怎 ā€ 怏CapĆ­tulo 17

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Pasó una semana desde que decidí con SooBin dividir las partes que se suponían que le tocaban a BeomGyu

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Pasó una semana desde que decidí con SooBin dividir las partes que se suponían que le tocaban a BeomGyu. Ya teníamos todo terminado, y estábamos listos para hoy, que era el día de la gran exposición. Tenía los nervios completamente de punta, porque no sabía qué ocurriría. Para mi desgracia, la exposición era en la primer clase, apenas ingresábamos al salón. Realmente era motivo para ponerse nervioso, porque si alguno de nosotros no podíamos llegar o podría llegar tarde por algún problema antes de venir, se arruinaría todo rápidamente. Aunque si todo salía bien, no habría problema alguno luego, ya que no teníamos nada tan importante como eso.

Todo se mezclaba dentro de mi mente: el miedo a equivocarme exponiendo, a no llegar al colegio, a olvidarme de algún material, a que BeomGyu no fuera y miedo a que me fuera mal con la nota final del proyecto. Realmente eran muchas cosas que influían y que no todas dependían de mí, lo que era aún más frustrante y aterrador. Pero era consciente de que debía calmarme si quería que alguna cosa me saliera bien, porque si no, me convertiría en mi peor enemiga.

Tomé mis cosas rápidamente y me despedí de mi madre para luego correr fuera de casa dirigiéndome hacia la parada del bus. Estaba algo retrasada pero aún creía poder llegar. Me apresuré aún más y a lo lejos pude ver como el autobús se aproximaba a dicha parada. Realmente no sé cómo pero sentí volar de tan rápido que corrí para alcanzarlo, pero la buena noticia es que lo alcancé. La mala... es que BeomGyu no estaba ahí como la otra vez, ¿Por qué esperaba verlo? Esa vez fue pura coincidencia y mala suerte. Pero ahora, es obvio que no lo voy a encontrar, porque él siempre llega un poco más tarde que yo...

El bus emprendió su viaje hasta el colegio de una forma más lenta de lo habitual, cosa que me crispó, me volvió loca. Siempre que uno quiere que las cosas salgan perfectas o al menos mejores que siempre, salen peores, y te terminas estresando muchísimo... ¡Pero no! ¡Hoy debo estar firme y dispuesta a todo! Saqué mi libreta con los apuntes de todo lo que teníamos para exponer hoy y comencé a repasar lo que ya había estudiado antes. Tenía que aprovechar cada espacio para no quedar insatisfecha. En unos veinte minutos y estaba en el colegio y lista para encontrarme con SooBin y deseaba que también contara con BeomGyu...


━━━ « ❀ » ━━━


—¡¿Qué?!

—Cómo escuchaste. BeomGyu no vino. —Afirmó SooBin con su rostro lleno de frustración y preocupación, casi tanto como yo.

—¡Esto es preocupante! —Exclamé algo aturdida y me senté a su lado con mi mano en mi frente, sintiéndola caliente. Comenzaba a desesperarme, pero luego pensé en que quizá no debía sorprenderme tanto, porque en el fondo, era algo que yo esperaba quiera o no. Quizá me dolía saber que no quise aceptarlo por el simple hecho de que yo no quería que BeomGyu se separara de mí, pero por eso terminé haciendo cosas de las que ahora me arrepiento, como cuando le dije que me gustaba SooBin. Realmente estoy decepcionada, porque yo... realmente deseo estar con BeomGyu de mil maneras... Aunque sea compartir una simple charla, pero no deseo estar lejos de él.

—Por lo menos hemos dividido su parte. Si no, realmente estaríamos perdidos, HyeMin. —Habló él suspirando aliviado, pero aún ninguno de nosotros estaba totalmente calmado. La campana sonó alarmándonos por completo y el profesora ingresó por la puerta con total elegancia y arrogancia haciendo resonar sus zapatos carísimos. SooBin y yo cruzamos miradas de pánico, pues la clase había comenzado...

Después de una hora, ya habían hablado dos grupos, y estaba segura de que ahora nos tocaba a nosotros, porque éramos el último grupo de la clase. Y evidentemente, así fue. El profesor miró su lista y nos llamó con su voz fuerte y masculina, haciéndome estremecer. ¿Por qué mi cuerpo temblaba como gelatina? Estaba tan nerviosa y atemorizada.

—El grupo de Choi SooBin, Lee HyeMin y Choi BeomGyu, al frente por favor. —Ordenó el profesor mirando su listado y luego anotando algo, que yo suponía que eran observaciones del grupo anterior (espero.) SooBin me miró con una mirada dulce, buscando relajarme. Ambos nos levantamos con firmeza y nos acercamos al frente, siendo vistos por todos los estudiantes que murmuraban cosas obvias como que éramos dos cuando en realidad deberíamos ser tres. Sí, también sé que falta alguien, lo tengo tan presente que ya duele—. Bien, chicos... —Volvió a hablar el profesor y nos miró analizándonos. Cuando se dio cuenta del pequeño detalle, nos miró confundido y frunció el ceño—. ¿Por qué son...?

—¿...Dos? —Completó SooBin—. Bueno, es una larga historia... Nuestro compañero mostró desinterés desde el principio, así que decidimos prepararnos con su parte para que el proyecto no quede incompleto. —Explicó SooBin y yo asentía dando credulidad a las cosas que Choi decía. Suspiré buscando paz. El profesor asintió nada convencido y solo nos dejó comenzar.

SooBin empezó hablando, diciendo su parte, explicando con total carisma y cero vergüenza (o si tenía, no se le notaba en absoluto.) Yo aún temblaba como hoja mientras miraba hacia diferentes lados esperando a que me tocara. Cuando lo hizo, pude exponer mi parte del proyecto con suma tranquilidad, ya que me acordaba de absolutamente todo, pero...

El problema fue con la parte BeomGyu.

Mi voz no salió, no podía. Solo pensaba en que BeomGyu no había llegado, en que nunca puso voluntad propia, en que jamás se fijaría en alguien como yo por más que lo intentara, y ese fue el error. Confundir las cosas. Porque ahora estaba con un nudo enorme en mi garganta y mis ojos aguados a punto de explotar. Los susurros de mis compañeros juzgándome los escuchaba como gritos de desaprobación dentro de mi mente... Ya no podía, estaba a punto de llorar, estaba a punto de largar el maldito llanto... Miré hacia el frente, los enormes ojos de todos enfocados en mí, el profesor escribiendo sobre esto en su jodido cuaderno y SooBin que me miraba con total preocupación. La sangre me hervía, me sentía como una tonta, pero por más que lo intentara, las palabras no me salían. Tomé la hoja que tenía por si me olvidaba y noté que una lágrima la mojó, una pequeña gotita había sido derramada por mis ojos y yo me asusté. Me sentí perdida en un abismo de vergüenza y humillación sin salida.

BeomGyu...

BeomGyu, ven...

Te necesito...

Te necesito aquí, ven por favor...





Te lo suplico.

























—¡¡Llegué!!

—¡¡Llegué!!

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Pink Palette šŸŒ· ģµœė²”ź·œ Choi Beom-Gyu怐 TERMINADA 怑Donde viven las historias. DescĆŗbrelo ahora