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Estaba corriendo, pues volvía a llegar tarde. Últimamente me quedaba pensando cosas sin sentido, obviamente lo acerca de BeomGyu, de como iba fluyendo nuestra relación, haciendo que me durmiera de madrugada y luego no pudiese despertar con el alarma programada en la mañana para levantarme a desayunar. Toda ésta secuencia terminaba en yo llegando a las corridas a la primer clase del día, corriendo el riesgo de quedarme afuera (ya que si el profesor llegaba y yo no había entrado, él cerraría la puerta y yo perdería mi oportunidad de estar presente en su clase). Así que me apresuraba para que este no me sucediese...
Cuando llegué, el salón estaba algo vacío (cosa que me extrañó ya que faltaba solo un minuto para que empezara la clase, y cuando es así, el salón ya está repleto). Me detuve a descansa, ya que jadeaba ante el trote que había hecho hasta aquí. Miré a quienes estaban y levanté una ceja; algunos comían, otros hablaban por teléfono y otros simplemente hacían cosas que uno no hace en hora de clase. Por supuesto que el profesor no estaba. Yo suspiré y miré hacia el banco de BeomGyu. Él me estaba mirando curioso con una paleta dulce sabor fresa en su boca y con sus auriculares puestos. Se los quitó y me sonrió levemente.
—Acaban de avisar que el profesor no viene hoy. —Me dijo con el tono dulce y tímido que tanto lo caracterizaba.
Cerré mis ojos y dejé escapar un gran suspiro de alivio. Había corrido por nada, pero al menos no me había saltado la clase por mi propia irresponsabilidad. Me acerqué a él y me senté en el asiento que estaba adelante suyo, volteando la silla para quedar frente a él. Lo miré unos segundos, admirando su fino rostro... Sus labios apenas entreabiertos, sus cabellos colorados y ondulados, su cuello, su piel... Hasta que recordé el beso... Ese besito que me dio en la mejilla, el cual había sido la causa principal de mis lagunas y desastres mentales... Y me sonrojé horrores.
Miré hacia abajo repentinamente y tapé mis mejillas, haciéndolo totalmente evidente. BeomGyu me dio tres toquecitos con su dedo en mi frente y al ver que no respondí, se acercó y apoyó su frente en la mía. Yo alcé mi mirada rápidamente y nuestras miradas se encontraron. Ambas frentes apoyadas, nuestros ojos admirándose de cerca, mis labios temblando (resistiendo las ganas de... besarlo). Iba a decir algo, pero preferí callar. Sabía que si abría la boca, arruinaría lo hermoso que esto estaba siendo. Así que solo remojé mis labios sin dejar de mirarlo, de contemplar su belleza tan de cerca, de disfrutar cada rasgo en su hermoso rostro que parecía de porcelana.
—¿HyeMin? —Habló una voz, interrumpiendo la hermosa escena.
BeomGyu y yo nos separamos rápidamente, ambos notoriamente sonrojados. La persona dueña de la voz se acercó a mí y tocó mi hombro haciéndome mirarla. Para mi sorpresa, era SooBin. Eso hizo que me avergonzara más por la reciente escena. Él me conocía desde ayer, podría creer cualquier cosa... Aunque, pensándolo bien, no me molestaría que la gente pensara que BeomGyu y yo éramos novios. ¡Pero no! ¡Quizá BeomGyu no lo quería así! Simplemente sonreí levemente al reconocerlo.
—¡HyeMin! —Sonrió alegre, causándome ternura—. ¿Cómo estás? Te estaba buscando. —Miró hacia el costado, hacia BeomGyu—. Oh, hola, lamento haber interrumpido su... ¿Charla? Como sea, lo lamento. ¡Soy Choi SooBin! ¡Un gusto! —Estiró su mano para recibir un saludo de su parte.
Pero nunca llegó.
BeomGyu no correspondió al saludo de SooBin. Simplemente lo miró serio, como cuando le hablé por primera vez: indiferente a su entorno, ignorando todo. Asintió en respuesta. Yo tragué en seco, algo nerviosa y extrañada de que BeomGyu actuara así. Miré a SooBin y éste tenía una cara de clara incomodidad. Suspiró y la mano que quedó estirada sin ser tomada, la llevó a su nuca para rascarla algo intimidado.
—Eh, bueno... Yo... Yo quería saber cómo estabas. —Dijo SooBin ahora dirigiéndose a mí.
Yo sonreí levemente.
—Estoy bien, gracias. ¿Tú cómo estás? ¿Cómo está tu nariz? —Pregunté preocupada.
—Como vez, sigue vendada. Pero se está mejorando, no tienes de qué preocuparte. —Dijo él con esa sonrisa tan bella que le caracterizaba.
—¡Oh! ¿Y te duele? —Pregunté y por inercia iba a acercarme a tocarlo, pero algo me detuvo.
BeomGyu tenía su mano en mi suéter, impidiendo que me moviese. Yo lo miré sorprendida y mi rostro comenzó a calentarse. Mi corazón palpitaba fuertemente. Lo extraño era que BeomGyu no estaba mirándome, ni siquiera a SooBin. Él miraba un punto fijo y tenía su rostro serio, algo oscuro, hasta me dio escalofríos. Yo iba a hablar pero él me soltó y tomó su auriculares para ponérselos. Luego me miró al fin.
—Tenías una pelusa..
Eso fue todo lo que dijo y caminó fuera del salón, tal vez en busca de paletas dulces. Yo no dejé de mirarlo como si mi vida dependiese de ello. Mi corazón bailaba a un ritmo desconocido, me sentía nerviosa y algo contenta de sus... ¿Celos? No, no lo creía posible. BeomGyu no es alguien así, él es alguien bastante cerrado e indiferente al resto. ¡Jamás pondría sus ojos en mí! Ni siquiera sabía si considerarme su amiga o algo así... Suspiré y miré a SooBin que me miraba fijamente. Yo levanté una ceja.
—¿Ocurre algo? —Pregunté confundida.
—Ese chico realmente está celoso... —Dijo él sin dejar de mirarme.
Yo me atraganté con mi propia saliva y comencé a toser. Cuando me recuperé, comencé a reírme a carcajadas.
—¡Eso es imposible! BeomGyu... Él es alguien bastante serio y a veces actúa así... —Expliqué algo sonrojada.
—¿BeomGyu es su nombre? —Preguntó curioso y luego frunció su ceño—. Creo haberlo escuchado alguna vez... —Susurró él tomándose la barbilla indagando más al respecto—. Incluso recuerdo haberlo visto antes.
—¡Es tu compañero de salón también! —Exclamé y reí—. Es por eso que lo recuerdas...
SooBin rodó los ojos con gracia y negó divertido.
—No me refiero a eso... Siento que lo vi antes.
Asentí no muy segura de lo que decía, pero decidí ignorarle. Volví a mirar la puerta esperando a que BeomGyu regresara. Estaba algo nerviosa. Su actitud me extrañó, pero no había nada que hacer. La idea de preguntarle ni siquiera pasaba por mi mente. Solo esperaba que ese hermoso BeomGyu capaz de tomar la iniciativa para hablar, volviese pronto... Pero bueno. Debía intentar distraerme un momento. En poco tiempo empezaría la siguiente clase y debía estar concentrada...
Pero realmente quería saber qué es lo que le sucedía.
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No cuento con la mejor conexión de Internet, por lo que quizá tarde un poco en actualizar :(
