Tras una torpe y última reverencia, Char se marchó.
-Veo que has hecho una nueva conquista, Ela -comentó papá.
-El príncipe no... -empezó a decir Hattie.
-No he hecho ninguna conquista -interrumpí-. Tus champiñones ya hicieron una por mí. Además, pronto Cha..., el príncipe, se irá para pasar un año en Ayorta.
-Querido, ¿tenemos que quedarnos en este vestíbulo? -dijo Madame Olga, alargando su labio inferior como si hiciera pucheros.
-¡Cariño, estás helada! Nos vamos enseguida -respondió papá colocando su capa sobre los hombros de su nueva esposa.
En el coche estaba apretujada entre Hattie y Olive, incómoda pero al menos caliente. Madame Olga casi me aplastó cuando se volvió, ansiosa, hacia papá y dijo:
-Antes me pareció poco apropiado preguntártelo, pero ahora, querido, ¿me dirías a cuánto asciende nuestra fortuna?
-¿Por qué lo preguntas? Somos igual de ricos que antes, tontita. ¿Piensas que las bodas hacen que se llenen las arcas? -respondió él poniendo un brazo alrededor de su hombro.
-No, cariño -murmuró ella-. Tan sólo quería saberlo.
-Pues ya sabes...
-Seré una tontita, pero no lo sé. Quiero decir que sé cuánto tengo yo, pero no cuánto tenemos entre los dos.
Papá se acercó a ella, le puso las manos sobre los hombros y dijo:
-Querida, tienes que ser valiente.
Me preparé para lo que iba a venir.
-Vine a ti como un hombre pobre, ofreciéndote tan sólo mi persona. Esperaba que eso fuera suficiente.
Ella le acarició la mejilla.
-Claro que eres suficiente para mí. -Pero de repente pareció entender las palabras de papá y exclamó-: ¿Pobre? ¿Qué quieres decir con eso de pobre? ¿Es sólo una forma de hablar o realmente quieres decir que no tienes dinero?
-De mi ruina pude salvar mi ropa, a Ela y poco más.
-¡Mamá! -chilló Hattie-. Ya te había avisado. ¿Qué le diremos ahora a la gente? Conozco a Ela y...
Los gritos de Hattie quedaron ahogados por los lamentos histéricos de Madame Olga:
-¡No me amas! ¡Me has decepcionado, amor!
Papá la atrajo hacia sí. Ella sollozó sobre su hombro.
-¿Somos pobres? -preguntó Olive con expresión de pánico-. ¿Nos hemos quedado sin dinero? ¿Vamos a morir de hambre?
-Cállate, Olive -cortó Hattie-. No somos pobres, pero Ela sí lo es. Tenemos que compadecernos de ella, aunque...
Madame Olga volvió a interrumpirla; había dejado de llorar y se zafó de los brazos de papá. Se abalanzó sobre mí y me arrancó el bolso.
-¿Qué llevas ahí? -gruñó volcando el contenido sobre su falda-. ¿Monedas? ¿Joyas?
Sólo llevaba un pañuelo y un peine, que examinó con detalle.
-Filigrana de plata; me lo quedo -dijo lanzándome el bolso y arremetiendo otra vez contra mí. El coche se movía mientras Madame Olga forcejeaba para arrancarme la pulsera que llevaba. Intenté apartarla pero se aferró con más fuerza a mi brazo.
Papá la apartó y tomándola de las manos le dijo:
-Olga, tú y yo nos amamos. ¿Qué más importa? Además, cuando vuelva a mis negocios recuperaré el dinero que he perdido, y ganaré mucho más aún.
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El mundo encantado de Ela
Fiksi RemajaEste libro es de la maravillosa Gail Carson Levine❤️ Argumento: No todo es plácido y sencillo en el mundo de los cuentos de hadas, un lugar en el que Ela podría lograr la felicidad, de no ser por el absurdo reglado mágico que le hicieron al nacer: e...