Imposible Quererte - Chriserick

Capítulo 8

Cerré la puerta sin dejar espacio entre nosotros, imaginaba cualquier cosa de Christopher, menos que cediera tan rápido.

La clase la verdad que no importó para ninguno, optamos por salir del salón antes de que cualquier compañero nos viera.

- Te gusto. ¿Verdad? - pregunté sobre su cuerpo.

- Solo es curiosidad, me sigues cayendo mal.

- Vaya, al menos eres sincero.

- Mierda estás helado - dijo apenas introduje mi mano en su pantalón.

Sonreí de medio lado al escuchar como tragaba dificultoso, la forma de su mandíbula era tan perfecta y excitante a la vez. Accedí a que quitará todo lo que cubría mi dorso, por el momento solo queríamos explorar cada parte del otro, o al menos esa era la percepción que tenía.

- Dame un momento.

- Qué buscas.

- Esto - dije enseñando un condón.

- ¿Eh?

Volví a la postura de hace un momento, aunque esta vez añadí movimientos que permitían el roce completo de ciertas partes que hacía que la excitación fuera en aumento.

- Necesito que te gires - susurré.

- ¿Yo? Oye espera, no - negó.

- ¿Quieres o no?

- ¡Pero no así!

- ¿Y la valentía?

Me hizo a un lado acomodando algo que a lo lejos demostraba un volumen elevado, sus mejillas estaban de un tono rosado que incluso lo hacían ver tierno.

- Creo que concluí mi curiosidad.

- ¿Es enserio?

- ¿Qué querías? ¿Satisfacer tu falta de sexo conmigo? Erick, así como tu juegas yo también, no te sientas grande - rió.

En mi mente maldije todo lo necesario, pero de solo verlo sabía que no estaba siendo sincero en sus palabras.

- Solo admite que te dió susto, no tienes que avergonzarte por eso - añadí vistiéndome.

- He tenido relaciones antes.

- ¿Con hombres?

- Con mujeres, pero es lo mismo - excusó.

- Bueno, si tú lo dices. De todas formas, sé que seré el primero Christopher, es más, podría jurártelo.

Elevó una de sus cejas sin decir más, debía admitir que si me molestó esa provocación no terminada.

- Qué tanto me miras, sé que te gusto pero es incómodo - dije.

- Al menos podrías ayudarme a ordenar la cama.

Ignoré completamente su comentario, opté por solo guardar silencio mientras batallaba por ordenar el pequeño desastre en su espacio.

- ¿Qué? ¿Nunca te has masturbado? - pregunté sin parar el movimiento de mi mano.

- ¡Pero si no he dicho nada!

- Cómo sea, cállate que cortas mi inspiración.

Cerré mis ojos imaginando cualquier cosa perversa que mi mente pudiera imaginar, eso ayudaría a que pudiera terminar las ganas de penetrar a mi compañero de cuarto.

Sonreí al sentir una mano que no era la mía, de alguna u otra forma lo hacía volver sin hacer demasiado trabajo.

- Tómalo como un favor - dijo bajo.

- Me gustan los favores completos, no a medias.

- Qué quede entre nosotros.

- Solo hazlo.

Humedeció sus labios un poco dudoso de hacer lo que estaba en la mente de ambos, pero al sentir la humedad de su boca en mi pronunciada erección fui capaz de olvidar aquella espera.

Presioné mis labios ante la satisfacción que eso me estaba provocando, jalar su cabello fue algo que no pude evitar hacer, tenía un buen manejo en esto.

Tomó un rato que pudiera saciar esas ganas de sentir que mi miembro estaba dentro de algo, solo fui capaz de darle una sonrisa acompañado de un movimiento de cabeza en positivo.

- ¿Satisfecho? - preguntó sintiéndose ganador.

- No estuvo mal la verdad.

- Nada de esto a tus amigos, a nadie.

- Claro que no mi amor, o quizás...sí - dije enseñando la pantalla de mi celular.