Namjoon

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Su corazón latía acelerado, debido a la carrera que estaba haciendo, sentía como sus músculos quemaban y el aire entraba dificultosamente a sus pulmones, cuando sintió que no podía más, se detuvo, con sus piernas temblorosas, camino hacia un árbol, sentándose bajo la sombra de este.

Al mirar al cielo, vio como este poco a poco se estaba despejando, había amanecido cubierto por nubes grises, pero ahora poco a poco, los rayos de sol, se filtraban a través de esas mismas nubes, su corazón que antes latía aceleradamente, lentamente regresaba a su ritmo normal, tomando un suspiro cerró sus ojos, con el fin de evitar que pequeñas lágrimas rebeldes escaparan de ellos.

Dolía, su pecho tenía un gran vacío, un hueco que no se podía llenar, su Jimin no volvería más, no habría más sonrisas de su parte, ni abrazos llenos de amor, habían pasado un par de meses, pero el dolor no disminuía, seguía allí, como el doloroso recuerdo de una pérdida.

Había intentado mantenerse fuerte, por Jin, por Taehyung, inclusive por Yoongi, pero cada día era más difícil, ¿Cómo aceptar que la vida lo había derrotado?, era una pregunta a la que aún no tenía respuesta, tal vez nunca la tendría, pero también sabía que Jimin no hubiese querido verlo así.

Los últimos días junto a él fueron demasiado difíciles, desde el hecho de verlo en una silla de ruedas, sin libertad de movimientos, hasta el momento en que perdió la capacidad de pronunciar palabras entendibles, se arrepentía de no haber pasado más tiempo junto a él, de que sus te amo no hayan sido suficientes, de no poder seguir manteniéndose fuerte, de tratar de evadir la cruda realidad, pero en ese momento ya no pudo más, su pecho dolía más que nunca, las lágrimas que derramaba en ese instante, revelaban la tristeza de un corazón de hierro, que terminó siendo de cristal.

Levantándose de su lugar, emprendió el camino a casa, una donde aún podría hallar consuelo, en los brazos de su hermoso esposo, el hombre que lo había mantenido a flote durante los momentos difíciles, ese que cambió su vida por completo, ese que tenía un hermoso corazón, uno que no dudaba al dar cariño y amor, el lugar donde su corazón podía tomar un pequeño descanso.

Al abrir la puerta de esa pequeña casa que contenía los sueños de Jimin, no pudo evitar sentirse orgulloso, sin darse cuenta su pequeño hermano había logrado mucho en la vida, camino por el pasillo, dirigiéndose a la habitación que ocupaban allí, buscando a Jin, no hallándolo por ningún lado, estaba a punto de tomar una ducha, cuando su teléfono sonó, indicándole la llegada de un nuevo mensaje, era de Jin, "Toma un baño, luego ve a la cocina y desayuna, recuerda que te amo, sé que pronto van a llegar días mejores", por mucho aquel mensaje era extraño, pero a través de los años había aprendido a no cuestionar las órdenes de Jin, por lo qué haciendo caso a la indicación, tomó un baño rápido y se dirigió a la cocina, sorprendiéndose al hallar su desayuno servido, una caja de pañuelos desechables y dos sobres de distintos tamaños en la mesa.

El sobre más chico tenía escrito su nombre, fue lo primero que tomó, abriéndolo, sacando la hoja que venía adentro.



Para Namjoon:

Mi súper héroe, mi hermano, mi papá, mi ejemplo a seguir, el hombre que más admiro, el que me dio más de lo que necesitaba, al que siempre amare, sin importar donde esté.

Escribirte a ti, es particularmente difícil, porque tengo tantas cosas en mi cabeza, que no sé qué poner, ni por dónde empezar.

Recuerdo el día que llegue a casa, era aún pequeño, no comprendí muy bien el hecho de que no volvería a ver a mis papás, hasta que tu hermosa madre, quien se convirtió también en la mía, me explicó que ellos estaban en el cielo cuidándome, fue allí que lo comprendí, me había quedado sin familia, estaba solo en este mundo, pero ¿Qué cosas no?, estaba tan equivocado, ustedes al recibirme con sus brazos abiertos me demostraron lo contrario.

Cuando se Ponga el Sol  (YoonMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora