Ya eran pasadas las 12.
Ten no se había emborrachado como había planeado. No pudo. El estar al pendiente de YangYang no le permitía relajarse.
Gracias a todos los cielos, el menor y sus amigos llegaron en ese momento.
Como cualquier otro día a cualquier otra hora, corrió al recibidor, pero no esperaba encontrarlo siendo arrastrado por Hendery.
– ¿Qué pasó? – preguntó preocupado.
– Lo siento mucho, ge – se disculpó el muchacho – le advertimos que dejara de beber cuando lo notamos extraño, pero él simplemente no hizo caso –
– Está bien, cariño – acarició su mejilla antes de levantar a YangYang – no fue tu culpa –
– Pero... –
– Está bien – insistió dulcemente – ahora ve a casa. Envía un mensaje a Yang cuando llegues para asegurarme que sí llegaste –
El menor suspiró resignado y asintió.
– Bien. Adiós – se despidió con la mano antes de irse.
Cuando se quedó solo, Ten arrastró a YangYang escaleras arriba hasta su habitación y lo llevó al baño.
– Vamos, Yang. Déjalo salir –
Como si el menor entendiera que carajo estaba pasando, vomitó. Lo hizo por alguna media hora.
Ten lo limpiaba y jalaba la cadena cada que lo necesitaba. No se fue de su lado más que para conseguir el cepillo de dientes del menor y un vaso de agua mineral helada.
Después de asegurarse que ya no vomitaría más, le lavó los dientes con paciencia y luego le dio el agua con un popote.
Como pudo, lo arrastró a su cama y ahí lo siguió hidratando.
– Lo siento – murmuró al cabo de unos minutos.
Ten lo miró. Lo tenía prácticamente sentado encima de él.
– ¿Por qué lo hiciste? – preguntó decepcionado – me dijiste que confiara en ti y vas y haces cosas malas –
El otro se removió.
Por un momento, parecía que no iba a responder, hasta que finalmente lo hizo.
– Jeno estaba bebiendo también –
El tailandés frunció el ceño.
– ¿Qué? –
– Jeno – suspiró – un atleta. Todo un hombre. Es alto, guapo y abrazaba a Renjun mientras bebía como si nada. Bebimos lo mismo y él ni siquiera parecía mareado – negó – no soy nadie al lado de él –
"¿Qué?"
– No digas eso – reprendió – eres más que mucho para cualquiera. Si ese niño no puede verlo y prefiere estar con ese cabeza hueca, entonces el problema es él, no tú –
– Ten... –
– Lo digo en serio – interrumpió – no deberías hacer estas cosas para impresionar a nadie. Estás jodiendo tu cuerpo, YangYang. Y, ¿sabes lo peor? – el menor lo miró interrogante – el único que se hizo daño fuiste tú. Renjun debe estar en su fiesta cool con sus amigos cool y sin que nada ni nadie le importe, pero aquí estás tú, sufriendo por él y por tu estado de ebriedad. Y no te digo como te vas a levantar por que... bueno, eso ya lo verás en la mañana –
Sin poder evitarlo, el menor hizo un puchero.
Se giró lentamente hasta quedar frente a frente entre las piernas del mayor y se dejó caer sobre él para abrazarlo.
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Stand by me
FanfictionTen era un tipo optimista la mayor parte del tiempo. Siempre pensaba que todo pasaba por algo. Ahora, que su novio lo había dejado, lo despidieron de su trabajo y no tenía donde vivir, no estaba tan seguro. Lo bueno era que tenía a sus amigos, Sic...