Capítulo 18

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Bárbara salió de la ducha goteando, con el cabello atado en un moño para no mojar. Estiró el brazo y cogió una toalla, secando su cuerpo, cuando fue a secar su cara, la toalla suave estaba...

- Um, con olor a... ¿Macarena?

- Aah! exclamó Bárbara, tirando la toalla.

Por una infeliz broma fatídica del destino, ella había agarrado la toalla Macarena. Y se secó toda. TODA con la toalla que Macarena había usado en su propio cuerpo, y ahora, ella había hecho lo mismo.

- Ew. Ew. Ew-asco - pensó,  deseando estar equivocada.

***

Macarena estaba terminando de decorar la pasta con hojas de perejil cuando Bárbara apareció en la puerta, vestida con el vestido negro.

-Ese vestido es realmente hermoso - dijo Macarena, apoyándose en el mostrador. - Me ducharé mientras tú pones la mesa.

Bárbara suspiró profundamente.

- Er ... Macarena ... tengo que decirte algo.

Macarena se sorprendió por su tono serio.

- ¿Que pasó?

- Er ... cuando terminé de bañarme ... sin querer yo, ... me sequé con tu toalla.

Macarena parpadeó, intentando sin éxito ocultar una sonrisa.

- Sabía que no podrías resistirte.

- ¡No fue a proposito! exclamó Bárbara, sus mejillas se pusieron rojas. - ¡Ahora estoy infectada con tus impurezas!

- ¿Qué te pareció mi toalla? volvió Macarena, todavía sonriendo.

- ¿Que clase de pregunta es esa?

- No sé. Parece que no has tomado otra ducha para deshacerte de mis ... um ... impurezas.

- No es gracioso. Fue horrible.

-A veces pareces muy sensible, ya sabes - respondió Macarena, encogiéndose de hombros.

-Eso es porque incluso una piedra es más sensible que tú- respondió Bárbara, todavía roja.

- No dramatices. A mi no me importa que hayas usado mi toalla, - Macarena estaba saliendo de la cocina cuando se volvió. - Pero si no me hubieras dicho, ni siquiera me habría dado cuenta.

Y se fue al segundo piso, mientras Bárbara sorprendida miraba la puerta.

***

- Eso es porque incluso una piedra es más sensible que tú - recordaba Macarena, al terminar de enjuagarse.

Estaba bien, ella ya le había dicho cosas crueles a Bárbara, pero nada que Bárbara no hubiera provocado o tomado represalias.

¿Y por qué tanto drama? Impurezas ... ¿en serio?.

¿Cómo trataría Bárbara a su hipotético novio? Sería atenta, indudablemente cariñosa, también lo cuidaría bien, excepto que el individuo tenía que ser un santo, reflexionó Macarena, tomando su propia toalla mojada.

Un santo, repitió Macarena, porque Bárbara llegaba a ser muy impaciente, y ¡orgullosa, terca como una piedra y dramática!

Macarena se vistió, saliendo del baño, con una parte de sí misma dándose cuenta que inconscientemente ella podía manejarla bien.

***

Bárbara estaba sentada en la mesa, Macarena se sentó frente a ella, destapando la comida.

The Experiment | Barbarena TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora