- - - - - - Capitulo 8: Una historia del pasado. - - - - - -

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Había pasado un día entero desde esa noche, Xóchitl se sentía más segura de día al igual que todos ahí. Durante toda la noche y parte del día, Santiago, ayudado de Leo, tuvieron que tapar las ventanas y reforzar la puerta. Valentina y Xóchitl se habían pasado el día colocando cruces de madera por todos lados, los cuartos de los niños era lo primordial.

El padre Chuy, iba y venía de un lado a otro, se pasó colocando amuletos por toda la hacienda, regó todas las plantas con agua bendita, tanto en el interior como del exterior, ya fuesen de las macetas, zacate o simples hierbas que crecían por el piso. Se le veía muy dedicado en su labor.

Xóchitl se sentía culpable. Los niños, en su mayoría no habían podido dormir por el miedo, en especial Rosita, quien lloro casi toda la noche, hasta que el sueño logró darle un poco de alivio en los brazos de Valentina. Santiago nunca había sentido tanto miedo, en el fondo había tenido un temor que apenas había podido contener, no tenía idea de donde había sacado el coraje para hacer eso. Pues de donde lo hubiera sacado, no importaba, daba gracias a lo que fuera que lo hubiese impulsando.

Leo estaba muy asustado, aunque parte de él por fin se habia quitado un gran peso de la espalda, el padre porfin termino por contarles la verdad de lo que habian estado escondiendoles, claro que al principio sus amigos se habian decepcionado un poco con Leo y el padre Chuy, aun que no tardaron en comprender que estaban atados de manos y que su intención habia sido buena, pese a eso, Leo sintio que las palabras de Santiago y Valentina se habian hecho realidad.

Ya había pasado un largo rato, Leo y Santiago estaban exhaustos, tanto que Nando había tenido que ir a recoger a su hermano y llevarlo a descansar a la panadería, Santiago se había quedado dormido sobre la mesa del comedor, estaba a punto de comer algo y quedo profundamente dormido. La tarde había empezado a caer, dejando a Xóchitl y Valentina solas para descansar un poco, se sentaron en los escalones de la entrada viendo como caía el sol.

Valentina estaba muy preocupada por su amiga, tenía una mirada muy triste, quizás de sueño o incluso miedo, imaginar que casi ese hombre se la llevaba ayer, la hizo sentir un gran escalofrió por todo el cuerpo. Xóchitl volteó a ver a la minera, y le regaló una ligera sonrisa.

- Valentina, ¿te puedo contar algo? ... Es mi culpa... De haber obligado a Leo a decirme lo que pasaba, quizás nada hubiese pasado. - Hizo una pequeña pausa mientras dirigía su mirada al horizonte. -

- Es verdad... Apenas nos contaron que ese señor es... Ni si quiera quiero decirlo. Es estresante todo esto, por un rato creí que no habría más leyenda ni misiones locas. – Opinó un tanto fastidiada la minera.

- Bueno ahora sé lo que quiere conmigo... - No había necesidad de evitar el tema, podía hablar con ella, de seguro Leo se pondría triste. - Por un momento pensé que el charro quería otra cosa. -.

- ¿Cómo qué? - Pregunto Valentina.

- El día del escorpión... Cuando lo vi afuera de mi casa, me habló, dijo que había perdido a su caballo y que necesitaba ayuda para encontrarlo. Yo me negué, incluso le dije que yo tenía marido y que se podría enfadar. -

Valentina dio una pequeña risa, ante lo que dijo la india, se tapó de inmediato la boca, no era correcto reírse en ese momento.

- Perdón... no era mi intención. - Dijo avergonzada mientras dirigía su mirada hacia otro lado.

- No te preocupes, lo entiendo... En fin, yo le respondí "Mi marido no le agradara la idea" pero él me salió con que "no le pido que se escape conmigo, mucho menos que se case conmigo"... Eso me dio miedo... En serio, solo eso faltaría para rematar esto. -.

..::_ La Leyenda del Charro Negro_ ::..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora