No me gusta él, me gustas tú [Okuyasu x Reader]

18

Habíamos terminado de desayunar y le dimos la noticia a Josuke.

- Ya se estaban tardando - dice Josuke emocionado.

Ambos nos avergonzamos sintiendo nuestras mejillas ponerse rosa.

- ¡Yoshimura es real! - dijo Josuke como fangirl.

- ¿Yoshimura? - ambos ladeamos la cabeza con un poco de confusión.

- Sí, sí juntas sus apellidos suena así. Yoshida y Nijimura - Josuke gesticula con sus manos tratado de hacernos entender - Yoshi y Mura, Yoshimura. Traté de hacerlo con sus nombres pero sonaba raro y Koichi me dió la idea de llamarlos Yoshimura.

- Me gusta como suena -  murmuró, miré a Okuyasu con una sonrisita tímida.

Personalmente se me hacia raro pero me gustaba, solo un poco.

- Creo que a mi también me gusta - murmuré.

- También me hicieron ganar una apuesta con Rohan y Koichi - dice Josuke con una sonrisa.

- ¿¡Apostaste por nosotros!? - pregunté mirándolo con el ceño fruncido.

- Sí, Koichi dijo que no se harían novios y que esperarían más, Rohan dijo que ni de chiste ambos saldrían. Y yo en todo momento aposté que ustedes se harían pareja.

- Idiota - le di un sape.

- ¡Oye! - se queja sobandose donde lo había golpeado.

No sé pero esta situación me dió risa, me comencé a reír, ellos se miran y también ríen.

Sin darme cuenta ya era medio día,  los tres habíamos pasado la mañana viendo televisión, me la habí pasado acurrucada al pecho de Okuyasu.

No recuerdo cuando me la había pasado tan  bien de una manera simple.

Tiff me había dicho que mañana iríamos a la playa para poder "broncearse" con eso me dijo que era para poder mostrar piel antes mi chico. Dijo que debería usar un bikini para que se viera mi busto. Esperaba que fuera más de medio día para decirles que fuéramos al centro comercial para que ellos también compraran unos bañadores.

Cuando miré que eran 12:16.

— Oigan vallamos al centro comercial, mañana iremos a la playa y no tengo un bañador, y de paso si ustedes no traían ustedes podrían comprar uno.

Ambos se miraron con una sonrisa cómplice.

— Vamos — dijo Okuyasu muy entusiasta y tenía un sonrojo en sus mejillas.

— ¿Y qué esperamos? — se levantó Josuke.

— ¡Esperen! Debo ir a ponerme algo decente — dije notando que seguía con mi pijama.

— Puedes irte así — rió Josuke en forma de burla.

— ¡No! — grité.

En respuesta le saqué la lengua y como pude me fui corriendo con dirección a mi cuarto, tomé unos jeans oscuros una camisa rosa, tomé mi bolsa con lo necesario y bajé a donde ellos estaban esperando.

— Estoy lista — dije bajando las escaleras.

— Bien, vámonos.

...

Salimos y fuimos al centro comercial y entramos a una tienda de ropa donde había muchos bañadores.

— Bien, ustedes valla a por sus trajes y si me tardo no se preocupen — le dije mientras me iba al otro lado de la tienda.