➸ DIECIOCHO

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Cobarde
𑁍♡𑁍

Nala se reincorporo como pudo, ni siquiera le importo poner sus manos sobre los vidrios con tal de ayudarse y ponerse de pie.

Ella entendía que Jasper era un peligro inminente. Él no solo influía en las emociones de los que estaban a su alrededor. También las sentía. Así que podía sentir la sed que se desató en el resto de sus hermanos y se combinó con la suya misma. Volviéndolo mucho más agresivo e inestable, volviéndolo un verdadero peligro.

Así que una vez parada, tomo del brazo a su madre para jalarla detrás de ella, y se agachó con el fin de recoger su chamarra para poder colocarla sobre su brazo ensangrentado y de esa forma hacer presión y cubrir la sangre de la vista de Jasper.

Los ojos negros evaluaban la situación, el forcejeo del rubio cada vez se hacía más fuerte, pero la concentración de sus hermanos se estaba perdiendo debido al olor que su sangre emanaba.

No estaba siendo fácil para ninguno, solo tal vez para Carlisle y Edward, que las mantenían como prioridad.

—Nala. - Solo hasta entonces sus oídos captaron los llamados chillantes de su madre.

Fue entonces cuando ella salió por completo del shock.

Su mano soltó su propio brazo para palpar la bolsa de su pantalón, cuando sintió las llaves de su motocicleta pudo respirar tranquila.

—Vámonos. - Volvió a decir, esta vez no pudo evitar que su voz temblará ya que por un momento Jasper se había soltado del agarre de Emmett.

Arizona asintió en respuesta, no le importó ni su bolso, ni su cartera, tampoco los regalos, no le importaba nada más que sacar a su hija de ahí.

Con cuidado, la rubia tomo a su hija de su brazo bueno, y con rapidez ambas se escabulleron a la salida de la casa, cuando la noche reflejada en el bosque las abrazo, ambas pudieron respirar tranquilas.

Aunque incluso ahí el sonido de los gruñidos y jadeos que daba el sediento inmortal podían escucharse bien, tanto que el cantar de los grillos paso a segundo plano.

—¿Amor estás bien? - Le cuestionó su madre con preocupación al ver cómo la chaqueta color vino de su hija comenzaba a mancharse de sangre. —Olvídalo, iremos al hospital ya mismo.

La Vie En Rouge → [ Carlisle Cullen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora