Capítulo 6

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                                  Las Grabaciones

Esa mañana en especial era fría, más fría que las anteriores, Sara había ido a casa puesto que había recibido una llamada de su madre de que la necesitaban. Fue llevada por Flora junto con Susej Leblanc' y Ángela Parker.

Todos los habitantes de Frycity tenían un paquete en su puerta principal, pero no sabían que era, alrededor de las nueve de la mañana se dieron cuenta del pequeño regalo que tenían sus casas.

Regalos que causarían una sensación de escalofríos y más de uno tomaría medidas. Las alarmas anti-robo no se habían encendido, así que no habían intentado entrar a las casas. Eso no quería decir que estuvieran a salvo de lo que venía.

Todos abrieron los paquetes, dispuestos a descubrir que había dentro.

Los Almeida, Los Lorant, Los Leblanc', Los Parker, Los Ferreiro y todas las familias recibieron lo mismo: cintas cassette.

Las tiendas de electrónica se llenaron de habitantes buscando un reproductor VHS, los que ya lo tenían no perdieron el tiempo. Entre esos Los Almeida.

Y lo que vieron no hizo más que dejarle los pelos de punta, con una sensación de escalofrío y de ser observados.

Adelantaron y adelantaron, pero lo que vieron fue lo mismo. Horas y horas de grabaciones de sus casas, se les veía salir, sacar la basura, regar las plantas. Se veía los autos y habitantes pasear por las calles y aceras.

Se veía como los gatos se colaban en el techo en la noche y grupos de amigos paseando por las tardes.

Todos tenían lo mismo, más de uno llamó a la policía, las líneas de comunicación colapsaron y todos los habitantes se hacían las mismas preguntas.

¿Quién había hecho aquello? ¿Qué propósito tenía? ¿Por qué no había ninguna cámara cerca?

Todos convocaron una reunión en la plaza del pueblo, con obligatoria asistencia, descubrirían quien había hecho eso tarde o temprano.

Mauro

Mamá y papá lucen preocupados, veo el porqué si a mí me espiaran estaría igual de preocupado y molesto.

Papá hace llamadas para reforzar la seguridad de la casa, mientras Amelia está preocupada porque en las cintas se ve claramente cómo se escapó varias noches de casa con un tipo motociclista, con quien más tarde hablaré , mamá la regaña y reprende, le quita el celular durante una semana y Amelia está mas que enojada.

-Mañana vendrán a instalar el sistema de seguridad nuevo- dice papá- Y desactivaremos la alarma anti-robo que instalo nuestro bondadoso alcalde- dice la última frase con sarcasmo.

-Este pueblo está más que caótico, deberíamos considerar devolvernos a Canadá- dice Amelia.

-No podemos permitirnos eso en estos momentos, ya empezaron su año escolar aquí y debemos averiguar qué está sucediendo- responde papá

-Todo esto es una exageración, aparte debemos acudir a la junta que se realizará hoy en la tarde- interviene mamá

-Mau, tu iras con nosotros, no te quedarás en casa hoy- habla papá

-Lo que más me apetece es convivir con un grupo de hipócritas enmascarados- digo con sarcasmo

-No digas eso, debes adaptarte- interviene de nuevo

-Pero si se adapta muy bien, lo he visto en varios acercamientos con la hija de los Almeida- dice Amelia en un tono juguetón.

-Más te vale no hacer nada indebido con esa chica Mauro, te conozco muy bien- dice mamá

Le doy una mirada asesina a Amelia y me retiro a mi habitación.

Me agrada Sara, no se parece a las demás chicas de aquí, aunque no sé si sea tan fácil acercarme a ella, es muy inteligente y parece que no le gustan los chicos. Ni modo tendré que volverme su amigo.

Revisó en Instagram y me meto a su perfil otra vez, es una chica interesante y tiene un estilo gótico que me llama la atención, desde que la vi en el salón de clases supe que no se esforzaría en llamar la mía. Se veía despreocupada cuando me acerque a ella.

Le doy un vistazo a sus fotos, la más reciente es de la noche de la fiesta y sale con sus amigas. La estuve buscando rato después quería invitarla a jugar videojuegos, pero según me dijeron se fue temprano.

Me alisto para ir a la reunión, todo esto tiene preocupado a mis padres y desata en mi una sensación de intriga que no puedo dejar pasar. Tengo que averiguar que sucede.

Hace noches atrás, dos noches atrás para ser exactos, estaba despierto en la madrugada y vi una figura escabullirse en el bosque, llamó mi atención inmediatamente pues no era hora para andar deambulando por ese lugar. Así que salí y lo seguí, llegue hasta lo que parecía el centro del bosque, pero no había rastro de la figura, parecía haberse desvanecido entre la densa niebla.

Entró a tomar una ducha y dejar que el agua fría borre mis pensamientos detectivescos.

-¡Mauro apresúrate!- grita la ronca voz de mi padre.

Me cepillo el cabello y lo dejo que caiga a los lados de mi cara, me pongo unos lentes oscuros y me encamino a la salida seguido por mamá que se asegura de cerrar bien la puerta al salir.

***

-¡Es que ya no hay lugar seguro en este pueblo!- gritan en medio del alboroto que se formó en la plaza.

El alcalde intenta hacer de la vista gorda hacia todas las quejas de los habitantes, excusándose en que el cuerpo policial está ocupado investigando los asesinatos como para trabajar con cintas de grabación improvisadas.

Me parece sospechoso que no tema por su seguridad ni la de los suyos, apuesto a que a él también le llegó una cinta.

La reunión culmina y me encuentro con la cara pálida que estoy buscando desde que llegue. Sara.

Me acerco con cuidado de no ser muy obvio, esta distraída en su celular, así que aprovecho y la sorprendo tapándole la boca y agarrándola como si la fuese a secuestrar. Su espalda queda pegada a mi pecho, es casi de mi estatura y mi cuerpo reacciona al contacto obligándome a apartarla para no hacer incómoda la situación

-Empiezo a creer que de verdad estás loco- dice con aire cansado.

-Yo empiezo a creer que eres aburrida- esa no es la palabra que la describe.

-¿Ah sí?- dice enojada- Soy una chica aburrida en un aburrido pueblo- termina volteando los ojos.

-Podrías no serlo- Esta chica no es en definitivo la descripción de aburrido.

-No gracias, me gusta mi estilo aburrido, ahora si me disculpas estoy viendo un tutorial para librarme de mi profesor- dice volviendo la vista a su teléfono.

-Quería pedirte que me acompañaras a comprar un regalo para mi hermana- digo una verdad a medias. Amelia si cumple años pronto pero dudo que usaría algo que le compre yo.

- ¿Y qué crees que soy? ¿Guía para turistas? La respuesta es un rotundo No- hace énfasis en la última palabra.

-De verdad que no colaboras, tendré que hacerlo yo solo. No conozco esta ciudad y aparte me vas a dejar solo-

-Dile a Josh o a Alexey que te acompañen, yo no iré contigo- dice y se aleja

Seremos buenos amigos Sara Almeida, muy buenos amigos.

La oscuridad se apodera del cielo, y la luz de la luna se cuela por las ventanas de las casas de Frycity, tan blanca como los dientes del monstruo que guardaba la ciudad en sus catatumbas, esperando, había dado su primer paso, crear terror e inseguridad en los pobladores. No pararía hasta poner a salvo su secreto, a costa de todo lograría su cometido.

Frycity, un pueblo aburrido pero en realidad es hogar de más de un monstruo, bajo sus catatumbas se escondían estos que tanto temían ser descubiertos. Tanto miedo le tenían a esa idea que no dudarían en asesinar a cualquiera que se interpusiera en su camino. 

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