¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Solo faltan tres días! —exclamó SooBin comiendo de su sándwich de pollo—. ¿Pueden creerlo? ¡En tres días me estarán coronando como rey de los disfraces en la fiesta! —dijo él mientras abría su juguito de manzana.
—Por cierto, SooBin. ¿Es muy tarde para decirle a tu madre que me confeccione un disfraz? —pregunté yo, mientras comía de mi almuerzo—. Quiero ser una angelita. —dije contenta.
—¿Y BeomGyu un diablito? —preguntó SooBin riendo travieso. BeomGyu lo observó y se sonrojó frunciendo el ceño. Yo reí dulce.
—Se vería lindo, ¿No? —habló SooBin con un tono travieso y luego rió—. Yo realmente no sé de qué disfrazarme...
—Y entonces, ¿Por qué estás tan seguro que ganarás? —pregunté divertida mientras tomaba de mi jugo de frutilla.
—Porque soy Choi SooBin. —espetó este último y los tres reímos.
—¿Y has tenido novedades de la chica? —preguntó BeomGyu de repente y yo me giré a verlo rápidamente.
—¿Qué otra chica? —preguntó SooBin comiendo. Sus mejillas llenas le hacían parecer un conejito.
—La chica de los apuntes...
—¿Te interesa esa chica? —pregunté sin pensarlo y él me miró con sus ojitos brillantes. Yo tragué en seco
—N-no, es solo q-que... preguntaba por él...
—¿Pero te gusta? Es decir, ¡Es muy bonita! O-obvio que podría gustarte... —dije yo. Mis manos sudaban con nerviosismo. ¿Qué rayos estaba haciendo? ¡No quiero entregarlo a otra chica! Ugh, HyeMin, cierra la boca—. Si salen, yo...
—¡No! ¡HyeMin! ¡No me gusta! —exclamó él y yo me asusté un poco. SooBin comenzó a toser y ambos nos levantamos preocupados.
—¡Levanta los brazos! ¡SooBin!
—¡Debes tomar agua!
—¡Ya, ya, ya! ¡Estoy bien! —chilló él y tomó de su jugo mientras acariciaba su garganta. Todos nos quedamos callados y BeomGyu y yo nos sentamos en nuestros lugares nuevamente.
El silencio incómodo hizo presencia y yo miré a BeomGyu. Él me miró a mí y yo suspiré avergonzada. SooBin nos observó y se levantó captando nuestra atención. Suspiró y luego simplemente nos sonrió con amabilidad.
—Veo que necesitan tiempo a solas. Por favor, aprovéchenlo bien. —nos dijo él y se fue caminando con su bandeja a otra mesa.
Inmediatamente miré a BeomGyu nuevamente y miré hacia abajo. Estaba un poco nerviosa, pues lo que le estaba a punto de decir, tal vez haría que me arrepintiera, pero al mismo tiempo era algo que aportaría a mi proceso de madurar y dejar de esconder lo que sentía. Él me miraba ansioso, como si esperara que comenzara a hablar. Yo le había dicho que lo esperaría, pero a medida que el tiempo pasaba, más preocupada me sentía. ¿Él sentiría lo mismo? ¿Podría empezar a gustarle otra persona? ¿Me estaría ilusionando en vano? Realmente quería saber si debía seguir con esto o no...
