Capítulo 5

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—¿así que te ofreció irte sin más a Naboo?

—exactamente maestro. Y yo no podía irme sin avisarle de esto a usted.

—gracias Tara, esto nos da un enfoque más detallado del Canciller.

En estos momentos la centinela se encontraba con su ex maestro, caminando por el templo jedi.

—no entiendo porque quiere que confíe tanto en el, es bastante extraño maestro.

—por el momento hazle creer que lo haces Tara. No sabemos cuales son sus intensiones al llegar a ti o en todo caso a Skywalker.

—entiendo. —Tara suspiró cruzándose de brazos. Viendo caminar a lo lejos a unos padawans— Sabe, cuando entre a la oficina el ambiente se convirtió bastante escalofriante, incómodo e incluso oscuro. 

Mace Windu se le quedó mirando pensativo y serio. 

—esta prohibido que los jedi indaguemos en el Senado, pero no está demás mantener un ojo en cada acción que ellos hagan, así que puedes irte tranquila Tara.

—tenga cuidado maestro, no es normal lo que sentí.

Mace Windu le regaló una sonrisa tranquila a su cuarta aprendiz.

—lo haré, ahora alcanza a Skywalker y mantenme informado de cada cosa que pase con el chico.

—¿usted no confía en él, cierto?

—no es que no confíe, pero Skywalker a dado mucho de que hablar desde su llegada al templo.

Los caminaron, pasando frente a unos younglings.

—él no es como los demás padawans o tú que llegaron desde bebés. Skywalker llegó al templo teniendo un lazo con su madre. Su temperamento como verás no es el mejor que habido, incluso el maestro Kenobi a tenido dificultades al entrenarlo.

—entiendo su preocupación. 

Tara paro de caminar al pie de las escaleras, que daban a la salida del templo.

—mantendré vigilado al padawan Skywalker y cualquier cosa que ocurra se lo informare de inmediato.

—gracias Tara. Por mi parte iniciare con lo anterior y le avisare al maestro Cin Drallig que iniciaras tus deberes dentro de dos semanas.

—o incluso antes, todo depende del maestro Kenobi. 

La centinela se cruzó de brazos y le sonrió a su ex maestro.

—ahora con su permiso me embarcare a Naboo, que la fuerza lo acompañe maestro.

—que la fuerza te acompañe a ti también.

La asiática lo miró por unos segundos más y se giro bajando las escaleras del templo, para así dirigirse al puerto donde la escolta de Padme le daría la nave de esta.

Luego de un largó viaje, solo faltaron 2 horas y 15 minutos para el aterrizaje, pero Tara sentía que estaba sentada por siglos piloteando. Soltando un suspiró puso el viaje en automático y se levantó de la silla del piloto; solo caminó unos cuantos pasos cuando la voz de Kylo volvió a sonar en su mente de nuevo, pero no era la única voz que sonaba en su mente, pues la voz de una chica también la llamaba, aunque su voz se escuchaba como un eco muy lejano.

—debe ser el estrés, pero nada que un sueño relajante no pueda solucionar.

La centinela estiró sus brazos hacia arriba y siguió su camino. Pensó que tomando una fiesta se solucionaría todo, error, hasta en su sueños las voces no la dejo en paz. Ya que cuando menos se lo espero, abrió los ojos se lo encontró, sentado a unos metros en una cama.

ALTERNATE ↬┇Libro [2] Anakin Skywalker (Episodio 2 y 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora