~Continuación~

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Aome jadeo y cayó de rodillas al suelo cuándo su cuerpo fue reconstruido nuevamente, realmente aún no se acostumbraba a la reconstrucción de su ser de un tiempo a otro, se tomó un tiempo antes de levantarse y sacudir sus ropas, estaba en una cueva oculta en el bosque, vagos recuerdos de ella, en una edad más pequeñas se formaban a partir de lagunas, la respiración en su espalda envío escalofríos por su cuerpo, detras suyo yacía As en su forma terrenal, cuerpo de un can con partes de este en términos de huesos, ciertamente parecía un Wendigo, uno peculiar a decir verdad.

.- Deberías irte antes que tu yo menor te vea.

-. Hmp... .- asintió perdiéndose entre la vegetación.

Pensamientos iban y venían durante su trayecto a su hogar, la vaga sensación de nervios se instaló en su estómago, se detuvo unos instantes tocando su cabeza, respiró profundamente y decidió sentarse, se había dormido o entrado en una especie de meditacion, cuándo regresó en si se percató de la oscuridad de la noche, se hubiese congelado si no fuera por la pérdida de sensibilidad en su cuerpo, aún así de forma inconsciente rodeo sus brazos y reanudó su camina, el bosque estaba tranquilo, la tenua luz de la luna le daba cierta belleza al lugar, a lo lejos diviso las familiares luces naranjas del templo, se había detenido, no sabiendo el porque o tal vez si, era miedo de ver la realidad que de forma inconsciente se negaba a creer.

-. Basta de eso .- murmuró -. Debo ir...

Se escabullo entre en los alrededor del templo hasta llegar a la ventana del baño, no se sorprendió o era que ya no podía, ver fragmentos de vidrio en el suelo, las luces estaban apagadas siendo las únicas encendidas la del cuarto matrimonial, sus pies hicieron crujir el vidrio bajo ella, restandole poca importancia llego al salon, oscuro y solitario, en si su hogar transmitía ciertos aires de inestabilidad, la escalera se hizo presenté frente a ella, rodeo con su mano la barandilla de este y comenzó a subir intentando en si lograr el ruido más mínimo, mientras mas se acercaba, los sollozos de su madre se hacían más audibles, le hubiese gustado sentir cierta angustia o preocupación, pero la verdad era que no sentía nada, era como ver a alguien ajeno a su vida.

La puerta estaba entré abierta, Naomi lloraba abrazando unos papeles, la ausencia de su padre atrajo su atención más que el desespero de la progenitora, siguió avanzando por los pasillos cuándo una nueva luz atrajo su atención, su mano se acercó con ciertos temblores,lentamente empujó la puerta dejando fluir la luz al exterior, nada, silencio.

-. Señor... Debe creerme encontre algo de... Suma importancia, sera un gran benefició para él país... Si señor, las muestras deberían de haberle llegado, ni yo se de donde proviene... Si señor, mi hija está formando una especie de vínculo.

Aome titubeo pero decidió retrocer, la puerta tras suya se abrió ingresando a su cuarto, se vio a si misma dormida en la cama, tembló y toseó cuándo no lograba respirar, se estaba ahogando en si misma, ¿ en que momento comenzó a dejar respirar ?

-. ¿ quién está allí ? ¿Naomi ? ¿ Aome ?.

Las pupilas de Aome se achicaron, sus dientes se transformaron en colmillos y sus uñas crecieron, retrocedió tirando uno que otro juguete, su espalda choco contra la mesita de noche y se paralizó sin saber que hacer, percibía el peligro en su padre, pero tampoco se hayaba capaz de poder atacarlo, parte de su humanidad, como hija, la moralidad, le decía que no, la cegaba, le decía que debía haber una explicación respecto a ello, pero su lado más instintivo le decía que la presencia de esa persona era peligro.

Los pasos de ambos padres se acercaban a su presencia, se hayaba paralizada, el pánico la abrazó y la sujeto contra su voluntad, miró de reojo su pequeño cuerpo a un costado suyo, tranquila y dormida, la mano de su padre empujó la puerta en su totalidad hasta que ambos encontraron miradas, el suave sonido de piedras golpeando el vidrio la atrajo a la realidad, agito su cabeza y se giro abriendo la puerta y saltando, atras suyo pudo percibir el grito de su padre y sus intentos de retenerla, cayó sin problemas al suelo, avanzo unos pasos para detenerse y mirarlo,el hombre la miraba desde lo mas alto, por su expresión pudo ver la sorpresa y maravilla en sus ojos, la sonrisa solo apoyó la verdad plasmada en lo que creía era su padre.

Lágrimas se formaron en conjunto a sus ojos, giró y corrió, los arbustos golpeaban su cuerpo, arañandolo y ensuciandolo, poco le importo tirarse al suelo y vomitar bilis, tembló, su mano se formo en un puño y lloro en silencio, el ardor en su garganta era irritante, la opresión en su pecho crecía segundo a segundo hasta transformarse en la horrible agonía de ahogarse.

Gritó hasta que su garganta sangro y sus cuerdas se lastimaron terminando en un agudo chillido, el suelo tras de sí crugio, tembló, sus pupilas se achicaron tornandose rojas, giró arañando sea lo que se le acercará, sus muñecas fueron sujetas, golpeó,se agitó y movió sus piernas en un vano intentó de soltarse de su agresor, se negaba a abrir sus ojos.

-. ! Aome ¡ ¡ soy yo! .- gruño as deteniendo el desenfreno de la azabache.

-. ¿ A...Asmodeo ? .- murmuró temblando -. ¿ por...que ? ¿ porque ?

El mayor rodeó a la pequeña y la acuno, esta se aferró a él, temblando, llorando y gimoteando, percibió el olor a sangre en los labios de Aome, cerró sus ojos suspirando, la alzó y se la llevó devuelta a la cueva, en el transcurso del caminó esta se durmió, se detuvo antes de ingresar a la humeda y oscura cueva cuándo de reojo percibió otra figura femenina que lo miraba desde lejos, As asintio y se perdió juntó a Aome.

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Dedicado a lucip0411 por su apoyó.

Amor De TresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora