Sistema de alcantarillas

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Aome estaba asqueada, se sentía sucia y el pestilente olor a putrefacción no ayudaba mucho en su caminó, estaba a nada de quitarse la mascarilla y vomitar, pero debía suprimir ese deseo, hacerlo sería una mortal dosis de veneno a su cuerpo y su eventualmente, lenta y agonizante muerte. Había decidido junto a sus amigas que ella se encargaría de una zona en específico, el área de absorción de agua para ser específicos, todo iba bien con el rastreo de esa cosa, todo iba bien hasta que el rastro los condujo a las alcantarillas, seguramente apestaria un tiempo, ¿donde estaba Bankotsu cuándo se le necesitaba? Cierto, abandonado en la tierra medieval.

Hubiese sido más fácil enviar a As, pero le ordenó que protegiera a sus amigas, a diferencia de ellas, Aome contaba con cierta ventaja de regenerarse si se daba el caso, benefició que adaptó su cuerpo al aceptar a As dentro de ella, pensar y divagar era una buena forma de no pensar en la asquerosidad en la que, para su mala fortuna, se arrastraba, si tuviese que comparar a As con una película está sería Venom, compartían cierta similitud en su comportamiento, quitan el hecho de que uno era un extraterrestre y el otro un demonio que empezó como algo simple pero que a medida que absorbia cuerpos fue creciendo y deformandose hasta lo que era ahora, perfectamente serían primos lejanos, de alguna forma... Posiblemente.

De reojo vio movimiento, se detuvo y sujetó su pistola, contuvo la respiración y encendió la linterna, algo a su costado removió y escurrio entre las masas, un escalofrío recorrió su espina dorsal y continuó con su arrastre, el familiar sonido de agua cayendo la alegro, estaba cerca, solo tenía que acercarse y despegar los filtros, solo tenía que hacer eso,nada difícil.

Pero...

Frente a ella, en el drenaje dónde todos los conductos se conectaban entre si, la fosa cubierta de agua, ahora era esta a infestada de gusanos, uno que otro moviendose, Enredados, retorciendose y sumergirnos, había encontrado el nido, también descubrio que esa especie de hongo o babosa eran parte de estos, si tuviese que decir, eran una especie de alianza, los gusanos esparcien el hongo y estos traen la comida, maldijo el día en que dejo a Bankotsu en la tierra.

-. Al habla Aome, ¿me escuchan?

-. Aquí preciosa, las chicas fueron a verificar un gorgoteo .- respondió sorpresivamente Koga.

-. ¿ Estás bien ?.

Suspiró -. Si... Gracias a As para mi mala suerte, me rescató...

-. ¿En donde está él?

-. Acompaño a las chicas, cuándo terminen allí ira por ti, estoy en la sala médica, los pelisplata están desaparecidos

Fruncido el ceño dejando a un lado la radio, tenía cierta sospecha de As pero este no haría algo asi en semejante situación, entonces quedaban pocas opciones, la nave, algun lugar en la base o el nido, paso su linterna por las paredes infestada de huvecillos que eran protegidos por los hongos, cuando bajo está, los cientos de gusanos se agitaron moviéndose de un lado a otro, el agradable sonido del agua cayendo se vio opacado por los cientos de chillidos de esas cosa, al parecer la luz les hacía daño, miro con lástima su pistola, usarla no haría mucho daño, tendría que salir y volver con fuego, aseguró la radio en su lugar y se dio la vuelta dispuesta a irse e informar del descubrimiento, sus vellos se erizaron, el escalofrío invadió su espalda y saltó hacía adelanté embarrandose de esa asquerosa masa putrefacta,suprimió los deseos de vomitar cuándo algo sujeto su tobillo y la jaló directo al nido.

~¤~

Por alguna extraña razón todo era silencio, las chicas se habían ido a bañar y koga se fue, Touga se sentía inquietó, estaba en el salon esperando junto a su hijo cuándo sus instintos despertaron,algo no estaba bien, olfatea el aire captando el leve olor a putrefacción que se concentraba cada vez mas al pasar los segundos, agudizo sus oidos escuchando pequeños movimientos,de pisadas bajo ellos, algo se arrastraba y era grande, inconscientemente sujeto una de sus espadas, cerro los ojos en frustración al recordar que no podria usarla o moririan si la edificación sufría algún daño, mirando a su hijo ambos asintieron comenzando a buscar el origen de aquellos ruidos.

Amor De TresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora