Culpabilizar

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Mikey despertó otra vez. Pero esta vez ya no había pasado la noche en ese apestoso sofa. Miro a su lado, ahí se encontraba Donnatello, su dulce novio, de espaldas abrazando la almohada. Con movimientos ligeros, bajo de la cama, se puso su bandana, tomo la toalla que estaba en el clóset y salió rápidamente escaleras abajo.

Después de ducharse, Mikey se preparo para salir, en cuanto vio el reloj, se quedó atónito de lo temprano que se había despertado «6:52 am». Se atrevió a asomarse de nuevo arriba, cuando se asomo a su habitación, efectivamente su novio aún estaba dormido. Con al toalla enrollada alrededor del pecho, Mikey camino de nuevo con pasos furtivos hacia el clóset, tomo una playera de color blanca, un suéter de color naranja al igual que los pantalones. Para concluir se puso unos tenis Nike de color blanco. Al amarrar las agujetas, se preguntaba mentalmente como iba a ser el suscriptor que lo había invitado a un restaurante para que se conocieran. Imaginaba chicos, en la mayoría feos, porque sabía que la mayoría de los chicos en internet no eran guapos. Pero no importaba, solo iba a hablar con él y tal vez, forjar una nueva amistad.

Afortunadamente, el restaurante era uno de esos que estaban cerca de las afueras de la ciudad, de esos que siempre están abiertos por los visitantes de las afueras.

Miro detrás de él por última vez, no se había despertado, ninguna sombra que hubiera advertido, nada. Se acercó dando pasos enormes hacia la puerta, le temblaban las manos, tenía las llaves de la puerta en la mano, abrió la puerta después de haber metido las llaves y girar. Salió con prisa.

Afuera de la casa, la ciudad entera parecía Silent Hill. Una niebla cubria todo lo que estaba en el campo de visión de Mikey, impidiéndole que esté pudiera ver qué estaba más allla de todos esos autos estacionados enfrente de las casas. Sin más, Mikey echo a correr hacia el lado izquierdo de la calle. Por la banqueta, Mikey sentía un escalofrío correrle la piel. Hacia frío, pero no tanto.
Se abrazo a si mismo ya pesar de la niebla, avanzó. Sabía dónde estaba aquel lugar al que fue invitado.

(Donnie)
Donnie quien aún seguía con las sábanas pegadas alrededor de la cintura. Se encontraba luchando con eso.

Estaba en medio de la oscuridad, oía voces que provenían de todos lados. Llamaban a su nombre, Donnie llevo sus manos a la cabeza y cerró los ojos con toda su fuerza, lo más que pudo intentando callarlas.

(Ya basta por favor, ya basta)

Ese eco mental solo resonó en aquella oscuridad que lo rodeaba.

(Donnie, Donnie, Donnatello)
(Por favor ya callense déjenme en paz)
(Hazlo Donnatello tienes que hacerlo tienes que hacerlo antes de que el pequeño...)

Sin más fuerzas, comenzó a sollozar haciendo que unas lágrimas rodarán por sus mejillas hasta rápidamente secarse en el suelo negro de su mente.
(PARA YA POR FAVOR ¡¡¡BASTA YA!!!)

Aquel eco mental fue suficiente para lograr que abriera los ojos, estaba en su habitación con la sábana pegada en la zona de la cintura.
Rápidamente se echó a llorar. No sabía cómo derrotarlo, ¿Cómo lo haría?

Entres sus pensamientos se preguntaba por qué el. Podría haber sido Mikey, o tal vez alguna otra persona al quien le hubiera tocado vivir con eso durante toda su vida. Pero, ¿Por qué a el?
La pregunta se hizo constante en cuestión de segundos hasta que la pregunta se detuvo en cuanto el escucho de nuevo esa voz como el disparo de una escopeta en una habitación cerrada.

(¡¡¡TIENES QUE HACERLO DONNATELLO HAZLO HAZLO HAZLO HAZLO!!!)

Donnatello siguio llorando y así podría hacer durante toda la vida sino encontraba una manera de escapar antes de que fuese demasiado tarde.

Cuando puso una mano a su costado, justo donde debería encontrarse Mikey. Estaba vacío, de seguro está viendo Televisión. Pensó Donnie siendo tan ingenuo una vez más en su vida.

A las 07.12 am, Mikey había llegado al fin a su destino, la niebla había desaparecido por completo y el sol lo rociaba con su mágico calor.

Se sentó en una de las mesas que estaban cerca de las ventanas, el restaurante era de seis pisos con un estacionamiento debajo de el. Uno de los restaurantes más elegantes de toda la ciudad.
Miro por todas las direcciones posibles en busca de ese suscriptor que había estado esperando.
No había nadie más en el restaurante salvo una pareja —Heterosexual— de humanos que estaban siendo atendidos por el Señor Hueso.
Agitó su cabeza desesperado de nuevo en todas las direcciones buscando el suscriptor.
Hasta que al fin llegó pasar por la puerta de cristal, un chico que aprecia de unos diezciseis años para ser exactos. Llevaba unos jeans con la zona de las rodillas rasgadas y una playera de color marrón claro, el borde del cuello era de marrón oscuro. Era de estatura media,
tenia cabello teñido de azul, delgado hasta los huesos.

Cuando este giro su cabeza en direccion a donde se encontraba a ese YouTuber que tanto admiraba, sonrio y se acerco con prisa algo exagerada.

Arrastro silenciosamente la silla hacia atras y se sento, acomodandose el trasero.

—Lamento haber llegado tan tarde. —Dijo aquel muchacho con una expresión casi inexpresiva en su rostro.

—Supongo que tu eres «Mr. Hunter 1980». —Concluyo Mikey.

—Asi es. —Respondio el chico.

—Pues me da gusto conocer a uno de mis suscriptores en persona.

Después de larga plática, de esas que tienen los bloggers con sus suscriptores, una cosa llegó a la otra y de repente, aquel chico se atrevió a decir:

—Pues mira que curioso, mira que mientras me encontraba navegando por nuestro chat de conversación, me encontré con algo.

Mientras el chico sacaba su celular y hacia algo que el menor no alcanzaba a ver. Después de unos segundos, el celular se interpuso en la cara del menor mostrando un chat de conversación de el que mostraba un mensaje:

«No puedes responder a esta conversación. Más información»

Al leerlo, Mikey se quedó algo atónito, ante aquel mensaje, Donnie había entrado a su computadora, Era lo que también quería decir ese mensaje.

Tras una explicación larga donde Mikey había intentado ocultar su tono algo preocupado, el muchacho rápidamente se había dado cuenta de la situación. Su novio. Había hecho algo, sabía que envía novio ya que en un vídeo publicado por el, había mencionado aquello.

Al llegar a la casa, Donnie estaba en la cocina preparando el desayuno cuando su amor llegó pateando la puerta y corriendo escaleras arriba hacia su ordenador. Al acceder se quedó estupefacto al ver la lista de contactos bloqueados, lo hizo Donnie. De eso estaba muy seguro.

—¡¿Que carajos te sucede?! —Mikey vio a Donnie detrás de él. —¿Los bloqueaste? ¡¿Pero por qué?!

—Porque te lo merecias —Dijo Donnie en un tono sombrío. Su postura de hizo más corpulenta de repente.

—¿De que carajos estás hablando? —Mikey añadió en un tono amenazante.

—Admitelo Mike, sino me hubieras engañado con tus seguidores solo para que ellos se acuesten contigo, nada de esto habría pasado. —La mirada de Donnie obtuvo un aspecto sombrío.

—¡¿Acostarme con ellos, Donnie estás loco?!

De repente, el mayor se acercó a el con su postura corpulenta, con una mirada seria en los ojos del menor, Donnie llevo una mano a uno de los hombros del menor y añadió:

—Admitelo Mikey, todos sabemos que la culpa es tuya por haberme puesto el cuerno con todos esos.

Su novio ahora lo culpabilizaba ante algo que no era verdad. Era algo muy malo.

Violentometro [ ✓ ] [ ROTTMNT ] (18+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora