Catalaia Winchester
Escuchaba la música de fondo pero apenas podía prestarle atención. Para mi ya no salía el sol, todo era gris y turbio. Intenté seguir como si no me hubiese afectado pero era engañarme a mi misma. Miraba la tabla de evaluación para los nuevos miembros del elenco para el musical y apenas podía concentrarme. Pidiendo que volvieran a hacer la presentación dejé la tabla a un lado algo frustrada.
— Hola Cata
Al voltear la mirada vi a Alice llegar y era lo último que quería.
— Llevo desde ayer marcándote.
— Tenía el móvil sin batería.
— ¿Estás bien?
— Si
— Pues pareciera como si estuvieras enojada conmigo.
— ¿Por qué tendría que estarlo?
Sentándose a mi lado respondió algo dolida.
— Te da rabia mi felicidad. Niégalo.
— Alice, la felicidad es relativa. Hoy puedes estarlo y mañana no. Y no me da rabia tu felicidad, deseo que seas todo lo feliz que puedas. Ahora por favor, déjame trabajar estoy ocupada.
— Cata, no es mi culpa que hayas perdido a tu hija, tampoco es mi culpa que hayas decidido volver a una relación de donde no podrás sacar mucho. Al lado de Nathaniel no serás feliz, ni ahora y creo que nunca.
Apretando los dientes estaba contendiendo la ira que sentía por dentro. Lo único que deseaba era que se fuera, que me dejara sola. Me jodia escucharla porque creo que tenía razón. Había elegido volver a estar con Nathaniel y no era para nada feliz. Pensé que podríamos serlo, que podríamos ser felices y dejar atrás el pasado pero ya comenzaba a dudarlo.
— He dicho que estoy ocupada. Por cierto, te he relevado de tu papel en el musical.
Indignada me miró y reclamó rápidamente.
— ¿Que? ¿Por qué?
— Estás embarazada, no puedes bailar así. Ahora tendrás mucho tiempo para planear tu boda de ensueño.
— Tu bailaste embarazada, no puedes dejarme fuera así.
Encogí los hombros desdeñosa
— Ya lo he hecho.
— Eres una envidiosa que no puedes ser feliz con los logros de los demás si tú no los tienes. Si sigues asi, te vas a quedar sola.
Tal vez eso era lo que necesitaba, estar sola y que nadie más me molestara. Fui una ilusa creyendo que aún podría ser feliz, qué Nathaniel y yo pudiéramos serlo. Pero con Judy se había ido gran parte de mi ilusión y deseos de ser feliz, de sonreír. Durante todo el dia estuve en el teatro mirando una y otra vez los ensayos buscando que quedaran perfectos. Si había algo que me quedaba y que deseaba, fuera perfecto, era mi carrera.
Nathaniel a las 4:00pm
¿Donde estas? No te he visto todo el dia.
Catalaia a las 4:06pm
Trabajando
Nathaniel a las 4:07pm
Pasare por ti en un rato.
Catalaia a las 4:10pm
No, estoy ocupada.
Guarde el móvil sintiendo un mal sabor en la boca. Íbamos mal, mas que mal. Nathaniel parece que quería una especie de compañera en casa en vez de una pareja y yo ya me había cansado de eso. Pretendía seguir con los ensayos, pero la visita de Louis me había cambiado todos los planes.
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Después de Tí
RomansaTras pasar un año donde sus vidas aparentemente habían tomado rumbos distintos, Catalaia había logrado alcanzar un reconocimiento internacional como bailarina logrando luego convertirse en productora de grandes producciones. Ante todos aparentaba es...