Amor De Tres

Casi devuelta en casa

-. Me copias querida,cambió -. Suena el auricular en su oído.

-. Claro que si Ban... Guarda silencio .- susurró Aome, acomodandose entre las piedras.

-. Te apuesto a que no puedes hacer un triple kill!!.- reto Bankotsu al otro lado de la línea

Aome estaba perfectamente camuflada con su entorno, su pequeño tamaño la favorecía de sobre manera, ella y Bankotsu estaban en una misión, tenían a la vista un pequeño campamento terrorista, con su rifle, los veía a cada uno, la razón por la que no disparaba? Fácil, los estaba contando a cada uno de ellos, era excelente en su trabajó, la mejor se podría decir, pero lo que tenía a su favor era lo paciente y meticulosa que podría ser en esto, siempre tenía reglas propias, reglas que muchas veces rompía por culpa de Bankotsu, si, su compañero, mejor amigo y hermano mayor. Este estaba del otro lado del campamento, oculto igual que ella, se comunicaban por los auriculares altamente tecnológicos, que la organización gubernamental se había afiliado con una empresa de tales investigaciones.

-. Y bien querida? Ya has estudiado todo, que harás? Que ruta tomaras?.- río bajó

-. Shh, te oirán y no salvare tu patético trasero, son 16 en total, tal vez 20 con los que estan dentro o fuera de la vista.

-. Como proseguimos?

-. Discreción

Casi podía verlo sonreir del otro lado, pero no era momento de perder el tiempo, era el momento de actuar, moviendo el rifle con cuidado apuntó a su objetivo y disparo, un silencioso disparo que acabo de igual forma, una muerte silenciosa que ella adoraba, uno a uno fueron cayendo, primero los que estaban solos, los guardias, en su mayoría en esquina o paseando por zonas oscuras, una vez cumplida la primera parte se movió, sabia que Bankotsu la vigilaba con su propio rifle, el no se molestaría en ayudarla a no ser que fuese necesario fuera de eso, solo la veia y descansaba perezosamente en su lugar. Con algo de dificultad bajó la montaña, tenía que ser rápida y silenciosa para llegar al campamento, el tiempo corría en su contra como indicaba su reloj, saltando el último tramo se escabullo entre las sombras, se sentía tan segura en la oscuridad, lejos de la luz, su naturaleza era contraria a todos los demás humanos que conoció, todos se lo decían, ella rechazaba la luz, aquello que significaba esperanza, lucha, fuerza, seguridad le daba la espalda para sumergirse en la oscuridad. Tan silenciosa como un ratón se movió entre los arbustos, recogiendo municiones de los fallecidos y moviendo sus cuerpos en la espesa negrura, según sus cálculos le quedaban 3 personas, todos habían muerto en lo que se escabullia, con cuidado empezó a apagar las luces, fogatas y linternas permitiéndole a la oscuridad ingresar en el campamento, tranquilamente entro en la cabaña, agachada vio las tres figuras dentro, todos vunerables sonrió, uno dormía, otro escribia y el último cocinaba, no usaría su arma, era un desperdició pero eso no significara que no la necesitará, con cuidado saco sus cuchillas, cuchillos arrojadizos que lanzaba a sus objetivos cuando se trataba de ser cautelosa, mentiría si no dijiera que cada vez que hacia eso su corazón se aceleraba, sus manos sudaban y tiritaban, demasiada adrenalina para ella o era el nerviosismo de fallar y terminar muerta? Agitó su cabeza quitando esos pensamientos,se levantó con cuidado y lanzó los dos primeros cuchillos al dormilado y cocinero hombres, en un ágil movimiento inmovilizo al último que escribía, su curiosidad ganó y pregunto.

-. A quién le escribes?

-. A...a mi familia!!! Por favor!!! Tenga piedad!!! Tengo hijos que alimentar!! Una mujer que cuidar un hogar al .-fue abruptamente callado con un golpe en la nuca.

-. Si,si,si .- rodó los ojos.

Se aparto del inconsciente cuerpo y recogió sus cuchillas antes de dejar en penumbra ese lugar, la única luz que permanecía allí era su linterna, estaba revisando todo a su alrededor cuando un sutil crujido la alerto, lentamente llevo su mano a su pistola y apago la linterna, se movía con suma facilidad dentro de la cabaña hasta acercarse por la entrada, unos brazos la interceptaron, comenzando un forcejeo en que término siendo ella la de abajo, bufo molesto sabiendo de quien se trataba.