Londres, 2019
Catalaia Winchester
— Cata..., Cataaa, ¡Catalaia!
Sacudí la cabeza saliendo de uno de mis tantos trances y agarrando mi copa de vino respondí.
— ¿Qué ocurre?
— Cata, ¿estás bien? Estás no sé..., cómo ida — Comentó Alice.
Negué con la cabeza
— Solo pensaba en el musical, tiene que quedar Perfecto.
— ¿No crees que te tomas muy extremista eso del musical? Todo está quedando perfecto. Trabajas más de doce horas diarias y apenas comes. Deberías descansar un poco.
— Ya habrá tiempo luego para descansar. Ahora lo que importa es el musical.
Alice me miró con el ceño fruncido. Agarrando mi mano me miró con una pena que odiaba que sintieran por mí comentando.
— A mi no me puedes mentir. Estás así por las fechas.
Encogí los hombros
— No se de que hablas.
— Esta semana Judy estaría cumpliendo un año de edad.
Me levanté de la mesa y dejando la cuenta paga con seriedad respondí.
— Tienes razón, quizá deba ir a descansar. Que tengas buen día. Mañana nos vemos en los ensayos.
— Cata...
La miré sería
— ¿Que quieres?
— Extraño a mi mejor amiga. A la Catalaia de antes.
No le dije nada y solo salí del restaurante. La verdad era que yo también la extrañaba y bastante. Pero esa Catalaia había muerto. Caminé por las calles intentando no flaquear en esos días. Judy tendría un año y sería la madre más feliz del mundo y ahora solo tenía en casa una urna con sus cenizas. Llegue a la casa después de tanto caminar y Kira me recibió contenta; movía su colita y era la única que lograba sacarme una ligera sonrisa de vez en cuando. Dejando las llaves y el sobretodo sobre el sofá me acerqué a la urna de Judy y tocándola solté una lágrima quebrada por dentro.
— No tienes idea cuanta falta me haces pequeña. Te extraño cada día.
La casa se sentía vacía y fría. Éramos sólo yo y mis demonios. Me acerqué al teléfono de la casa y comencé a escuchar los mensajes que habían grabados.
"Hola Cata, es Louis, pensaba en que tal vez te pareciera que quedarnos en algún lugar para mostrarte los cambios al segundo acto. Un café estaría bien"
"Cataaaa es Alice de nuevo, ¿Dónde te metes? Te he marcado todo el día.
Borré los mensajes y tumbándome en la sala de estar seguí trabajando en los libretos. Debían estar perfectos y listos para mañana en la mañana. No podía concentrarme; habían días más fáciles que otros pero aquella semana era infernal. Me levante y caminado a la barra, me serví una copa de brandy y tomé unas cuantas píldoras relajantes. No podía comprender cómo había pasado poco más de un año y ese cobarde nunca apareció. Es que ni siquiera se si sabe que Judy murió. Eran tantas cosas.... Bruce todavía seguía extorsionando con chantajes y a veces solo quería que desapareciera. Alguien tocó la puerta y extrañada fui a ver de quien se trataba. Al abrir la puerta vi a Louis parado frente a mi y poniendo cara de fastidio pregunté.
— ¿Louis qué haces aquí?
— Vine por lo de los libretos
— A ver, eso lo podemos discutir mañana en el teatro. O háblalo con Alice, ella está a cargo de ese acto. Ahora adiós.
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Después de Tí
Любовные романыTras pasar un año donde sus vidas aparentemente habían tomado rumbos distintos, Catalaia había logrado alcanzar un reconocimiento internacional como bailarina logrando luego convertirse en productora de grandes producciones. Ante todos aparentaba es...