Después de Tí

Capitulo 39: De vuelta al abismo

Catalaia Winchester

No se si estaba soñando o era real, pero estaba frente a unas revistas de bodas mirando vestidos y de solo pensar en contactar a una de las mejores planificadoras de bodas en Londres, ya andaba en boca de todos los rumores de una boda entre Nathaniel y yo. Era noticia en todos lados, en los periódicos, la radio, las redes sociales. Todo el mundo hablaba sobre el mismo rumor pero nadie tenía nada en concreto. Mientras veía los ensayos de las bailarinas hacía mil cosas a la vez, entre ellas tratar de animar a Margaret pero parecía que nada le hacía ilusión.

— Oye, ¿No te gustaría ayudarme con todo esto de la boda? Siento que no puedo sola

— ¿Crees que yo sea la mejor opción? ¿En serio?

Asentí con la cabeza

— Creo que sí. Nada me haría más ilusión que tú me ayudaras.

Agarró unas revistas y aceptando algo desganada comenzó a ver opciones para los colores y la decoración en lo que la planificadora nos daba ideas. Louis se acercó a nosotras y al ver a Margaret a mi lado la miró con cierta curiosidad que rápidamente había disimulado.

— Hola Cata, aquí están los guiones modificados.

— Gracias Louis, oh ella es Margaret Archer. Es hermana de Nathaniel

Margaret lo miró por unos instantes y luego con poco interés siguió mirando las revistas. Con un pretexto tonto me aparte un poco de Margaret y llevando a Louis lo suficiente lejos cruzándome de brazos pregunté indignada.

— ¿Qué fue eso?

— ¿Qué cosa?

— Cómo has mirado a Margaret

— ¿Celosa?

— No seas ridículo. Por supuesto que no, solo que no has disimulado nada y ella se ha dado cuenta.

Louis encogió los hombros y sin dar mucha importancia respondió.

— ¿Somos amigos verdad? Pues como amigo te digo que tu cuñada me pareció una mujer hermosa. Eso sí..., es grosera la mujercita.

— Ella no está pasando por un buen momento. Además es casada, es más complicado de lo que parece. Así que, mantente al margen por favor.

— A ver, dije que esta hermosa no que voy a salir con ella, relájate Cata. Ah por cierto, se te ha dado..., felicidades por lo de tu compromiso.

No se si era sarcasmo de verdad estaba alegrado por mí. Regresé con Margaret y regresándome las revistas comentó.

— En un rato tengo que irme

— ¿Que? ¿A donde?

— Jake va a pasar por mi.

Rápidamente negué con la cabeza. Estaba llena de hostias por culpa de ese tipo y ella insistía en ir detrás de él. Todo lo justificaba, todo lo que hacía ese energúmeno estaba bien según ella. Apreté los dientes y sin saber cómo retenerla comenté.

— No puedes ir con él, Margaret mira como te tiene.

— Es mi esposo, debo estar junto a él.

— ¿Que no te habías divorciado?

Seria respondió

— Me he vuelto a casar con él. Es el padre de mi hija, es mi esposo y mi lugar es junto a él.

— ¿Te estás escuchando? No estás bien, para nada bien.

— ¿Sabes que deberías hacer Catalaia? Agarrar estas
revistas, concentrarte en tu boda de ensueño con mi hermano y dejar de meterte en la vida de los demás. No necesito consejos ni preocupaciones que no he pedido. Te lo voy a agradecer enormemente.