dedico una sonrisa triste y acomodo mis chinos como mamá solía hacerlo.
― ¿Dónde vas a quedarte? ―murmuró con e rostro consternado. ―Sabes que puedes quedarte con nosotros si lo necesitas. ―sonreí a medias y negué.
―Gracias, pero no puedo quedarme con ustedes. ―susurré mirando de reojo al rizado parado a unos metros. Su mirada encontró la mía y la aparte volviendo a mirar a su madre. ―Andrés dijo que puedo quedarme en su casa. ―añadí restándole importancia.
― ¿Es por la pelea que has tenido con Emilio? Sé que puede ser... ―negué deteniendo sus palabras, una pelea, yo ni siquiera había tenido tiempo de defenderme, aunque incluso si lo hubiera tenido no sé qué habría podido decir.
―Ya no importa, creo que todo ha quedado bastante claro entre nosotros y lo mejor ahora será que aprenda a mantener mi distancia con él. ―musité sintiendo la brisa erizarme la piel del cuello. ―Gracias por haber venido, pero ahora me gustaría tener un momento a solas. ―murmuré alejándome de su agarre. Ella asintió y al igual que el resto se alejó por la vereda.
― ¿Estás listo para ir a casa? ―murmuró Andrés rodeando mi cintura con su brazo y besando mi frente en el proceso.
―Quiero despedirme una última vez. ―susurré mirando la tumba frente a nosotros, era demasiado extraño ver su nombre en ella, deseaba ser un niño de nuevo y no comprender que no iba a volver. ―A solas. ―añadí levantando la mirada hasta la suya, recorrí su pecho con mi rostro, él comprendió lo que quería y su aroma me envolvió. ―Gracias. ―me levanté de puntillas y deje un beso en su mejilla.

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Instinto
Fiksi PenggemarEl día que Joaquín recibió sus resultados, dio un pequeño grito de felicidad, pocos querían ser un Omega, pero él ansiaba serlo. El día que Emilio se enteró que era un Alfa, quiso quemar el mundo entero. Joaquín quería a ese rebelde Alfa desde que t...