Había acabado de hacerle el amor por tercera vez, Mikey tan solo había cerrado los ojos en cuanto el otro lo había empujado hacia la cama. El pecho de Mikey se golpeó y rebotó ligeramente en los resortes y la lana de aquella cama, sentía el dolor comprimido del golpe y entonces Donnie le llevo una mano a la parte superior trasera del caparazón, entonces fue que cerró los ojos con todas sus fuerzas. Esperando a que ese terrible ardor sangrante terminara. En su mente suplicaba por piedad hacia la nada. Su mueca era de dolor absoluto. Aunque Donnie fingió no percatarse de aquella mueca suplicante, sintió que tal vez
no sería necesario follarlo duro esta vez.—Levantate perra. —Dijo el en un tono de voz ronca. —Eso puta. —Dijo de nuevo una vez que esté, con sus manos temblando a una velocidad anormalmente perturbadora se levantó. —Ahora vamos. —Le dió un ligero golpe en la espalda con la palma de la mano, aunque el caparazón de Mikey tan solo sintió una ligera y hueca vibración en todo su caparazón. No quería que su vida terminara así, siendo asesinado por un pervertido psicópata.
—Por favor, N-N-N-N-No me hagas... —Tartamudeo Mikey con un moreton enorme que bañaba en un tono púrpura su hermoso ojo. Ni siquiera había acabado cuando escucho aquel sonido de una ruda pequeña metálica golpeando ligeramente su slit.
Mikey se estremecio en cuanto sintió aquello. Oh no, pensó.—Camina puta zorra. —Susurro Donnie poniendose detras de el, un poco agachado para que sus labios alcanzaran su cuello.
Mikey solo pudo extender de forma exagerada las manos en el aire, completamente petrificado, solo pudo seguir las instrucciones de su violador. Con pasos cautelosos, —Ya que las piernas flacas de Mikey no paraba de temblar—, alzó la mirada... Al igual como su padre lo estaba haciendo en ese mismo instante y en ese momento una duda azotó su mente. ¿Su padre sabría que estaba siendo secuestrado en ese momento?
-Sigue caminando puta sea. -Alerto Donnie en un tono molesto. Sacandolo de aquella brazada nebulosa de pensamientos turbios. Su padre obviamente no estaría enterado, pues tenia la cabeza llena de otro tipo de problemas.
Cuando despertó, lo primero que vio con los ojos entrecerrados y la mente pesada y adolorida, fueron las manecillas del reloj marcando las cuatro en punto de la madrugada, no sabia que lo había despertado, de eso no estaba seguro, Donnie no podría ser, pues esperaba un cubo de agua fría por parte de este y sobre todo una nalgada, ¿Y por que no?, un ''¡¿A que horas sirven de comer en esta pinche casa?!'', pero Donnie al igual que el tenia la cabeza procesando una idea, una idea perversa y una idea brillante. No podía parar de admitirlo mentalmente, con aquella playera que Donn le había puesto para dormir hecha harapos y la sabana que este le había puesto encima hecha jirones.
Ladeo vagamente su cabeza y se fijo por la ventana. Aun estaba oscuro alli afuera, pero el viento silbaba y se pegaba ligeramente contra las ventanas trayendole recuerdos muertos de un lugubre noviembre a Mikey.
—Ya despertaste. —Dijo Donnie forzandose a si mismo a levantarse apoyando sus manos en el sofa y levantando vagamente su trasero. Cuando Mikey se giro lentamente hacia Donnie, con una mirada cansada, el menor solo pudo decir una cosa:
—Vete a la mierda. —Susurro el menor con la respiracion algo entrecortada, su voz estaba afonica.
Donnie lo miro de reojo y le dio una ligera sacudida.
Comprendio lo que iba a suceder y fue entonces cuando Mikey comprendió que jamás había estado listo para una relacion, tal vez jamás estaría listo para una.
Pronto se levanto haciendo un gran esfuerzo, pues su cuerpo estaba atascado aun en aquel sofá enorme. Donnie se acerco y lo encamino hacia la cocina. Tras haber cruzado la puerta acompañado de aquella sabandija panteonera, un golpe severo ataco la pantorrilla izquierda de Mikey, se sintió tan aspero el pie de Donnie cuando se desplomo, no sin antes sentir un breve cosquilleo en su cara (Por culpa de la silla que se encontraba ahí).
—Eres una bonita perra. —Susurro Donnie y en el se notaba el fantasma del cadaver en el que se convertiría.
Inútilmente, Mike rompió en ligeros sollozos, que gran error.
La compañía de Donnie se hacia cada vez mas oscura hasta el punto que Mikey solto un grito ahogado desde lo mas profundo de su mente. Grito y después forzó de nuevo sus debiluchas piernas y recargo sus flacos brazos en el asiento.
—¡Ayúdenme por favor! —Era una voz que imitaba un grito, unas cortas líneas de color rojo fresa dibujadas en su cuello comenzaban a arder. En su mente el horror y el pánico pronto lo transformarían estaba volviéndose loco al igual que su novio.
Loco como aquel hombre que había visto en la calle Jackson. Auqle hombre el cual su bata marron y desgastada estaba hecha arapos. Su playera tenia dibujados algunos rasguños que dejaban ver partes de su abdomen.
—Andale. —Habia dicho aquel hombre—. Te la chupo.
Tan solo unos segundos fueron suficientes para haber puesto a Mikey en un estado mental critico.
Gritaba, pero al parecer los vecinos de a lado tenían muy fuertes sueños, tal vez donde algunos se estuvieran bañando en una tina llena de dinero, tal vez soñando que un monstruo con cabezas de sirenas los persigue en el bosque, pero eso si, nadie estaba atento a aquellos debiles y afónicos gritillos que salían desde el palido corazón de Mikey. Sus ojos rápidamente fueron inundados por lagrimas.
Se había levantado, sus piernas flacas no paraban de temblar ante la presencia negruzca de aquel demonio que portaba una bandana purpura. De pronto, su mirada se ennegrecio, no podía describir su miedo ante aquella vacilante escena.
Para evitar derribarse antes de la gran batalla, sus dedos se apretaron en torno al borde plateado del lavamanos, miro con el rabillo del ojo hacia los cajones debajo del lavabo. Levanto la mirada solemne hacia Donnie, avanzaba con pasos lentos y no tan vacilantes. La primera lagrima descendió por su ojo derecho.
Pero entonces, todo a su alrededor se puso en un tono sepia. No podía ver con total claridad.
—¿Sabes lo que hago con las zorras como tu? —Susurro Donnie apretando sus dedos en torno a su barbilla y su mandíbula inferior.
Mikey negó con la cabeza, el miedo era mayor en su mente que ya no podía abrir los ojos. El miedo lo estaba comiendo como una enfermedad.
—¡¡¡Pues me las follo y me las tiro a la basura, porque ahí es donde pertenecen!!! —Grito con una mirada repleta de ira dura y atemorizante. Esto va en serio, pensó Mikey.
Y Mikey cayo. Esta vez no tenia fuerzas para pelear, o tal vez si, pero en alguna parte.
Y entonces, un destello se abrió ante su mente.
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Violentometro [ ✓ ] [ ROTTMNT ] (18+)
FanfictionMikey había iniciado su relación amorosa cuando solo tenía diezciocho años de edad con un hombre de veintiuno llamado Donnatello. Creía que todo iba a ir muy bien. Acompaña a Mikey a las treinta etapas de este infierno, ¿O tienes miedo? ____________...