Ridiculizar, Ofender.

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Las ideas utilizadas aquí, fueron aportadas por InvaPineDil.
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Mikey siempre sabía verse con estilo. Un día después de lo sucedido con lo de Donnie diciendole aquello que le había dolido. Donnie al fin, después de súplicas y súplicas, al fin había accedido a ir a visitar a los padres de Mike. Este entusiasmado, decidió usar su mejor perfume, su mejor shampoo, su mejor ropa.

La hora en la que había quedado con sus padres para la visita, era a las 04.00 PM, A las 03.00 Mikey ya se encontraba duchandose.

Mientras Donnie, con la toalla enrollada alrededor de la cintura —dejando ver su musculoso cuerpo—, esperaba que su novio saliera del baño para entrar el.

A través de la puerta, Donnie percibió por primera vez aquel olor, Mike estaba usando su shampoo aquel que no dejaba que nadie más usará ni mucho menos su novio, era el shampoo con olor a Old Spice.

Donnie se resistió en soltar un insulto en cuanto vio a su novio salir con la toalla enrollada alrededor de la cintura. Ya iban dos. Se supone que el era el macho.

Mikey salió del clóset, siempre sabía cómo verse bien. Su vestimenta era genial: una camisa polo de color blanca bajo una chaqueta de color naranja, unos pantalones de mezclilla que le daban una postura más masculina, unos tenis Nike de color blanco y una gorra blanca.

Donnie salió del clóset, solo que este tenía una vestimenta rebelde: una chaqueta de cuero negra la cuál traia debajo una playera de color blanca, unos pantalones de mezclilla negros y unos tenis de color negro.

Donnie lo examinó, lo que traía puesto no le gustaba y cuando algo no le gustaba, no sabía convivir con el. Con una mirada de total desaprobación hacia Mikey, mientras ambos se miraban en el enorme espejo enfrente de su cama (mala idea por cierto).

Mikey se sentía bien, era la segunda vez en su relación que hacia algo que hacia algo que lo hacía sentir como el mismo.

—Mikey, al parecer te luciste muy bien. —Dijo Donnie sin dejar de examinar su chaqueta en el espejo.

—¿Te gusta? —Pregunto entusiasmado Mikey moviendo su colita bajo el pantalón con una velocidad algo exagerada. —Es una combinación que siempre he querido probar.

—Jaja, ¿Gustarme? ¿Por qué debería gustarme? —Pregunto el mayor burlándose de su aspecto.

—Bueno pues si a ti no te gusta...

Antes de que pudiera decir algo más, aquel aspecto lúgubre en su voz que le advertía que le iba a hacer algo malo, regresó.

—Asi como usaste mi shampoo y mi loción. No me gustó. —Respondio el con una mirada fija en el espejo. Mientras se ponía una corbata de cuero sobre la playera. —Tampoco creas que no me fijé en la manera en la que te pusiste la toalla.

Mikey se quedó algo asustado, sintió unas gotas pequeñas de sudor corriéndole por la frente.

Cuando el mayor termino de acomodarse la corbata, llevo una mano a su chaqueta de la parte superior cerca del cierre y espetó:

—Quitate esto, es una mierda.

—¿P-por qué debería? —Pregunto algo nervioso Mike.

—Se supone que eres la mujer de la relación, ¿No? Se supone que eres una perra muy sucia. —Aquel comentario había sido una estaca más en el corazón de el menor. Con la mirada gacha, Donnie siguió—: Siempre eres el afeminadito de la relación Mikey, siempre, eres el que recibe. Solo falta que laves los trastes.

Aquel comentario en versión completa, había lastimado el corazón de Mikey. Muy hiriente.

De repente e inadvertidamente, Mikey oyó unos rasguños y sintió unas manos ásperas recorriendo su cuerpo.

Cuando miro bajo el, toda su ropa quedó rasgada, maltratada, Donnie lo había hecho. Con aperturas por todos lados, Mikey rápidamente empezó a sollozar mirando a aquel demonio de máscara púrpura frente a el con la mirada desaprobatoria.

—No me hiciste caso, así que tuve que hacerlo. —Mikey miro con una mirada en la que solo se hallaba dolor —Ponte esto mejor. —Donnie extendió la mano, tenía un suéter de color púrpura los pantalones eran de licra cortos, del mismo color, que lo hacían ver como una perra sucia.

Mikey vio como el demonio salió de la habitación y la cerró, dejándolo solo con aquellas prendas de vestir que lo harían ver ridículo.

Mikey sabía cómo perdonar lo que la gente le decía, pero lo que le hacía era difícil de olvidar.

Con mucho dolor acumulado en su corazón, la pequeña sabandija se echó a llorar. Sintiendo un profundo dolor en su corazón.

Violentometro [ ✓ ] [ ROTTMNT ] (18+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora