Primero que nada, quiero agradecerles por todo el cariño que le han dado a esta historia y a mi como autora. Es una caricia al alma que siempre me demuestren su amor con comentarios halagando la historia o haciéndome reír. Esta historia significa muchísimo para mí. Es mi primer obra con TXT y estoy contenta tanto de su desarrollo como de su éxito. Al principio nadie la leía, y ahora son muchas personas pendientes de ella. ¿Saben lo hermoso que es eso? No lo creo, pero quiero decirles que se merecen mucho, todo. INFINITAS GRACIAS.❤
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Ese chico es callado y misterioso. Siempre se sienta al fondo de la clase y siempre lleva sus audífonos grandes puestos. No sé qué tipo de música escucha, ni porqué no presta atención a la clase, pero tengo que decir que me interesa muchísimo conocerle.
Ese chico, el que siempre viste con tonos rosados...
A lo largo de mi vida en la secundaria nunca viví nada interesante que me hiciera sentir afortunada, especial, o algo por el estilo. Nunca hasta este último año que la vida me regaló la oportunidad de conocer a Choi BeomGyu...
Como todos los días llegaste con tus audífonos blancos puestos, una paleta dulce sabor frutilla entre tus finos labios apenas algo coloreados, tus cabellos colorados ondulados con algunos mechones rebeldes en tu rostro, y con tu infaltable manía de vestirte con tonos rosados. No un rosado como fucsia ni un intermedio, si no, rosa pastel. Desde tu chaqueta hasta los detalles de tus zapatos. Nunca pude evitar notar tu destacable manera de vestir; no por desagrado o algo por el estilo.
No me disgustaste para nada...
Choi BeomGyu, un chico que tenía una particularidad: siempre vestía con tonos rosados pasteles. Tenía hábitos como los de comer paleta dulces sabor fresa siempre que podía, traer una manzana, dibujar a sus compañeros y escuchar música durante toda la clase. Era un poco celoso pero de formas minúsculas, ya que no entendía qué era lo que lo hacía sentir así. Siempre andaba con un cuaderno especial en el que guardaba su mayor secreto: su pasión por la pintura, el dibujo y todas las artes visuales. Así es, BeomGyu quería ser artista. Y yo me enamoré de eso. Si bien ya me había parecido hermoso a simple vista, cuando descubrí su pasado y su pasión, me aferré aún más a él, a sus deseos y ambiciones. A todo lo que él era. Y eso solo hizo que mi corazón explotara.
Pero no importa, porque ahora soy feliz junto a él. Porque puedo sonreírle a la vida y estar tomando su mano. Porque puedo besar esos labios siempre que quiera, porque puedo recostarme en su pecho y escuchar los hermosos latidos que su corazón emite en tranquilidad y paz. Porque puedo escuchar aquella melodiosa risa y voz que jamás pensé que tendría el privilegio de escuchar. Porque puedo ver sus rabietas cuando un boceto no le sale, o cuando termina todo manchado después de deleitarme con un hermoso cuadro lleno de colores. Sí, en verdad amo todo de él y daría lo que fuera por seguir viéndolo así, y por seguir conociendo más de él, más de lo que le apasiona y emociona. Soy feliz a su lado, y estoy más que contenta de ser su chica, su compañera.
