Un millón de dólares, era el valor del premio que la red de científicos más grande del mundo estaba ofreciendo a dos personas que serian elegidas para ser parte de un experimento Social. Este experimento se basaba en colocar a dos personas de person...
Bárbara se estiró, recostada en el sofá, Macarena estaba en el baño de arriba, pero pronto volvería para la "tan esperada" discusión de relación.
"Honestamente, ¿qué tenía Claudia en mente?"- Bárbara se imaginaba discutiendo la relación con Macarena.
"Te odio, he pasado por situaciones de odio contigo, voy a odiarte para siempre. No era exactamente lo que Claudia quería que Macarena escuchara, ¿verdad? ¿Entonces por qué esta idea ridícula? A menos que piense que voy a decir otra cosa " - pensaba Bárbara - "Ja. De ninguna manera"
Macarena bajó las escaleras y, cuando llegó a la sala de estar, se sentó en el sillón junto a Bárbara.
En un día que parecía haber sido hace siglos, Macarena la había hecho llorar allí mismo. "Pero ésta vez no" - se aseguraba a si misma Macarena.
- Empieza - dijo Macarena.
- ¿Por qué?
- Porque yo lo dije primero.
- Esto ya me está cansando.
- No te cuesta nada ... Empieza ...
Bárbara la miró profundamente.
- Por favor...
- Ya, está bien, ¿por dónde quieres que empiece? - preguntó Macarena.
- Después de cuatro días y medio encarcelada conmigo ... ¿cómo te sientes?
Macarena la estudió por unos segundos.
- No lo sé.
Era todo lo que Bárbara no quería escuchar.
- Aah ... no lo sabes.
- No no lo se. A veces quiero matarte. Y a veces ... er ...
- OK, olvídalo.
Macarena sonrió.
- Bueno. Ya tienes una idea. Aveces te odio. A veces me gustas.
- ¿De qué manera te gusto? - Preguntó Bárbara, sin restricciones, arrepintiéndose medio segundo después.
Macarena la observó en detalle.
- No sé. Cuando lo sepa, serás la primera en saberlo.
Bárbara se mordió el labio.
- Bueno. Pues yo estoy en la misma situación.
- Entonces, te gusto?
- Tanto como gustarme no, solo, no me desagradas.
Macarena casi se rió.
- Creo que no entendiste. No me eres indiferente. Me gustas, simplemente no sé si eso es ...
- Saludable - sugirió Bárbara.
- Que me gustes apasionadamente es saludable - respondió Macarena, frunciendo el ceño.
- No para nosotras.
- ¿Porque no?
- Porque ... er ... - y por primera vez, Bárbara no podía pensar en nada.
Macarena parecía haber leído la mente de Bárbara.
- Acabamos de confesar que no nos odiamos. Porque después de todo, ¿no podríamos estar enamoradas?
Bárbara bajó la cabeza y se mordió el labio.
- ¿Tal vez porque no me atraen las mujeres?
- Podemos mantener una pura e inocente relación.
Bárbara se echó a reír, disipando la tensión.
- ¡Eres increíble!
Macarena sonrió, suavizando su ego.
- Vamos a saltarnos ese tema por ahora, el siguiente punto es el futuro. ¿Cómo crees que te sentirás conmigo cuando termine esta semana?
- Si apenas sé cómo me siento ahora, ¿cómo voy a saber cómo me sentiré después?
- Podrías soñar despierta. En una gran familia feliz, por ejemplo, con niños y un cachorro - dijo Macarena, rodando los ojos.
- Tal vez el cachorro, pero niños no.
Macarena sonrió ampliamente.
- Muy bien entonces. Cambiamos a los niños por otro perro.
- ¿Y tu? Como te sentiras
Macarena entrecerró los ojos hacia Bárbara.
- No sé. Sinceramente, no tengo idea. Aceptemos temporalmente la gran hipótesis de la familia feliz.
- Nada de "una gran familia feliz", solo restaba bromeando. No me gustas de ese modo.
- Tú no sabes. Yo tampoco - mintió Macarena. - Podrías descubrir que me amas.
- ¿De hoy a mañana? - Preguntó Bárbara, escéptica.
- Claro. En una noche, en la misma cama que yo, puedo lograr que aceptes ser mi esposa.
Bárbara rodó los ojos y sus mejillas se pusieron rojas.
- En tus sueños. Y, ¿podrías controlar tu ego?
Macarena sonrió.
- Probablemente no.
- Creo que hemos terminado con nuestra discusión.
- Fue divertido.
- Encantador.
- Descubrí que me amas ...
- Mentira
- Cierto, todavía no lo sabes ...
- ¡Yo si descubrí que me amas! - atacó a Barbara.
- ¿Fue tan obvio? - bromeó Macarena.
Bárbara arrojó una almohada que supuestamente golpearía a Macarena en la cara, pero la agarró en el aire.
- Tú me irritas.
- Eso ya lo dijiste. ¿Itinerario?
Mientras Macarena leía, Bárbara puso los ojos en blanco.
- He descubierto mi sentimiento en el futuro contigo. Me cabrearás para siempre.
- ¿Para siempre contigo? Es una perspectiva emocionante.
Esta historia NO ES MIA. Todos los derechos reservados, créditos y respeto a su autora @LANAWIIINTERS! que amablemente me dejó traducirla y adaptarla a Barbarena.
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