Violar (Parte 2) (+18)

681 34 2
                                    

Advertencia:
Violencia extrema y Gore en este capítulo. Se recomienda discreción.

también temas relacionados al abuso de menores de edad.
______________________________________

—Cuando era un niño —Mike prosiguió con aquel relato. —Mi papá Rafael tomaba demasiado en aquella época, tenía como unos seis o cinco años. Mi otro papá hacia lo que podía para evitar que esté lo hiciera, pero mi padre abusaba de su propia fuerza para castigarlo cada vez que el otro lo contradijera —Solto un suspiro rápido— (“Ya deja de tomar Rafael por favor” era el tipo de cosas que le decía y era el tipo de cosas por el cual Rafa siempre lo golpeaba hasta que el otro simplemente ya no podía), recuerdo que cada noche cuando mi papá regresaba del trabajo, Papá Leo siempre me decía “Mike, ve a tu cuarto ahora por favor”, creía que era para hablar pacíficamente acerca de esos temas aburridos de los que siempre hablan los adultos... —Unas lágrimas amenazaron con salir, el hilo de voz algo rota, su dolor era notorio.—Pero ellos creían que yo no oía ni veía lo que ellos hacían. Como le gritaban a mi... —Se formó un nudo en su garganta mientras hacia lo posible para seguir con su relato— Recuerdo como lo golpeaban hasta que mi padre se quedaba sin fuerzas.
»Cuando acababan de pelear, ellos siempre se encerraban en la habitación. —Mikey negó con la cabeza levemente y repetidas veces— Recuerdo que cuando mi papá una vez llegó borracho a la casa... El entro en mi habitación, recuerdo que estaba dormido, cuando abrió la puerta de un portazo fue suficiente para darme cuenta de que su aliento era horrible... (“Eres un niño muy bueno Mike”, me susurró y entonces se acercó a mi) y... El... El... —Cerro los ojos dejando escapar unas lágrimas y con un nudo en su garganta dejo escapar—: ¡Me violó!

Y entonces hizo el esfuerzo más grande para no llorar pero aunque Donnie no le tomo mucha importancia, simplemente lo seguía con el arma en la mira, empujó una toalla y unas prendas de color morado en la mesa hasta que estuvieron al alcance de Mikey.

Mikey estaba a punto de romper en llanto cuando noto aquel bulto de prenda y otras cosas moradas que Mikey no comprendió que eran.

—Bañate, —Dijo Donnie fríamente bajando el arma, desviando su mirada— Ya no quiero saber nada más acerca de
tus cochinadas. Hazme un favor y lárgate al baño, y cuando hayas terminado de ducharte vas a la habitación, ahí te voy a estar esperando. Tienes solo diez minutos para estar bañado, sino, me obligaras a hacer algo que...

No quiso oír nada más proviniendo de el cuando oyó un «tic-tac», se dio la vuelta y vio como Donnie ponía cronómetro. Joder, esto va en serio, pensó, entre sus manos traía aquel bulto que Donnie le había dado, lo miraba con asco y miedo, una nube de dolor se formó en su cabeza.

[...]

Ahí estaba el. Se encontraba de espaldas en la regadera, su cuerpo aumentaba de temperatura conforme el agua fría iba paseando por todo su cuerpo. Fue entonces que cinco minutos después de haberse cubierto de esa capa espumosa de champú de lavanda. Cerró sus ojos mientras acariciaba lentamente su cuerpo en forma de brindarse cariño a si mismo. Necesitaba amor porque es lo que todos necesitan —Absolutamente todos—, nadie puede vivir sin amor.

Sentía que la llama de su calor se apagaba en su cuerpo al sentir la capa transparente y limpia del agua cubriéndolo.

Oyó el lento y frío «Pipipipipipipi» del cronómetro, el tiempo se le había acabado.

Fue entonces que mientras seguía duchandose mientras el demonio se encontraba con pasos descuidados rondando. Mikey estaba sumergido en aquel vacío negro de color petróleo de su mente que ni siquiera escucho cuando esté abrió la puerta. Ni siquiera escucho los pasos lentos de Donnie y como este abría la puerta corrediza de la regadera para entrar con el.

Pero sus pensamientos fueron interrumpidos en seco cuando de repente, noto que su novio se encontraba detrás, completamente desnudo, Mikey se había metido a bañar con su bandana púrpura. Antes de que este pudiera decir algo, la mano enorme de Donnie lo callo. Mientras se pegaba hacia el, Mikey comenzó a gemir al sentir la enorme verga de su novio entrando en la pequeña puerta, intento gritar del dolor cuando sintió como el pene de este desgarro por completo —y lento— la entrada de este en un amasijo de carne, sangre y semen. Mikey gemia, jadeaba pero de dolor. No podía gritar más bien se obligaba a no hacerlo. Las fuertes embestidas de su novio al violarlo fueron bruscas que sintió más placer en lugar de dolor. Claro que sentía dolor, pero mentalmente.

«¡¡¡Ayúdenme por favor!!!», grito en su mente solamente. Ya que en medio de un vecindario tranquilo, nadie podía escuchar los gritos de una zorra.

—Disfrutalo cariño. —Le había dicho su violador.

—Te juro que si cooperas, no saldrás herido Mikey, esto será más placentero para ambos si te dejas llevar. —Habia dicho mientras una sonrisa se extendia por sus labios al ver cómo su víctima tenía miedo ante el. Los gritos mentales en Mikey resonaron hasta que este ya no pudo más.

Violentometro [ ✓ ] [ ROTTMNT ] (18+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora