Amor De Tres

Amargo sabor

Habian pasado dos días desde que fue secuestrada, se las arreglo para permanecer a Rin juntó a ella pero con un constante avisó de peligro que comenzaba a pasarle factura a estas alturas, dos días sin dormir bien u alimentarse y es que, quién aceptaría comida de un desconocido quién pudo haber introducido drogas o veneno, bostezo mirando por la puerta el jardín interior, deseaba descansar pero simplemente no podía desproteger a la pequeña.

Por otro lado Rin parecía ignorar a sus agresores y solo se dedicaba a peinarla constantemente, hacer coronas de flores o adornar estas a su cabello, la puerta interior siendo azotada las alerto, de inmediato jaló a Rin tras de ella para ver la figura del imponente hombre, una mueca de molestia le dedicó a su secuestrador.

- creo haberte dicho que cooperes, no? - se acercó - porqué lo haces más difícil?

- lastimosamente, no tengo las respuestas que necesitas - retrocede - Mantén tu distancia!

- pero si las herramientas para lograrlo! -sujeta su mentón- no estas en posición de ordenarme

- de hecho es una advertencia -golpea su brazo

- eres... Exótica mujer, lo admito, no eres como las damas de aquí, sumisas y calladas,no, tú eres más de pelear y gritar, mmm... Si... Eso me agrada

El pánico en el rostro de ella se hizo presenté, tuvo que cargar a Rin para seguir retrocediendo, no obstante los guardias bloquearon su único escapé de allí, trago en seco al oírlo

- Te convertiras en mi mujer

- y si me niego!?

- Moriras junto a la mocosa

Se mordio el labio ansiosa, si estuviesa sola, hubiese aceptado la oferta de morir u escapar, pero dado que estaba con carga extra sus opciones se limitaban bastante, ahora tenía el tiempo contado antes de que ese loco abusara de ella, el matrimonio no significaba nada para ella en esta época, pero tras un festejo viene la noche de bodas a la cuál se negaba rotundamente.

- vendrá el sastre a confesionarte un vestido más... -mira su ropa- adecuado

- ....

Pov Aome

Una vez más intenté abrir la puerta, pero esta estaba bloqueada desde afuera, pasó toda una tarde donde tomaron mis medidas para la ropa, hubiese dado pelea si no fuera porqué un guardia sujetaba a Rin, la advertencia era más que clara, buscando entre los cajones encontré uno especialmente para la decoración de cabellos, horquillas, son realmente preciosas pero las utilizaría como arma, respiró profundamente calmando mi nerviosismo, el plan era escapar a como diera lugar, dado que era de noche esto me facilitaría aún más las cosas, nuevamente muerdo mi labio al sentir una palpitacion desde mi interior.

- asmo... No...solo espera un poco más

Hablo con el demonio interno sellado en mi cuerpo, el suave golpe en la puerta da inició a mi plan, cogiendo las horquillas me escondo en una esquina, Rin esta en medio como carnada, la sirviente con bandeja entra en el cuarto, con la mirada baja en todo momento se acerca hasta Rin, en silencio cierro la puerta y la atacó desde atrás, no fue difícil matarla, se había agachado dejando la bandeja enfrente de Rin, lo lamento pequeña por los traumas!, su cuello crugio como papitas, arrastró el cuerpo y lo oculto en el futon, no sin antes de ponerme sus ropas sobre las mías, con una seña le indicó a Rin que me siga, lo siguiente era hacerme pasar por una sirviente y convencer a cualquiera qué se me ordenó llevar a Rin a un baño, dicho y hecho estábamos caminando por los pasillos del lugar, de reojo observaba todo, Rin sujetaba mi vestimentas para no perderse, frente nosotras se hayaba la salida principal, los latidos de mi corazón comenzaban a aumentar a medida que nos acercabamos, casi podía sentir la liberación de este lugar, pero he cantado victoria antes de tiempo, un guardia se interpuso en nuestra huída, Rin se oculta tras de mí, deslizó mis manos dentro de las mangas sujetando la horquilla.