Capítulo 4

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Otro Funeral

Se repite la rutina de hace días atrás, una misa, personas vestidas de negro llorando alrededor de un cuerpo fúnebre, rosas blancas depositadas encima del ataúd.

El sr. Larriot no era tan querido como Samuel, sin embargo, todo el pueblo asistió a su funeral. Era el médico local y todos le estaban agradecidos.

Lo que no sabían los habitantes de Frycity es que mientras ellos despiden otro personaje del pueblo. Bajo sus narices estaban siendo planeados más asesinatos y una ola de sangre correría por las calles y aceras.

Sara

Todos estamos sorprendidos por el asesinato del sr. Larriot, la policía lo atribuyo a que había sido apuñalado al igual que Samuel. Hoy se llevará a cabo una reunión muy importante en el ayuntamiento, es de asistencia obligatoria por parte de todos los habitantes.

Ya casi se acerca la hora así que me visto y bajo para salir en la camioneta familiar. Mamá y papá están preocupados y los entiendo, yo también pero debo mantener la compostura.

***

Llegamos al ayuntamiento y tomamos lugar en las primeras filas del salón para conferencias. Todos están preocupados y quieren saber qué está pasando.

Giro la cabeza y me encuentro con unos ojos verdes pálido varias filas atrás. Una sonrisa torcida se forma en sus labios y yo le dedico la mía con un aire sarcástico.

-Silencio a todos- entra el alcalde- Todos saben porque han sido citados y es que- hace una pausa- Entre nosotros hay un asesino, y se ha hecho notar con dos víctimas con el mismo patrón de asesinato-.

La sala se llena de murmullos y mis padres se miran preocupados. Todos lo sabían pero hacían la vista gorda.

-Es de vital importancia estar protegidos, por eso- saca un aparato de su bolsillo- Instalaremos una alarma antirrobos en cada casa.
Sé que es angustiante la situación en la que estamos, pero debemos mantener la cordura y seguir las reglas que se le entregarán en un folleto a la salida.

Se acercan las elecciones y lo más probable es que estén llenos de publicidad. Se cierran las puertas, se apagan las luces y aparece un reflector que plasma una imagen de un tutorial en la pantalla que tenemos al frente.

Genial, ahora como cuando estábamos en primaria nos dictaran un taller de autodefensa.

***

Ahora, luego de treinta minutos logró levantar mi trasero de las sillas incomodas repartidas por el auditorio, me encamino a la salida recibo mi folleto.

Salgo y el cielo naranja me deja ciega por un momento, pero recobró la compostura y saludo a los padres de Cris luego de saludar a mi amigo.

-¿Tienes planes en este momento?-dice.

-Si llegar a mi casa, ver netflix y comer patatas son planes. Entonces si- digo con sarcasmo.

-Vale, vamos a un café entonces -me ofrece – Yo invito- eso es suficiente para que quiera ir.

Hablo con mis padres, les digo donde estaré y mi hora de llegada aproximada.

La campana sobre la puerta suena y Cris entra siguiéndome, escojo uno de los puestos al lado de la ventana, este café es mi preferido en la ciudad. Tiene un aire de los años sesenta, decorado con rockolas, colores rojos, blancos, azules y negros. Las meseras van sobre patines y usan un peinado recogido con cintas rojas de puntos.

Es muy agradable y me gusta ese toque vintage que le da el auto convertible en la entrada.

Pedimos dos malteadas y mientras tanto Cris me cuenta las sospechas de asesinos que tiene. Entre ellos el sr Buns.

No puedo evitar soltar una risa por su comentario.

-Cambiando de tema- dice y traga grueso- Estoy pensando invitar a salir a Flora- me dice y le doy una sonrisa alentadora.

-Me parece genial que te hayas animado, creo que es muy valiente de tu parte- le digo y froto la parte superior de su mano.

-No quiero que sientas que te hacemos a un lado, sabes que eres muy especial para nosotros, eres como una hermana para Flora y para mi- hace una pausa- Pero necesito dar un paso más allá.

-Lo sé Cris y te entiendo, no te preocupes por mi- suena la campanilla y Mauro entra seguido de dos chicos a los que reconozco fácilmente.

Son Josh Martino y Alexey Pávlov, los rompecorazones más grandes del instituto. No me equivoqué al suponer que se harían amigos, Mauro tiene un montón de chicas babeando por él.

Me dedica una sonrisa sarcástica y prosiguen a sentarse en la barra.

Josh y Alexey son muy atractivos e inteligentes, cumplen con todas las expectativas que tenemos las chicas hacia un chico, me incluyo porque cuando entre al instituto Alexey fue mi crush, su cabello rubio pálido, sus ojos color océano y su acento ruso no pasa desapercibido. Hace un par de meses salió con mi amiga Ángela, quedaron en buenos términos y eso impidió que se llevará una patada en los genitales de mi parte.

Estoy acostumbrada a convivir con ellos, pues no van en mi salón pero si en el mismo curso.

-Con que embobada con Alexey otra vez- dice Cris mirando a la dirección de los tres bombones recién llegados.

-Sabes que lo superé hace mucho tiempo- lo golpeó en el brazo.

-Si, como sea- rueda los ojos- Hora de partir idiota, no sea que te vuelvas agua- Le dedicó una mirada asesina y nos levantamos.

Me encargo de la propina, ya que Cris invito la cena.

***

Son las once de la noche aproximadamente cuando un golpe en la ventana me despierta.

¿¡Que carajos?!

Hay una marca de sangre en mi ventana que da con el bosque, me acerco a inspeccionar y una silueta se esconde entre los árboles.

Esto apenas empieza.

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