Nuevamente lo había hecho, Jimin se había escapado otra vez, tenía más de quince días haciéndolo, Taehyung no sabía a donde iba, eso lo hacía preocuparse aún más, había visto, lo mucho que le costaba coordinar, estaba enojado con él, no quiso hablar con nadie de lo que sucedió el día que se escapó del hospital, Taehyung tampoco sabía si estaba bien ir y pedirle explicaciones, extrañaba a su mejor amigo, pero de la misma manera sabía que Jimin no era el mismo, se había encapsulado en una burbuja, no hablaba más con él, eso dolía, su corazón se oprimía, confiaba en que, en cierto momento Jimin acudiría a él, lo deseaba con todas sus fuerzas.Esa mañana a Jimin le tocaba ir a terapia, para Taehyung no fue una sorpresa no haberlo encontrado en la cama, últimamente se había estado esforzando el doble, con tal de no recibir ayuda de los demás, motivo por el cual Jimin insistía en hacer todo solo.
Miro la hora del reloj, apenas era hora del desayuno, así que levantándose de la cama se dirigió a la cocina en busca del rubio, pero para variar, no se hallaba allí, ni en ninguna otra parte de la casa, Taehyung soltó un suspiro frustrado, sabía que, a pesar de llamarlo a su celular, este no contestaría, así que eso no le dejaba más opción, que averiguar con sus propias manos a donde iba cada mañana, esperando que Jin no se enterara de lo que Jimin hacía.
La mañana del viernes Taehyung puso su plan en marcha, sabía que Jimin se levantaría aproximadamente a las 5 a.m, por lo que él tendría que despertar antes y tener una buena excusa para no encontrarse en la cama, por lo que adelantándose a cualquier movimiento de parte del contrario, decidió esperar adentro del auto del rubio, sabía que era imposible que Jimin se lo llevase, ahora no lo dejaban manejar, ellos preferían que Jimin se enojase, a exponerlo a cualquier tipo de accidente, sabían que podría perder la coordinación en algún momento.
Exactamente una hora después Taehyung pudo observar al rubio salir de la casa, a diferencia de otras mañanas ese día definitivamente lucia mejor, caminaba bien, a simple vista no se notaba ninguna expresión de molestia, haciendo memoria recordó que desde que empezó a escaparse el semblante de Jimin había cambiado, incluso juraba haber visto una pequeña sonrisa en su cara, observo como un taxi se detuvo y al pequeño rubio ingresar en el, por lo que no pensándolo más de dos veces, encendió el auto y se dispuso a seguirlo, si existía un dios, que este lo perdonara por invadir la privacidad de Jimin, pero necesitaba respuestas y las obtendría de alguna manera.
Jimin caminaba apresuradamente por los pasillos del frio hospital, tratando de coordinar sus pasos, agradeciendo internamente el que ese día tan solo había amanecido con un ligero entumecimiento en su brazo derecho, se había sorprendido de no ver a Taehyung, pero igual no podía pedirle explicaciones si él no las daba primero.
Una sonrisa se formó en su rostro, a unos cuantos metros de él podía observar a Yoongi, en una de sus manos llevaba un pequeño vaso desechable, tenía los ojos cerrados, mientras apoyaba su cabeza en la pared a sus espaldas, cuando por fin estuvo un par de pasos más cerca del pálido, pudo observarlo mejor, su piel que era normalmente muy pálida lo estaba aún más, podía observar unas marcadas ojeras en su rostro y sus labios se encontraban resecos, suspiro cansadamente, era algo inexplicable lo mucho que le dolía la situación del pelinegro.
—Yoongi Hyung he llegado— hablo Jimin.
Pudo observar como este con una asombrosa lentitud abría sus ojos, tardando unos cuantos segundos en posarlos sobre su persona.
—Jimin, llegaste, toma, esto es para ti— el contrario le extendía el pequeño vaso desechable que traía en su mano, mientras le regalaba una sonrisa— antes de que te quejes, no, no es café, es chocolate, extremadamente dulce, no tienes cara de disfrutar tomar café, se nota que no sabes de la vida.
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Cuando se Ponga el Sol (YoonMin)
ФанфикEn la puesta del sol, cuando el cielo se tiñe de tonalidades naranjas y se anuncia la inminente oscuridad, los miedos aflorados en el corazón sobresalen a la realidad. El amor y el dolor, juntos en una lucha por sobrevivir a una noche más, porque to...