¿Por qué la robaste?
𑁍♡𑁍
Sentía su cuerpo pesado y adolorido, también su cabeza a punto de explotar, no quería ni imaginar el tipo de migraña que estaba por darle.
Se encontraba recostada en lo que parecía ser una cama de hospital. ¿Una cama de hospital? ¿Qué hacía en un hospital?
Presionó su mente a todo lo que daba para poder recordar los hechos que la llevaron hasta ahí. ¿Había chocado? No, estaba segura de que no. ¿La habían atropellado? Tal vez, su cuerpo dolía como si un camión le hubiera pasado encima. Pero no, algo no encajaba.
Entonces fue cuando sintió como algo hizo "click" en su cerebro. La visita a la casa de la familia Cullen, el partido de béisbol, los tres nómadas, dos vampiros queriendo ir por sus respectivas cabezas, o mejor dicho, su sangre. La huida a Phoenix, la llamada, el escape al estilo misión imposible del aeropuerto, la llegada al estudio de ballet, y el sin vergüenza de James que la había engañado.
—¡Nala! - Fue lo primero que escapó de sus labios cuando armó las piezas del rompecabezas. Sus ojos azules se abrieron de golpe al mismo tiempo en que su cuerpo se reincorporaba lo suficiente.
Sus manos fueron con rapidez hacia el oxígeno que estaba sobre su nariz, estuvo a punto de quitárselo sin embargo un tacto helado la tomo de los brazos.
Sus ojos se abrieron con sorpresa, si era James estaría dispuesta a arrancarle los ojos con las uñas si era necesario, sin embargo cuando se giró hacia el que la detenía pudo observar al chico cobrizo la traía de un ala desde los últimos meses.
—Arizona tranquila, no pasa nada, estás a salvo y estás bien. - Explicó el vampiro, quien le dedico una pequeña sonrisa la cuál le transmitió un deje de confianza.
—¿Y Nala, Edward? ¿Dónde está mi hija? ¿Esta bien?
El cobrizo asintió para después indicarle con la cabeza que girara.
Al otro lado de la habitación se encontraba un pequeño sofá, Carlisle estaba sentado en ese, y en su regazo reposaba la cabeza de la morena, la cuál estaba acurrucada y dormida sobre él.
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La Vie En Rouge → [ Carlisle Cullen]
أدب الهواةMi madre ha tenido muchos novios en su vida. Cada que termina una relación tiende a tomarme de la mano para que nos marchemos lejos. Por ese motivo es que he vivido en 22 lugares diferentes en mis 17 años de vida. Tras nuestra última huida llegam...