No me gusta él, me gustas tú [Okuyasu x Reader]

16

Mi sueño había sido malo, solo dormiteba despertándose constantemente durante la madrugada. Había dado vueltas en mi cama, tratando de consiliar el sueño, cuando la mañana llega miraba el techo sintiéndome cansada.

Me levanté quedándome en pijama, era un pantalón largo con una camisa de manga larga, ambos eran de Hello Kitty. Salí del cuarto bajando a la cocina donde mi padre estaba sentado en el comedor mientras bebía café y escuchaba las noticias por la radio.

- Buenos días - lo saludé, me serví una taza de café y lo en endulce con crema para café sabor avellana.

- Buenos días dormilona, Josuke me dijo que vinieron muy cansados del karaoke.  Dime que los avergonzaste con tu linda voz - mi padre bebió un sorbo de café.

Otra vez con lo del karaoke, entonces JoJo tenía razón, pero ¿qué le sucede a mi memoria?

Hay algo extraño sucediendo, o quizás es una broma para hacerme ver que soy una paranoica. Si es una broma espero que no la quieran llevar muy lejos.

Pero mi padre no hace bromas, trata de ser serio más no bromista. Si esto es algo serio me llevarán a un hospital y no me gusta la idea de que estudien mi cerebro, o que me quieran meter a esas máquinas raras.

- ___, ¿estás bien? - pregunta mi padre sacando mi mente de mis pensamientos.

- Sí, claro que los avergonse - le seguí la corriente.

- Esa es mi hija - dice orgulloso - ¿Y ya haz recordado lo ocurrido en este año?

¿Por qué no los recordaría? Tendría que ver con lo que Josuke dijo. Tuve un mal presentimiento que provocó que un escalofrío recorriera mi cuerpo. Trate de no hacer una cara de duda, por ello bebí un gran trago de café.

- Sí - afirme no muy convencida.

- Me alegra mucho, tu madre me hubiera asesinado si algo te hubiera pasado - dice mi padre con alivio. Solté una carcajada tratando de olvidar mi mal presentimiento.

- Pero todo está bien - mi padre sonríe y termina de beber su café.

- Ya me voy a ir, despideme  de los chicos - se levanta y toma su maletín.

- Eso haré. Adiós - le doy un beso en la mejilla. Sale de la casa dejándome con otra duda más.

Recordé que hoy era Miércoles y le había dicho a Tiffany que la llamaría en cuanto llegara, creo que le marcaré en la tarde.

Seguia bebiendo mi café mientras esperaba a que los chicos despertaran, me decido por hacerles el desayuno. Comienzo a preparar unos huevos y a freír un par de salchichas que había cordado en forma de pulpo.

Mientras cocinaba escuché un par de pasos bajar las escaleras.

- ¿Qué es lo que huele tan bien? - dirigi mi mirada a Okuyasu quien venia adormilado, con los ojos entre abiertos.

- Solo son huevos y salchipulpos - respondí - Podrías ir por Josuke, el desayuno está casi listo.

- Ya voy - responde para luego darse la vuelta y salir de la cocina.

Al poco tiempo ambos chicos llegan a la cocina todavía con sus pijamas. Toman asiento y les pongo los platos en la mesa, también les paso una taza con café, luego me siento con ellos para desayunar.

Mientras comíamos pensaba si era el momento adecuado para preguntarles mis dudas y entender lo que sucedía.

- ¿Les puedo preguntar algo...? - me había animado ya no me iba a echar atras.

- Sí - responden ambos.

- Hay algo que me desconcierta... Mi padre me dijo que había perdido parte de mi memoria, pero yo recuerdo todo. O al menos eso creía... Mi padre dijo que ayer fuimos al karaoke pero no recuerdo eso, recuerdo que fuimos al mercado y creo que me desmaye - hable mientras miraba mi taza de café.

Levante mi vista para ver sus rostros, ambos se miraron parecía que ambos sabían algo que yo no. ¿Qué saben ellos que yo no?

- ¿Por qué no hablan? - pregunté.

La respuesta será mala, por ello no hablan. Demonios, por ello mi mal presentimiento.

Tragué saliva esperando lo peor, sentía que no podía pensar algo positivo.

- De algún modo, lo que recuerdas del mercado pasó... - Okuyasu me miraba fijamente.

- Pero después de eso perdiste la memoria, creías que estabas en 1998. Durante le día que no recordaba salimos y parece que recupérate los recuerdos pero ese día se perdió - responde Josuke.

- Eso no tiene sentido - pensé en voz alta.

- Lo sé, pero es lo que sucede - Josuke me miraba con pena.

- ¿Qué causó esto? - les pregunté.

- No lo sabemos... - sonaba a mentira, no me gustaba que me mintieran en cosas serias. Okuyasu parecía querer decir algo pero no se animaba a escupir lo.

- Okuyasu... - tome su mano y lo miré a los ojos - Por favor dime que es lo que sucede. Por favor - le pedí, este parece aceptar.

- Hay personas que tienen poderes y esa persona te atacó, Josuke cree que los recuerdos que hagas mientras hayas perdido parte de tu memoria se pierden cuando recuperas los perdidos - eso sonaba inventado pero la forma en la que lo dijo era sincera.

Si la pensaba se me afiguraba a una historia de un comic o material para una película de Hollywood.

- ¿Ustedes también tienen poderes? - les pregunté. Ya no estaba tocando la mano de Okuyasu, tenía la vista en mi taza.

- Sí... Ambos los tenemos - responde Josuke.

- ¿Por qué no me lo habían dicho? Somos amigos, se supone que nos tenemos confianza, ustedes me mintieron - me había dolido que Okuyasu me ocultara esto, es cierta forma me había mentido.

- No te mentimos, solo no te lo contamos - alega Okuyasu.

- ¡A eso se le llama mentir por omisión! - me altere, me levante de golpe y me fui a encerrar a mi cuarto, claramente azote la puerta para mostrar mi punto.

Estaba molesta y tenía ganas de hacer berrinche, si me rogaban un rato me harían sentir mejor. Si no lo hacían tendría que ser yo quién se fuera a disculpar y pedir más explicaciones.

Escuché unos toques a mi puerta.

- Yoshi, sé que estás molesta. Quiero pedirte perdón, no sé si te sientes excluida pero quiero que sepas que no lo dijimos por querer protegerte - su voz mostraba culpa.