La Vie En Rouge → [ Carlisle Cullen]

➸DIEZ

¿Estamos saliendo?
𑁍♡𑁍

Cómo era su costumbre la morena ya se encontraba despierta antes del amanecer, así que con toda la tranquilidad del mundo se fue a realizar sus actividades mañaneras a sabiendas de que tenía que volver al hospital.

Cuando Nala salió de su habitación ya vestida con su ropa del día no pudo evitar sorprenderse al ver unas muletas nuevas a un lado de la puerta.

¿En qué momento su mamá se las había comprado? A penas en la noche las había arruinado estrellándoselas a tres asquerosos tipos, definitivamente su madre había sido demasiado rápida en reemplazarlas.

—Ni Amazon se apresura tanto. - Murmuró para sí misma antes de tomar a sus nuevas amigas y luchar por bajar las escaleras en una sola pieza.

Sin embargo, una vez abajo no pudo evitar mostrarse estupefacta ya que sobre el comedor estaba el desayuno hecho. Su rubia madre estaba poniendo los... ¿Esas cosas negras carbonizadas eran huevos o hoy cakes? ¿Por qué el jugo de naranja estaba rojo?

Los carbones de Nala observaron la tostadora la cuál estaba sacando demasiado humo antes de que el pan saliera completamente tostado, la coloración del pan blanco era entre café y negro.

¿Qué carajos estaba ocurriendo?

—Buenos días, Nala.

La morena achicó su mirada y se abstuvo de preguntar ¿A qué se debía semejante mañana? Pero al ver a su madre con un mandil puesto y los dedos algo quemados no le dio opción más que suspirar y tomar asiento.

—Buenos días, mamá. - Le saludo de vuelta pero aún mantenía algo de recelo en su todo de voz, finalmente aunque anoche habían tenido una plática cordial, no significaba que le hubiera perdonado por completo utilizar el nombre de Babette.

—El desayuno está listo. - Anuncio orgullosa de si misma la rubia quien mantenía una sonrisa complacida en su rostro. Le entrego un par de pan tostado a su hija y se sirvió lo suyo para después ir por sus respectivas dos aspirinas mañaneras para su dolor de cabeza.

Pronto sus ojos azules miraron con emoción a la morena esperando que está probará un bocado.

Nala no tuvo oportunidad de defenderse ante los ojos de borrego de su madre, no tuvo mucho tiempo para mentalizarse, así que siendo valiente partió lo que sería su panqueque y lo llevo a su boca.