- - - - - - Capitulo 6: Desconfianza y dudas - - - - - -

1.1K 56 97
                                    



Había sido una noche larga para xóchitl, apenas había podido dormir una hora más o menos. Sentía los ojos un poco pesados. Al levantarse a preparar su desayuno, por poco y le hecho jugo a su café de olla, a ratos cabeceaba de sueño contra la mesa, pero no podía darse el lujo de dormir, tenía trabajo por hacer. El agua fría del pozo la ayudó a mantenerse despierta, al menos por un rato para evitar hacer tonterías.

Los sucesos del día anterior habían sido perturbadores para ella, el de la noche aún más. Parte de ella quería creer que todo había sido uno de esos días en los que todo lo malo, te puede pasar. Pero era demásiada coincidencia todo lo que había pasado en los últimos días, las lluvias repentinas, las velas, el anciano, el funeral, la serpiente, el rio y lo del hombre de anoche, debía admitir que, a cierto punto, además de ser tenebroso, resultaba cómico. Por otro lado, los relatos de la ancianita y la leyenda que contó gato, parecían ser cada vez más reales y aquel escorpión en el frasco, era una prueba.

Tras arreglar un poco su casa, se despidió de su pequeño Gaznate, ella solía dejarlo salir a dar la vuelta hasta que ella regresara de su trabajo, otras veces lo dejaba dentro de casa, pero de una u otra forma encontraba como entrar y salir de esta, era muy listo para ser un cotorrito. Tomó su bolso y metió el frasco aún envuelto en aquel trapo, dentro de su bolsa.

Emprendió rumbo a la casa de Leo, debía ir a verse con él como el día anterior lo habían acordado, pero al llegar, se encontró con la noticia de que él, había salido desde temprano.

Doña Toñita le ofreció a la india que pasara a almorzar con ellos. Amable, la muchacha aceptó, tal vez Leo no tardaría, además realmente quería mostrarle lo que había atrapado anoche.

Por su parte, Leo se había despertado muy temprano para ir a ver al padre Chuy, no quería despertar sospechas, con el pretexto de que le debía devolver un libro que accidentalmente había tomado y que realmente el padre lo iba a necesitar ese día para dar una clase, obtuvo el permiso para ir a devolverlo. Desde la reja de la hacienda observó a Valentina y a Santiago, acompañados de algunos niños, quienes se dirigían a un pequeño edificio en el patio donde se encontraban los baños y las regaderas, probablemente apenas despertaban y debían ir a limpiarse los dientes y la cara. Sigilosamente corrió rumbo a donde el padre lo había citado la última vez, para su sorpresa, el padre Chuy iba de salida rumbo a la iglesia, tenía que revisar los escritos de fray Godofredo. Ambos caminaron rumbo a la iglesia, en el camino Leo le relataba al padre todo lo que había platicado con sus vecinos y amigos, nada fuera de lo común.

El padre Chuy se encontraba preocupado, no porque ese hombre regresara, sino porque parecía muy tranquilo. Algo planeaba.

- Muchas gracias por haber guardado el secreto Leonardo, estaré hoy todo el día revisando libros. - Dijo el padre mientras se detenía frente a los escalones de la iglesia y se volteó hacia el castaño. - Por favor mantén los ojos abiertos, y procura no salir de noche. -

- Si padre, así lo hare, por favor cuídese. - De repente, el replicar de la campana anunció que era aproximadamente las 11 de la mañana. - ¡Ay Chin!, ¡Se me olvido, invité a Xóchitl a desayunar!, si se pone a hablar con Nando le va decir un buen de burradas ¡Perdón padre!, ¡Nos vemos! -.

Leo corrió lo más rápido que pudo rumbo a la panadería, rezando que Nando no contara cosas vergonzosas de él, no tendría donde meter la cabeza de la vergüenza.

- ¡Ya regresé abuela! – Anunció el muchacho con un tono de exaltación y miedo en su voz.

- ¡Hola mijito!, siéntate, ahorita te sirvo de almorzar. - Doña Toñita se levantó de la mecedora, donde acostumbraba bordar a veces y se dirigió a la cocina a calentarle a su nieto el almuerzo.

..::_ La Leyenda del Charro Negro_ ::..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora