Maquillaje para ser perfecta ×Chloe x tn×

10.- Paz

Narra Sabrina.

Mis pensamientos comenzaron a atormentarme, mi mirada vacía miraba hacia aquella sala.

—Deberías de hablar a tu casa, Sabrina –me pidió el señor Bourgeois.

Su voz me desperto de mi trance.

— Tiene razón, señor –marque a mi papá, esperando a que me contestará.

[ Tu... Tu... Tu...]

— Sabrina –escuché a mi papá pronunciar mi nombre preocupado.

— Papá... Estoy en el hospital...

— ¿Estás bien, mi cielo? –preguntó alterado.

—Sí papá –suspire— Chloé tuvo un accidente y estoy aquí.

— No te escuchas bien, mi amor.... –silencio— ¿Paso por ti?

— Yo... –mire al señor Bourgeois.

Él asistió, asumiendo lo que estaba pasando.

—Sí papá... Estoy en el hospital "Miracle".

— Voy enseguida, nena.

Y me colgó, mire mi teléfono con la mirada pérdida.

—Tranquila –me sonrió — te aviso cuando acabe la cirugía y se pueda hacer visitas.

Asentí.

— Ella es fuerte –murmuró viendo la sala en donde estaba ella— y estoy seguro de que superará esto....

— Tiene razón –intenté sonreír — ella saldrá de esto.

Y vi a mi padre en la patrulla, fuera del hospital.
Me despedí del señor Bourgeois y él prometió avisarme si pasaba algo.

Salí del hospital y me pare a lado de la patrulla, mi padre al verme abrio la puerta, se bajo y me abrazó.

— Vamos a casa, cariño.

Aquel abrazo me hizo soltar un par de lágrimas.

Narra Chloé

Estaba en un lugar obscuro, me sentía ligera, escuchaba mucho ruido pero en un momento a otro no escuche nada.

De pronto estaba en un bosque, con muchas flores y árboles.

Caminé un poco hasta que vi un pequeño arroyo.

Y vi mi reflejo.

Una chica rubia, ojos azules y labios rosados. Vestida de blanco, la brisa de aquel lugar me tranquilizó aunque escuche un leve zumbido.

— Mi reina...

Escuche una voz inusual, llamandome y le vi.
El kwami de la abeja, Pollen.

— Pollen... ¿Dónde estamos?

— En algún lugar donde su mente esta en paz.

Y recordé, estabamos en el bosque, en aquel donde me maraville con los animales que habían y sus hermosos colores.

Mamá y papá estaban ocupados así que salí sin que nadie me viese y llegue a aquel bosque, me sente y jugué en el aroyo, me sentí paz y con tanta tranquilidad.

— ¿Cómo es que estás aquí, Pollen?

— Los kwami's tienen un fuerte vínculo con sus portadores lo cual nos permite estar con ellos casi siempre...

— Esta bien –mire el intenso sol— ¿Qué debemos  hacer para salir de aquí?

— No lo sé, mi reina.

—Uhm... –baje la mirada hacia el kwami— Tratemos de llegar al hotel, tal vez así podamos irnos.

— Mi reina...

—¿Sí?

— Cuidado con seguir el camino de luz que da el sol.

Le sonreí, achinando los ojos, entendiendo el significado de aquellas palabras.

— Lo haré.

Y con ello empezamos a caminar hacia el hotel, hacia mi hogar.