Imposible Quererte - Chriserick

Capítulo 18

Me miré por última vez al espejo, acomodé un poco más mi cabello esperando que logre quedar como siempre.

Caminé por los pasillos que en su mayoría estaban vacíos, era de comprender, en este encierro no había mucho que hacer.

- ¿Me buscabas a mi? - preguntó.

- Eso creo.

- Te ves hermoso, las camisas te lucen.

- ¿Y...? Creo que esto no da un aspecto de cita - dije analizando el lugar.

- Acompáñame - pidió extendiendo su mano.

La tomé sin rodeo alguno, era extraño caminar a su lado sin que nos estuviéramos partiendo la cara o algún hueso.

Conocía perfectamente el camino, sabía que direccionaba a un lugar poco frecuentado por los alumnos.

- Wow, sí que me impresionaste - dije al ver todo.

- No es algo grande pero creo que la intención cuenta.

- Esto es muy raro, debo confesar que nunca he tenido una cita, siempre las he evitado.

- Que placer ser el primero en varias cosas. Siéntate, las damas primero - bromeó.

Reí ignorando aquello, no quería arruinar su lindo detalle con algún acto de mi parte.

- Gracias - solté.

- De nada mi amor.

- Me quedó rondando eso que me dijiste ayer. ¿Crees que valdría la pena enamorarte de mi?

- Eso quiero saber Erick, pero quiero conocerte, saber que te gusta, que no, tus manías, tus debilidades o incluso de tu familia.

Bebí un poco del jugo de naranja, analicé su petición terminando por aceptar.

- Comencemos, qué quieres saber.

- Qué cosas te molestan - empezó.

- Las injusticias, es por eso que apenas te vi te odié. ¿A ti?

- Mmm, las mentiras, creo que es lo que te lleva a desconfiar de las personas, puedo ser lo que quieran, pero siempre hablo con la verdad.

Sentí un cargo de conciencia inmediato, si Christopher se enteraba de mi relación con Ellen estaría en problemas.

- Al menos sé que cuando me dices que soy hermoso es porque lo soy - bromeé.

- Háblame de tu familia.

- Christopher no, hablemos de otras cosas - pedí.

- Sé que tu mamá está en Cuba, la extrañas eso se nota. A tu papá lo conozco pero nunca lo mencionas.

- Mi papá prefiere a su nueva familia, es algo complicado, por muchos años no lo vi y a veces siento que no le intereso - comenté.

- ¿Por qué dices eso?

- Su familia me vió de mala forma, admito que me sentí menos, pero me dolió más que no haya echo el esfuerzo de ayudarme a mi, yo soy su hijo - recalqué.

- ¿Tu mamá sabe?

- No, para qué preocuparla.

- ¿Sabes? A veces me siento así, tu viste a mis papás, tengo todo prácticamente, pero la mayorías de las veces me siento solo y eso me pesa. No los veo en días y si me gustaría un poco más de atención - dijo.

- ¿Por eso actúas así verdad?

- Eso creo, en algo nos parecemos.

- Somos un par de locos - reí.

- ¿Qué te gustaría hacer en un futuro?

- Poder estudiar algo, sacar a mi mamá de Cuba, construir algo propio, ojalá con la persona que esté conmigo, empezar de cero - conté con una sonrisa.

Sus labios invadieron los míos, cada vez me sentía mejor a su lado y descubría cosas que me gustaban.

- Ya no te odio Erick.

- Eso me da alivio, ya no más peleas.

- Lo siento por todo, intentaré llevarme bien con tus amigos, solo por ti.

- ¿Chris, quieres dar un paso más? ¿Quieres ser mi novio formalmente?

- Pensé que ya lo éramos, pero sí, quiero - aceptó.

- Me atrapaste.

- Sé que no puedo comparar el cariño de tu padre, pero prometo cuidarte, mientras estemos juntos quiero verte bien y feliz.

Mi garganta se apretó de un momento a otro, sus palabras me ayudaban bastante.

- Prometo ser un buen novio, te haré feliz.