Yoongi

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El tiempo pasaba, a veces de manera lenta, en otras parecía avanzar en tan solo un abrir y cerrar de ojos, un mes había pasado de la manera más extraña, el vacío que la partida de Jimin había dejado era enorme, no era únicamente en él, también en las personas que lo rodeaban.

La primera semana sin él, fue la más difícil, se había encerrado en su habitación, saltándose comidas, no quería nada, era consciente de que su actuar estaba mal, pero es que el dolor era tanto que hasta respirar se dificultaba, no deseaba causar más preocupaciones, pero fue inevitable.

Todo cambio una semana más tarde, Seokjin y Namjoon habían ido a visitarlo, llevándole un obsequio, era una fina cadena de oro blanco, pero colgando de ella estaba estaban los anillos de Jimin, ese día había llorado como nunca lo había hecho en su vida, recibiendo consuelo en los brazos de Seokjin, ellos le habían recordado algo importante, Jimin estaría presente en sus recuerdos, él prometió tratar de mantenerse bien y seguir a delante, por lo que debería intentarlo, no era el único que había perdido algo, Namjoon y Seokjin perdieron un hijo, para ellos nuca fue de diferente manera, Taehyung perdió a su hermano y mejor amigo, un pedazo de su alma, el mismo había perdido a un esposo, Jungkook, Hoseok y Wendy perdieron a un buen amigo.

Pero el empujón final, sorpresivamente fue de parte del mismo Jimin.

Ese día el apartamento se encontraba sumido en un extraño silencio, lo que le indicaba que ni Jungkook ni Taehyung se encontraban, era una mañana muy fresca, se encontraba bebiendo una taza de café en el balcón, admirando lo tranquilo de la ciudad al amanecer, por lo que el timbre siendo tocado una y otra vez con insistencia lo sorprendió, su sorpresa aumento al encontrarse con Hoseok cargando a Yeonjun, no había planeado verlo, fue extraño cuando le ofreció pasar pero este se negó, argumentando que se encontraba apurado, dejando en sus manos un sobre, este le dijo que necesitaba leerlo y se marchó, dejándolo con mil preguntas.

Sentándose en una de las sillas que se encontraban en el balcón, decidió abrir el extraño sobre, el tiempo se congelo en ese momento, era una carta dirigida a él, agradeció encontrarse sentado, sus ojos se habían llenado de lágrimas al ver quién era el remitente, viendo a su alrededor y mirando momentáneamente el cielo que esa mañana estaba totalmente despejado, tomo un fuerte suspiro y comenzó con la lectura.





A ti el amor de mi existencia...


Yoongi, sé que leer esto es muy doloroso para ti, ¿Sabes la cantidad de árboles que he matado tratando de escribir algo para ti?, bueno, yo no, eres consciente de  que ahora me es casi imposible, pero a pesar de todo, unos hermosos ángeles están siendo tan buenos conmigo, que lo hacen por mí.

Te amo y te amare siempre, en esta vida y si es que la reencarnación existe, ten por seguro que te seguiré amando en la siguiente.

No sé cómo describir lo que vivimos, nuestro amor, fue corto, pudiera decir que al mismo tiempo fue triste, pero la realidad es que no, al contrario, fue sumamente hermoso, porque entre tantos miedos, preocupaciones y problemas, fue el momento más hermoso de mi vida, me hiciste el hombre más feliz mientras duro.

Porque cuando ya no pude más, tú me disté calma, paciencia y aguante, me sostuviste sin soltarme, me amaste sin condición.

Y estoy convencido que eso fue tocar el cielo.

Ser tu esposo por un pequeño lapso de tiempo, fue más de lo que esperaba, gracias, gracias por todo, por estar a mi lado, por hacerme feliz, por quedarte a mi lado a pesar de saber que nada iba a ser fácil.

Te pudiese escribir mil cosas en este papel, pero la realidad es que solo quiero decirte algo.

Haberte conocido en aquel pasillo de hospital fue épico, no fue un encuentro común, tu pateando, un bote de basura yo observándote hacerlo.

Lo siguiente fue tu y yo escapando para terminar comiendo helado, mientras mirábamos esa hermosa puesta de sol, teniendo una profunda charla llena de sentimientos, creo que nunca imaginamos que terminaríamos amándonos.

Unos meses después, eras tú el que me obligaba a salir de mi habitación, empujabas mi silla hasta el jardín a pesar de mis protestas y me obligabas a ver las pequeñas cosas de la vida, siempre admirare eso de ti, tú igual estabas llevando tu propia lucha, entendías lo que yo pasaba, pero nunca dejaste mi lado, porque fue hermoso entender que estar acompañado durante los momentos más difíciles, te hace más fuerte.

Todas esas maravillosas puestas de sol que compartimos, mientras nos fundíamos en un abrazo, los secretos que nos contamos mientras veíamos al sol esconderse atrás de los edificios de la ciudad, las pequeñas sonrisas y besos que me robabas a escondidas de las enfermeras, todo fue maravilloso, ahora puedo decir con seguridad que hiciste el resto de mi vida maravillosa.

Recuerdo las largas horas que pasamos en los cuneros, admirando la belleza de un Yeonjun recién nacido. Y Allí me dijiste "Jimin si tú tuvieses un hijo, ten por seguro que sería el más hermoso de esta habitación"

Creo que ese fue el día en que me di cuenta, que lo único que deseaba era despertar cada mañana y observarte.

Quién diría que precisamente en ese lugar y momento, me pedirías ser tu esposo.


Ahora quiero que hagas lo siguiente:

Vive, vive lo que yo no pude, ten esas aventuras que siempre soñamos con realizar, viaja por el mundo, cumple los sueños que tienes, no detengas tu vida por mí.

Está bien llorar, llora por un momento y si quieres culpar a la vida está bien, hazlo por un momento, pero a cambio, no olvides por un largo tiempo.

Haz tu vida de nuevo, sé que habrá alguien que te amara tanto como yo lo hice, lo único que pido es que me mantengas como un hermoso recuerdo.

Con esto me despido, sé que es imposible que te pida que no llores, así que no lo hare, pero recuerda que donde sea que esté yo te cuidaré, porque fuiste, eres y serás mi corazón.




Te amo.

Con todo mi corazón Min Jimin.

Por siempre tu chismoso.











Un par de lágrimas habían caído en aquella hoja de papel, es verdad que se encontraba llorando, pero no era exactamente de tristeza, eran por sentimientos encontrados, hacía tiempo que no se sentía tan esperanzado, no desde que no temía a Jimin a su lado, pero su ángel pensó en todo, aun sin su presencia física lo sentía a su lado, es verdad que cada palabra causo estragos hasta cierto punto dolorosos en su alma, pero esas mismas palabras estaban siendo un rayo de luz en su vida.

Tendría muchas noches oscuras y sin estrellas por delante, pero también estarían los días buenos, él sabía que vendrían, claro que no sabía si sería pronto, pero a lado de Jimin había aprendido muchas cosas, entre ellas luchar con sus miedos y contra sí mismo, tratando de ser vencedor hasta el final.

Mientras miraba el anillo que aun adornaba su dedo anular, sonrió feliz, Jimin siempre supo que necesitaría de esas palabras, por lo que hizo una promesa silenciosa, avanzaría, saldría adelante, no solo por Jimin, lo haría por el mismo, la vida le dio otra oportunidad de vivir, no la desperdiciaría.

Min Jimin siempre seria su ángel favorito, la luz en su oscuridad, su todo, lo mejor que le pudo haber pasado, sabía que derramaría más lágrimas en el futuro, pero prometía ser fuerte hasta el final.








"Mi corazón prometió ser tuyo desde el principio, tomaste mi mano y juntos nos embarcamos a una aventura extraordinaria, lo sabes y lo sé, ahora suelto tu mano, porque esto no es un adiós, es un hasta luego"

Cuando se Ponga el Sol  (YoonMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora