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Al escuchar eso, me sentía alegre. Era como si fuera una princesa y ellos mis caballeros defendiéndome.

- Perdón - abrí la puerta y Okuyasu casi se cae, su cabeza estaba recargada en la puerta. Este trata actuar como si no se hubiera estado a punto de caer.

Al final no necesité que me rogaran, solo quería oír una disculpa y Okuyasu se había disculpado.

- ___, si te lo decíamos nos da miedo que  el asesino que buscamos te haga daño - responde al verme - No soportaría que alguien te dañara, pensar en eso me hace hervir la sangre...

Eso me hizo sentir una oleada de calor en mis mejillas, Okuyasu también parecía sentir lo mismo, mi pecho se aceleró, con duda me acerqué y recargue mi cara en su pecho escuchando como su corazón latía como loco.

- Okuyasu... Te quiero - susurre abrazondolo no levante mi vista, solo olía su aroma a colonia. Esperaba a que me dijiera algo pero solo se quedó quieto.

Tardó en reaccionar pero también me abrazó, pasó sus grandes y frías manos por mi cintura.

- Yo también te quiero - habló con su típica voz ronca.

Yo al sentirme nerviosa levante mi vista, me puse de puntillas para darle un beso de pico en los labios. Me separé rápidamente por vergüenza, pero me sentía feliz.

- Ayer durante el karaoke también me besaste - murmura cerca de mi oído, provocando que mi piel se pusiera como gallina.

- Etto... - no sabía que decirle sentía mi cara arder con la intensidad de mil soles.

- No te avergüences - toma mi rostro y me planta un beso en mis labios, esta vez mueve sus labios. Esta vez logré sentir que sus labios eran cálidos se sentía algo secos, cierro mis ojos dejándome llevar por lo bien que se sentía esto.

Era extraño esto, creo que ya había sentido esto, mi estómago creo que sentía las llamadas mariposas en el estómago. Mis recuerdos llegaron a mi cabeza y recordé el beso de ayer y las canciones que cantamos, también como de alguna manera me secuestraron.

Nos separamos por la falta de aire, abrí mis ojos y miré los ojos negros de Okuyasu que tenían el brillo de antes el que habían perdido hace unos días.

- ¿Ya pudiste olvidar a la chica? - le pregunté viéndolo. Me daba miedo oír la respuesta, si me decía que no me dolería y si decía que sí sería una oportunidad para ambos.

- No - respondió avergonzado - Si te hubiera olvidado no te habría besado...

- ¿Te referías a mí? - pregunté asombrada - Creí que hablabas de alguna otra chica pero, yo no salía con nadie.

Me hace sentir boba pensar en que había otra chica cuando el casi no socializa. Soy tan idiota.

- El día que nos veríamos en el café llegué y escuché algo que estaba fuera de contexto. Parecía que te le declaraba a Josuke, me sonaba lógico porque él es más guapo y agradable que yo, y después los miré pasar por delante de mi casa y ambos se miraban muy felices - sus ojos se miraban algo tristes, casi lloraba - Recuerdo que en tu declaración parecías nerviosa y simplemente pensé que ambos serían felices, parecían una bella y perfecta pareja, cuando viniste a hablar conmigo me sentía molesto y celoso. Odiaba la idea de que quisieras a alguien más pero si eras feliz debía aceptarlo.

Recordé lo ocurrido ese día, como me había sentido mal y por otro lado el también se sentía mal, esto sonaba a un muy extraña coincidencia.

- Okuyasu - eso me había hecho sentirme mal, pero eso me demostró lo dulce que podía llegar a ser.

- Perdón si suena muy cursi, pero tú me haces sentir así, ¿entonces no te gusta Josuke?

- No me gusta él, ne gustas tú - limpié la lágrima que apenas salía de sus ojitos - Bobo, me gusta que seas cursi - besé su frente con cariño.

Adoraba si torpeza, había aprendido a no verla de mala manera sino como un rasgo que lo identificaba y que lo hacía único. Si Okuyasu no era torpe e ingenuo, no sería Okuyasu seria alguien más.

- Solo lo soy contigo, pero no le digas a nadie - me pide avergonzado.

Su vergüenza junto con su ponta lo hacía ser una combinación inusual, me gusta lo inusual de él.

- No le diré a nadie, solo te quiero para mí - él sonríe mostrando una gran dicha.

- Entonces podemos oficiar esto, ____ se mi novia, por favor - me pide sin dejar de verme a los ojos.

Nunca había sentido este sentimiento con nadie, ni mi exnovio lo había logrado. Esto estaba destinado a pasar.

- Sí, sí quiero - nos damos otro beso de pico.

- Ahora vallamos a terminar de desayunar. Todavía tengo hambre - el estómago de Okuyasu complementa lo que había dicho con un rugido que hace que sus mejillas vuelvan a colorarse. Solté una pequeña risa ante lo que había escuchado.

- Vallamos y digámosle la noticia a Josuke - extiendo mi mano para tomar la suya, ambas se tomaban y entrelazamos nuestro dedos. Estas vacaciones creo que han sido las mejores, no puedo esperar a que sean las de verano.

- Si, demonos prisa. No quiero comerme la comida fría - se queja.

- Podemos calentarla en el microondas - le recuerdo.

- Lo había olvidado - rie con nerviosismo.

Así ambos salimos de mi cuarto con otra actitud, y pensar que yo creía que los cambios no eran bueno. Tendré que darle la razón a mi madre, gracias por este cambio mamá...

...

Perdón por desaparecer tanto tiempo, realmente no me sentía de ánimos, la cuarentena me terminó afectando, espero que a ustedes no les haya afectado tanto.

Gracias por leer :D

No me gusta él, me gustas tú [Okuyasu x Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora