La vida para Jimin se había vuelto un día a día, que debía aprender a sobrellevar, era despertar cada mañana y enumerar las razones por las cuales, a pesar de sus limitaciones agradecía seguir respirando y con vida. A su alrededor las cosas parecían agarrar su propio rumbo, mientras el aprendía a ceder las riendas de algunas situaciones, a las personas que lo rodeaban, como lo era el caso de recibir ayuda para vestirse, tomar una ducha, hasta la sencilla tarea de alimentarse cuando la ocasión lo ameritaba. Al principio se mostró renuente, le resulto ofensivo y lloro de la impotencia, pero logro comprender que al final, su familia y amigos lo hacían por él, porque lo querían y para que, a pesar de todo, el pudiese tener una vida normal y llevadera dentro de los estándares.
La sensación del tacto en el lado de su cuerpo que se vio afectado por el derrame, se vio definitivamente afectado, con el paso de las semanas y sus terapias, había logrado recuperarla un poco, pero no de la manera que a él le hubiese gustado. Sostener cosas con la mano afectada se volvió totalmente imposible y estar de pie por un tiempo razonable era una tarea muy difícil, por lo que después de un par de sesiones con Baekhyun, había logrado conciliar consigo mismo el adaptarse a la ayuda de una silla de ruedas, aunque trataba de no hacer uso de ella si no era necesario.
Todos esos cambios a los que se vio sometido de un momento a otro, hacían que algunos días amaneciera con una nube gris sobre su cabeza. Al final, jamás resultarían fáciles, pero se animaba al recordar que aún había ciertas cosas, que, aunque sean pequeñas, lograba hacer, su favorita era cargar al pequeño Yeonjun entre sus brazos, si, es verdad, no podía hacer nada más que sentarse y sostenerlo entre las almohadas, su brazo funcional y su cuerpo, pero esa actividad, para él era un esfuerzo increíble, y ya que Wendy pasaba muchas horas con él, debido a que aún no regresaba al trabajo y lo visitaba con frecuencia, se dedicaba a sentir la calidez y tranquilidad que solo un pequeño y puro ser como lo era Yeonjun transmitía.
Entre tantas secuelas físicas y malos ratos, Jimin aun encontraba motivos para ser feliz. Uno de ellos era ver la felicidad que Taehyung irradiaba, las sonrisas del menor se habían vuelto genuinas, la neblina que había empañado los hermosos ojos de su hermano por fin se iba disipando, y Jimin sabía que esa felicidad tenia nombre. No se encontró sorprendido cuando una de las muchas tardes que Taehyung pasaba con él, este no pudo retenerlo y le conto después de muchas salidas a las que no quería llamar citas, Jungkook por fin le dijo que deseaba cambiar el estatus de su amistad y convertirlo en algo mucho más fuerte, pidiéndole a Taehyung la oportunidad de demostrarle el buen novio que podría llegar a ser.
Otra de las buenas noticias que lo mantenían feliz y positivo, era que por fin Yoongi tenía una fecha programada para su operación, admitía que la situación era algo ambigua, porque mientras su propia salud iba en declive, Yoongi estaba a tan solo unos pasos más de una buena y efectiva recuperación.
—Creo que el brillo de esa cosa te cegara en algún momento—. Bromeo Taehyung, debido a que Jimin jugaba con el destello de su pequeña, pero elegante y brillosa argolla de compromiso que ahora portaba—. Necesito que te concentres.
—Solo estoy pensando Tae, únicamente eso—. Contesto Jimin suspirando—. Pero te presto atención, mi capacidad de raciocinio está completamente intacta.
—Entonces contesta mi pregunta—. Exigió Taehyung, con una ceja alzada.
—Realmente, no te preste atención—. Admitió Jimin con una sonrisa de arrepentimiento y haciendo un ligero puchero que Taehyung no resistió apretar.
—Te decía que Jin desea saber, si con un simple juez de paz basta, o desean algo más como una iglesia llena de flores—. Taehyung hacia señas con sus manos, lo que Jimin encontró gracioso, por lo que termino burlándose de su acompañante—. El hombre está desesperado por saber, así que Jimin, por mi estabilidad mental decídete.
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Cuando se Ponga el Sol (YoonMin)
FanfictionEn la puesta del sol, cuando el cielo se tiñe de tonalidades naranjas y se anuncia la inminente oscuridad, los miedos aflorados en el corazón sobresalen a la realidad. El amor y el dolor, juntos en una lucha por sobrevivir a una noche más, porque to...