Macarena estaba en la cocina, esperando impacientemente a Bárbara que buscaba algo en la alacena.
- Bárbara, para cuando lleguemos ahí es posible que ya hayan barrido toda la arena de la playa.
Bárbara salió de la alacena y se detuvo exasperada en la puerta.
- ¡Claudia lo olvidó!
- ¿Olvidó que? - Preguntó Macarena, sorprendida.
- ¿Cómo vamos a construir un castillo de arena sin palas ni cubetas ni nada de eso?
Macarena se controló para no reírse de la expresión seria de Bárbara.
- Bárbara, no tenemos cinco años. Por supuesto, que podemos construir un castillo sin nada de eso.
- No yo no puedo. Macarena, no será recto ni perfectamente geométrico.
- ¿Y eso a quién le importa? - Preguntó Macarena, haciendo un gesto para que salieran de la cocina.
- ¡A mi! - Exclamó Bárbara, dejando atrás las sandalias y hundiendo los pies en la arena cálida.
- No todo se puede hacer a la perfección - dijo Macarena. Bárbara se encogió de hombros.
- Bueno, puedo intentarlo.
Macarena no pudo razonar una respuesta, ya que su visión se nubló al ver el cabello de Bárbara con el reflejo del sol de la mañana.
- ¿Y dónde se construye un castillo de arena? - Preguntó Bárbara, deteniéndose indecisa a unos pasos del mar.
- Más o menos por allá - señaló Macarena. - Donde la arena no está ni empapada ni demasiado seca.
- Hmm. Bien, entonces, - Barbara fue al lugar, y se sentó en la arena.
Macarena se sentó frente a Barbara y la miró divertida.
- ¿Y por dónde empezamos?
- Hmm ... - murmuró Barbara, mirando la arena frente a ella como si fuera un rompecabezas de 3500 piezas.
- ¿Estás perdida sin las cubetas? - Bromeó Macarena.
- Cállate - ordenó Barbara. - Estás perturbando mi concentración.
Macarena se echó a reír.
- No pierdas tu tiempo pensando. Simplemente haz un rectángulo fuerte como base y construye las torres.
- ¿Sin medir altura, ancho y volumen?
Bárbara parecía realmente asustada, lo que hizo sonreír a Macarena.
- Sí, sin medir nada.
- Pero, Macarena, puede volverse inestable y caer.
- Bárbara, este es un castillo de arena, no un gran proyecto. Si se cae, es fácil construir otro.
Bárbara frunció el ceño, luciendo pensativa.
- ¿Sabes cómo hacer eso, entonces, sin un plan que garantice una ejecución perfecta?
- Claro que se.
- No dejes que tu ego interfiera - advirtió Barbara.
- No lo hará. Ha estado demasiado ocupado teniendo que esquivar el suyo, señorita Perfección.
Bárbara puso los ojos en blanco.
- Muy bien entonces. ¿Por donde empezamos?
- Primero, traigamos el agua aquí. Eso es bastante fácil.
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The Experiment | Barbarena Terminada
RomantizmUn millón de dólares, era el valor del premio que la red de científicos más grande del mundo estaba ofreciendo a dos personas que serian elegidas para ser parte de un experimento Social. Este experimento se basaba en colocar a dos personas de person...