Capitulo 13.

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Tu: Déjame tranquila Ashton. -digo entre dientes- De verdad déjame, porque no tengo ganas y me encuentro mal.

Ash: Pues te jodes. -dice seco- Si hubieras actuado de otro modo y...

Tu: ¿Te recuerdo quien empezó?

Ashton se quedó mirándome y se calló la boca. Sabía muy bien que el que había comenzado a decir que bebiera fue Michael y él le había dado su completa bendición, según ellos así me sentiría mejor. Tenía toda la noche borrosa a partir de las doce. A partir del increíble beso que me había dado Luke, y realmente no sabía que había sucedido, lo que si sabía es que mi vestido estaba roto, me faltaba un zapato y tenía un ojo amoratado. En unas horas estaría completamente morado y eso no era algo muy agradable. Gracias al cielo mi madre se había tenido que ir, nuestras madres se habían tenido que ir mejor dicho, ya que había surgido una emergencia en su empresa y habían tenido que ir a Londres a ocuparse del asunto, como siempre. Aunque en estos momentos le daba gracias a Dios porque mi madre no estaba en casa.

Me metí en la ducha cabreada con todo el mundo y cuando acabé de ducharme salí todavía cabreada. Abrí la puerta entrando en mi habitación desnuda y empapada, mientras mojaba absolutamente todo el suelo, pero me daba exactamente igual. Todo me daba igual. Dios! No podía estar más cansada de lo que estaba de todo. No quería ni mirarme en el espejo. Era increíble, el año había comenzado de una manera completamente perfecta pero después de unas horas, creo que habían sido unas cuantas horas, se torció todo y terminé con un ojo morado sin saber realmente el por qué, ni quien lo había hecho. Tampoco me importaba mucho en estos momentos, solo quería matar a alguien y ese alguien seguramente sería Samantha, ya que estaba segura que esto había sido culpa suya. Puta de mierda! Dios! Yo no solía ser así pero con ella me salía solo. Era algo realmente extraño.

Me quedé mirando el interior del armario desnuda, mientras intentaba encontrar algo cómodo para ponerme. Resople mientras cogía una camiseta grande de baloncesto gris de manga corta que me encantaba. El frio ya ni siquiera me afectaba, no es que hiciera mucho pero ahora mismo tenia precisamente calor, no era normal como tenía el cuerpo, ni la cabeza últimamente.

X: Nena, ¿estas bi... -para- JODER!

Me giré y vi a Luke cerrando la puerta con el pie y tapándose la cara con las manos. Me reí ante su actitud y me puse ropa interior y la camiseta, que tapaba lo que tenía que tapar. La verdad es que era culpa suya por no llamar nunca a la puerta cuando entraba en mi cuarto. En breve iba a suceder y ya sucedió, me vio desnuda, de espaldas, pero desnuda, cosa que solo él, de sexo masculino, ha podido hacer en toda mi vida, porque Ashton no contaba, cuando era pequeña y él era pequeño, eso no cuenta para nada. Pero en mi adolescencia, con el cuerpo de mujer por así decirlo, él único que me había visto había sido Luke. Demasiado vergonzoso para ambos.

Tu: Listo.

Luke: Pon el cierre pedazo de exhibicionista. -dice colorado sentándose en mi cama.

Tu: ¿Has visto algo?

Luke: Tu culo.

Tu: Pues te pagaré el psicólogo. -digo poniéndome unos pantalones de chándal holgados- ¿De acuerdo?

Luke: ¿Para qué? -dice pícaro.

Negué con la cabeza sonrojándome y cerrando el armario.

Luke: ¿Estas bien?

Tu: A parte del ojo morado y mi orgullo por el suelo, todo está bien.

Luke: Joder... -suspira- Lo siento, tenía que haber aparecido antes.

Tu: No es culpa tuya. -digo girándome y frunzo el ceño- Espera...

Luke me miró serio y se sentó en la cama mirándome.

Me volveras loca.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora