La mesa era diferente. Era más largo que ancho y las sillas habían sido reemplazadas por un diván rojo justo en frente de la ventana.
- Yo no puse la mesa. - explicó Bárbara. - Tan pronto como te fuiste, fui a ducharme y cuando regresé, ya estaba así.
- Son inteligentes. - dijo Macarena.
- Y no dejarán que nos olvidemos de los detalles. - dijo Bárbara. - Este vestido estaba en mi armario con una nota de "úsame". Me sentí como Alicia en el país de las maravillas. Ah, y ésto, apareció en el refrigerador.
Bárbara le entregó a Macarena un pequeño Post-It, escrito con la letra manuscrita ya conocida:
______
Ésta no es una cena cualquiera, queridas, ¡es una cena romántica!
* - *
Deben alimentarse mutuamente, compartir la misma fresa del postre que está en el refrigerador y beber de la misma copa.
Att,
Claudia Martín (Presidenta de la Corporación Mundial de Científicos).
______
- Esto va a ser vergonzoso. - dijo Macarena.
- No lo dudes.
- Ademas de tonto.
- Claro. - dijo Bárbara, sentada en el sofá. - Principalmente porque tengo que hacer esto para tí.
Macarena se sentó a su lado, quien hizo un pequeño gesto y abrió el cuenco sobre la mesa. Y la cena era ...
- ¡Spaghetti! exclamó Macarena, sonriendo como una niña, finalmente reconociendo el olor.
- Sí. - dijo Bárbara. - Marcaron esta página del libro de cocina.
- ¿De verdad?
- Sip. Decía "a Macarena le gusta". Estaba pensando en hacer camarones, pero ...
- No se diga nada más.
- Vamos a terminar con esto de una vez. - dijo Barbara.
- Cuando quieras.
Macarena le sirvió a Bárbara, disfrutando el olor.
Con los platos ya servidos. Las dos se miraron.
- Hmm ... - comenzó Macarena. - Tu me alimentas y yo te doy de beber el vino de mi copa.
- ¿Por qué eliges?
- Porque quiero.
- Espero que este ardiendo y se te queme la lengua.
- Claro que no. Vas a enfriar mi cena apasionada y románticamente. - dijo Macarena.
- ¿Perdón?
- Bárbara, esto, es una cena romántica. Las personas enamoradas no quieren precisamente quemarse la lengua.
- No estamos enamoradas.
- Lejos de eso. - dijo Macarena, viéndose enferma ante la idea. - Pero míralo como si fuera una obra de teatro. Entonces, por favor sopla un poquito en mi comida, para que se enfríe y no queme mi preciosa lengua.
- E inútil. - agregó Bárbara, revolviendo la comida en el plato para enfriarla.
- Como si nunca hubieras querido besarme.
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The Experiment | Barbarena Terminada
Lãng mạnUn millón de dólares, era el valor del premio que la red de científicos más grande del mundo estaba ofreciendo a dos personas que serian elegidas para ser parte de un experimento Social. Este experimento se basaba en colocar a dos personas de person...