La Vie En Rouge → [ Carlisle Cullen]

➸ VEINTISÉIS

Cuenta Regresiva

🥀

—¿Cómo está Nala?

Aquella fue la pregunta unánime de todos los Cullen una vez que vieron entrar a Carlisle por la puerta de la casa.

Recién estaba amaneciendo, y aunque le costó trabajo, tuvo que volver a casa y dejar sola a la morena, de lo contrario, estaba seguro que cierto moreno, le iba a disparar una bala entre ceja y ceja.

—Su brazo se pudo salvar. - Explicó con un semblante cansado al tiempo en que llegaba y tomaba asiento sobre una de las sillas del comedor. —Su cuerpo está absorbiendo de una manera tan rápida los opioides, hasta parecen que se queman apenas entran.

—Eso significa que ella está sintiendo mucho dolor. - Musitó Rosalie al pensar en el infierno que estaba pasando la chica. —Malditos chuchos. - Gruño con enfado ya que ellos eran los responsables de todo.

—La culpa no es 100% para ellos. - Hablo Edward quien se había mantenido bastante callado desde aquel incidente. —¿Verdad Emmett?

—¡Yo solo quería atrapar a Victoria y quitarnos ese peso de encima de una vez por todas! - Se justificó con rapidez.

—Eso puedo comprenderlo. - Los ojos de Carlisle se posaron sobre los del colosal vampiro, quien tuvo que mantenerse firme para no retroceder ante esa mirada helada. —Pero ¿Era necesario provocarlos? ¿En verdad crees que era necesario hacerlos enojar? ¡Por tu imprudencia Nala salió herida!

El colosal iba a replicar, pero ha decir verdad no había mucho por decir, ya que finalmente tenía que admitir, que sí, efectivamente, fue impulsivo y lo único que quería era tener una pelea mano a mano con esos sarnosos.

—Lo siento.

—Esto no puede volver a pasar de ninguna manera. - Sentenció el rubio. —Y lo digo para todos.

—Está bien, nos limitaremos a no tener contacto alguno con los quileutes. - Musitó Alice quien se encontraba disgustada al igual que sus hermanos.

—Esos sarnosos. - Gruñó Rose con desprecio. —Si no nos hubiéramos ido, Nala no se hubiera acercado a ellos y nada de esto estaría pasando. - Aquel reproche iba claramente para su padre y el cobrizo.

—Se equivocan. - Ahora fue Edward el que hablo. —Nala está más involucrada con ellos de lo que podemos imaginar. - Sentenció. —De hecho, ella será un quileute, bueno, creo que ya lo es.